**Situación de partida**
A finales del siglo XVIII, el 70% de las tierras en España estaban amortizadas, es decir, no pertenecían a particulares sino a entidades jurídicas (Iglesia, nobleza, ayuntamientos) y no podían venderse ni repartirse en herencia.
Las tierras amortizadas de la nobleza se llamaban mayorazgos, las de la Iglesia manos muertas y las de los ayuntamientos se dividían en bienes de propio (arrendados a particulares) y bienes comunales (pertenecientes a todos los vecinos).
La amortización de la tierra suponía un problema por su mal reparto y porque no se trabajaba el 100% de las tierras.
**Antecedentes de la Desamortización de Mendizábal**
El proceso de desamortización implica que los poseedores de tierras pierden su propiedad y esta pasa al Estado, que la vende a particulares, convirtiéndola en bienes libres.
El proceso comienza durante el reinado de Carlos IV, cuando Godoy vende parte de las tierras de la Iglesia al Estado a cambio de vales reales. Posteriormente, el Papa autoriza la venta de 1/7 parte de las tierras de la Iglesia, afectando especialmente a Andalucía y Murcia.
Con José I se suprimen los mayorazgos y algunas órdenes religiosas, cuyas tierras pasan al Estado. Las Cortes de Cádiz eliminan los privilegios de los señores sobre sus territorios, pero no desvinculan las tierras de los nobles.
En 1820, los liberales del Trienio aprueban la ley de monacales, que suprime las órdenes monacales y prohíbe fundar nuevas, pasando sus bienes al Estado. También decretan la supresión de los mayorazgos.
Finalmente, el conde de Toreno desamortizó los bienes de propio de los ayuntamientos.
**La Desamortización de Mendizábal**
Mendizábal fue un continuador de la desamortización, con el objetivo de:
- Solucionar los problemas de hacienda
- Obtener recursos para acabar con la guerra carlista
- Crear una nueva clase de propietarios
La desamortización se llevó a cabo mediante una serie de decretos que:
- Eliminaron las órdenes religiosas
- Confiscaron los bienes religiosos, convirtiéndolos en bienes nacionales
- Vendieron los bienes en pública subasta, convirtiéndolos en bienes libres y particulares
El proceso fue lento: primero se expropiaron los bienes eclesiásticos, luego se tasaron y finalmente se organizaron las subastas. Hacia 1844 se había vendido aproximadamente la mitad de los bienes desamortizados.
Se estima que la Iglesia poseía el 20% de las tierras cultivables y se desamortizó un 15%, es decir, 10 millones de hectáreas y un total de 13.000 millones de reales, correspondiendo unos 3.500 millones a Mendizábal.
Hubo dos propuestas: la de Mendizábal, que planteaba la subasta, y la de Flórez Estrada, que proponía dividir las tierras y adjudicarlas a pequeños propietarios y jornaleros. Finalmente se aplicó la tesis de Mendizábal, con dos formas de pago: en efectivo (20% inicial y plazos durante 16 años) o mediante vales reales (1/5 inicial y plazos durante 8 años).
**El Proceso Desamortizador tras Mendizábal**
**Desamortización de los mayorazgos**
Los mayorazgos perdieron su condición de tierras vinculadas, pudiendo sus dueños venderlas o repartirlas en herencia. La nobleza esperó a que los moderados estuvieran en el gobierno para vender sus tierras y comprar otras.
**Desamortización de los bienes de ayuntamientos**
Los bienes de los ayuntamientos pasaron al Estado y se vendieron en subasta pública. El gran impulso llegó con Madoz, quien desamortizó los bienes eclesiásticos, de propio y comunales, para venderlos en subasta pública.
El fin de Madoz era conseguir dinero para solucionar la situación de la hacienda, por lo que solo se podía pagar en metálico y en un plazo de 15 años. La medida perjudicó a los campesinos, a quienes se les cedieron algunos terrenos que luego vendieron para pagar sus deudas.
Las ventas de Madoz superaron las de Mendizábal.