La Desamortización Española: Un Análisis Histórico y sus Consecuencias

Desamortización en España: Impacto Económico y Social en el Siglo XIX

Definición

La desamortización es un proceso histórico-económico, recurso extraordinario de la Hacienda Española, que consiste en poner a la venta los llamados bienes de manos muertas (bienes que no se pueden vender ni dividir).

La desamortización supone los siguientes momentos:

  • Desvinculación: Pasar los bienes a subtitulares con plena propiedad, dejan de ser bienes de manos muertas: mayorazgos, tierras de la iglesia y de los municipios.
  • Incautación: El Estado se apropia de esos bienes, excepto los de mayorazgo que solo se desvinculan. Estos bienes dejaban de ser de manos muertas y pasaban a ser bienes nacionales.
  • Venta: Puesta en venta mediante subasta pública. El producto obtenido lo aplicaría el Estado a sus necesidades.

Antecedentes Históricos

El proceso desamortizador se enmarca dentro del programa de reformas del liberalismo progresista durante la monarquía de Isabel II y las regencias precedentes, pero tiene antecedentes históricos:

  • En el siglo XVII se vendieron bienes de los jesuitas expulsados por Carlos III en 1767.
  • Leyes desamortizadoras de Godoy en 1789, que afectaron a los bienes de las instituciones benéficas de la Iglesia.
  • Leyes de las Cortes de Cádiz (1811-1813) que afectaron a los bienes de la Inquisición, de las órdenes militares y a la mitad de las tierras de realengo.
  • Durante el Trienio Liberal (1820-1823) se restablecieron las leyes desamortizadoras de las Cortes de Cádiz.

La Desamortización de Mendizábal

Se produjo durante la regencia de María Cristina. Para garantizar la continuidad en el trono de Isabel II y del régimen liberal, era necesario ganar la guerra carlista, lo cual requería financiación. El Estado tenía grandes problemas financieros, por lo que se recurrió a una nueva fuente: los bienes eclesiásticos.

La primera ley desamortizadora en 1836 puso a la venta los bienes del clero regular, y la segunda ley en 1837 amplió la acción a los bienes del clero secular. La ejecución de esta última no se llevó a cabo hasta 1841, durante la regencia de Espartero.

Esta desamortización eclesiástica perseguía los siguientes objetivos:

  • Financiar la guerra carlista.
  • Eliminar la deuda pública, permitiendo que los bienes se compraran con títulos emitidos por el Estado.
  • Atraer a las filas liberales progresistas a los beneficiarios de la desamortización.
  • Mejorar el reparto de las tierras y aumentar el número de propietarios.

La Desamortización de Madoz

En 1855 se proclamó la ley de desamortización general de Pascual Madoz, ministro de Hacienda durante el Bienio Progresista.

Se llamaba general porque se ponían en venta los bienes de propiedad colectiva: los de la iglesia que no se habían vendido en la etapa anterior y los de los municipios (bienes de propios y comunes).

La venta de estos bienes se destinaría a amortizar la deuda del Estado y a financiar obras públicas, fundamentalmente la red ferroviaria.

En 1856, el gobierno presidido por Narváez las suspendió, pero en 1858, con el gobierno de O’Donnell, se volvió a restablecer, aunque excluyendo los bienes de la iglesia.

Resultados de las Desamortizaciones

Desde el punto de vista económico:

  • Aumento de la superficie cultivada y la producción agraria, lo que conllevó a la deforestación.
  • Concentración de la propiedad de la tierra en pocas manos. Los grandes propietarios aumentaron sus patrimonios. Aparecieron nuevos propietarios provenientes de la burguesía. La estructura de propiedad de la tierra no varió: latifundios en el sur y centro, minifundios en el norte.
  • Los resultados financieros fueron inferiores a lo esperado.
  • Las inversiones en tierras impidieron que se hicieran en la industria, contribuyendo al retraso industrial de España.

Desde el punto de vista social:

  • No se logró crear una amplia clase media agraria, aunque sí contribuyó a sustituir la estructura señorial del Antiguo Régimen.
  • Contribuyó, sobre todo la de Madoz, al deterioro de las familias campesinas que se vieron privadas de los bienes comunales y de propios. Al mismo tiempo, se empobrecieron los ayuntamientos.

Desde el punto de vista político:

  • Se consiguió la adhesión al liberalismo de los beneficiados con las desamortizaciones (propietarios, burguesía…).
  • Provocó tensiones entre el Estado y la Iglesia, creando enemigos entre los afines a esta.

Otros puntos de vista:

  • Deterioro del patrimonio artístico y cultural.
  • Cambio en la estructura urbanística de las ciudades con la aparición de espacios abiertos donde antes existían conventos.

Conclusión

En definitiva, la desamortización se convirtió en una frustrada reforma agraria que hizo más miserable la condición del campesino, ya que se aumentaron las diferencias sociales entre una alta burguesía enriquecida y un campesinado cada vez más pobre, creando una oligarquía agraria que ejerció durante muchos años el poder político.

La Agricultura Española en el Siglo XIX

Aplicación de reformas liberales en los primeros 75 años del siglo.

  • Características:
    • Desamortizaciones.
    • Supresión del diezmo.
    • Cercamiento de las propiedades.
    • Libertad de arrendamientos.
  • Resultado de las reformas: Incremento de la superficie cultivada entre 1837 y 1860, que originó una mayor productividad y ofreció la posibilidad de abastecer el mercado nacional.
  • Rasgos específicos en la segunda mitad del siglo:
    • Descenso del cultivo del trigo: Mayor rendimiento por hectárea, gracias a un relativo incremento en la utilización de abonos.
    • Aumento de la exportación de vino: Los caldos españoles inundaron los mercados internacionales, a consecuencia de la filoxera, que también atacó a los vinos españoles, pero con la plantación de vides americanas inmunes a la plaga, estos lograron recuperarse.
    • Ampliación del suelo dedicado a olivar. Aumento en un tercio de la producción de aceite entre 1860 y 1900.
    • La estructura de la propiedad: Al norte del Duero, predominan las fincas medianas y el minifundio. Entre el Duero y el Tajo, propiedades medias. Una zona sur y oeste donde se mantiene el latifundio.

La falta de capitalización del campo produjo unos rendimientos agrícolas inferiores a la media de los países de su entorno.

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