La Guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa
La Guerra de los Treinta Años, iniciada en Alemania entre católicos y protestantes, se convirtió en una lucha por la hegemonía europea cuando Francia intervino. España, aliada con el bando católico, obtuvo victorias como la de Nördlingen (1634), pero las derrotas en las Dunas (1639) y Rocroi (1643) ante los franceses, dirigidos por el cardenal Richelieu, provocaron una grave crisis interna. La Paz de Westfalia (1648) puso fin al conflicto en Centroeuropa, reconociendo la independencia de los Países Bajos. Sin embargo, la guerra entre Francia y España continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), donde Francia obtuvo parte de Cataluña. España quedó debilitada y Francia se convirtió en la gran potencia europea.
Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus consecuencias
El siglo XVII fue una época de crisis, especialmente en la monarquía hispánica, debido a la decadencia del Mediterráneo, el auge del Atlántico, la dispersión territorial y el aumento del gasto público. La crisis demográfica se debió a epidemias de peste, malas cosechas, la expulsión de los moriscos, dificultades económicas y políticas, la emigración a América y la mortalidad bélica. La crisis económica afectó a la producción agrícola y ganadera, las actividades textiles, la artesanía, la llegada de metales preciosos de América y la Hacienda real, provocando varias bancarrotas del Estado.
Crisis y decadencia de la monarquía hispánica: El reinado de Carlos II y el problema sucesorio
Carlos II (1665-1700) ascendió al trono siendo un niño, por lo que su madre, Mariana de Austria, ejerció como regente. La debilidad de la monarquía se profundizó, aumentando la influencia de la nobleza y la Iglesia. Las revueltas sociales, como la Segunda Germanía (1693) y el Motín de los Gatos (1699), marcaron su reinado. En política exterior, se perdió el Franco Condado (1678). El problema sucesorio, al no tener descendencia, llevó a la búsqueda de un candidato, recayendo en Felipe de Borbón, de Francia, dando fin a la dinastía de los Austrias y comenzando la dinastía Borbón con Felipe V.
La Guerra de Sucesión Española y el Sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia
Tras la muerte de Carlos II, Felipe de Anjou subió al trono como Felipe V (1701), lo que provocó la Guerra de Sucesión (1701-1714), una guerra europea para evitar la hegemonía francesa y una guerra civil española. La batalla de Almansa (1707) derrotó a los austriacos. La guerra finalizó en 1711 con la Paz de Utrecht (1713) y Rastatt (1714), donde Carlos de Austria subió al trono alemán. Inglaterra obtuvo ventajas mercantiles, mientras que España perdió territorios europeos y quedó relegada a potencia de segundo rango. La política exterior de Felipe V se basó en los Pactos de Familia con Francia para recuperar territorios, involucrándola en guerras europeas. En la Guerra de Independencia de los EE.UU., España recuperó Florida y Menorca.