En la
etapa del sexenio se inició el movimiento obrero que estuvo influenciado por el
anarquismo y el socialismo, y se planteó de forma abierta la conflictividad
social.
En ese contexto se ha de entender el movimiento obrero que adoptó el
pensamiento anarquista y su plasmación fue la creación de la federación
regional española de la AIT.
Otro frente
que tuvieron que abordar los gobernantes del sexenio fue la guerra larga de cuba.
Cuba estaba muy ligada a la economía estadounidense y admiraba el desarrollo
económico y la democracia de EEUU. El interés
por cuba aumentó hasta el punto de querer comprar la isla.
En este contexto se
produjeron 3 rebeliones, la última de ellas liderada por Carlos Manuel de
Céspedes quien dio el grito de Yara, aldea donde se inició la guerra que duró
hasta 1878. La zona oriental de esta isla fue el principal teatro de
operaciones. La guerra no
se pudo resolver durante la etapa del sexenio, detrás del conflicto estaba la
cuestión social de la abolición de la esclavitud. Mientras esa medida se pudo
adoptar en Puerto Rico, en el caso de cuba el sistema productivo no podía
prescindir de la mano de obra esclava. Las presiones de Francia, reino unido y
EEUU obligó al gobierno provisional español a aprobar la “Ley Moret”, que
declaraba libres a los que nacieran de madre esclava, a los
menores de edad y a los mayores de cierta edad, pero el sistema esclavista
pervivió en la isla hasta el año 1886.Durante el
reinado de Fernando VII, solo cuba, puerto rico y las islas filipinas se
mantuvieron bajo soberanía española. Se inició una primera guerra cubana, pero
fue en década final del s.XX cuando estos problemas se agudizaron por el
contexto internacional.
La política
de los gobiernos españoles ante las demandas de los independentistas fueron
insuficientes, y su balance, un fracaso. La campaña de melilla de 1893,
inauguró un periodo de incertidumbre en la política exterior española que
mantuvo su proyección poco después en la crisis del caribe. Se intentaron
reformas en la administración filipina y un ensayo descentralizador en cuba.
Puerto rico en 1872 había conseguido su autonomía, la esclavitud había sido
abolida y tenía una economía saneada. El autonomismo se dividió en 2
corrientes, una más españolista y otra más radical. En cuba sin embargo, se
había abolido la esclavitud. Maura propuso una amplia reforma administrativa y
una ampliación del censo, pero estas medidas fueron rechazadas y el ministro
fue tildado de energúmeno, lo que le hizo dimitir. Los sectores españolistas
chocaron con los intentos del gobierno de conceder cierto grado de autonomía.
En el extremo contrario estaba el partido revolucionario cubano, creado por
José Martí. Se formaron 3 corrientes: españolistas, autonomistas e
independentistas. España se tuvo que enfrentar a un conjunto de disidencias de
base campesina, nacionalista y de los terratenientes, lo que dio lugar al
movimiento emancipador. En 1985 se
dio lugar la última guerra cubana. La guerra hispanocubana se desarrolló en 4
fases: La 1ª con el
inicio de la sublevación en febrero de 1985 y la muerte del líder de la
independencia José Martí. La 2ª desde octubre del 95 a enero del 96, fue el
momento de mayor avance de las tropas sublevadas, avance que el general
Martínez Campos se vio incapaz de frenar. La 3ª desde enero del 96 a diciembre
del 97, el general Weyler sustituyó a Martínez Campos con la misión de guerra
hasta el final. La 4ª desde diciembre del 97 hasta abril del 98, con el general
Blanco al frente desembocó en la intervención directa de EEUU. La guerra
hispanocubana coincidió con el momento de máxima expansión del imperialismo de
EEUU. En febrero de 1898 la explosión del acorazado estadounidense “Maine”, fue
el pretexto para la guerra. El embajador de EEUU “Woodford” presentó un plan de
compra de la isla en marzo de 1898, que España rechazó. La presión de la prensa
y la diplomacia estadounidense exaltó el fervor patriótico de los españoles, y
EEUU declaró la guerra a España el 25 de abril de 1898. Aun conscientes de la
inferioridad militar, la flota española se enfrentó a la poderosa armada de
EEUU, produciéndose 2 derrotas, una en Cavite y otra en Santiago de cuba. Las
negociaciones de paz se plasmaron en el tratado de parís, por el que España
reconocía la independencia de cuba y cedía puerto rico, filipinas y las islas
Guam a estados unidos, y al imperio alemán, las islas carolinas, las marianas y
las palaos, quedando así liquidado el impero español.La derrota
generó un nuevo espíritu: el regeneracionismo. Un balance llevado a cabo por
intelectuales y políticos del tránsito del XIX al XX. Como resultado de ese
ambiente, se formó un gobierno presidido por Francisco Silvela y con el general
Polavieja como ministro de guerra. Hubo otro movimiento regeneracionista al
margen del sistema protagonizado por Joaquín Costa. También
destacó la llamada generación del 98. Consideraban la falta de educación uno de
los males fundamentales causantes del atraso del país, y criticaban el sistema
de la restauración y su funcionamiento. La liga y
las cámaras de comercio suscitaron gran interés en aquellos años, pero ambas
excluían la participación en la reforma de obreros y campesinos, y reducía el
protagonismo a las clases productivas intelectuales. El regeneracionismo, dejó
de ser un peligro para el sistema restaurador. Cuando Alfonso XIII subió al
trono, se cerró una etapa de la vida política de España que dejaba abiertos
numerosos frentes para el nuevo siglo.