BLOQUE 11
La Dictadura Franquista (1939-1975).
11.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas de la dictadura y principales carácterísticas de cada una de ellas. El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior.
En 1939 se instauró un régimen dictatorial que se mantuvo en el poder desde el 1 de Abril de 1939 al 20 de Noviembre de 1975. Aunque las instituciones del régimen fueron evolucionando y eran capaces de adaptarse a las distintas circunstancias internacionales, se mantuvo el control absoluto del poder político por parte de Franco.
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El régimen franquista era una dictadura personalista en la que Franco tenía todos los poderes.
El franquismo eliminó todos los partidos, sustituidos por el partido FET de las JONS y los Sindicatos Verticales, y reprimíó toda oposición durante la dictadura. Se controlaban los medios de comunicación y estaban sujetos a una fuerte censura. Se rechazaba el liberalismo, la democracia y el comunismo. Se establecíó un estado unitario y centralista sin autonomías interiores en el que la Iglesia dominaba la vida social y la educación.
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Franco nombraba a los miembros de su
gobierno de entre los distintos grupos ideológicos, pues los partidos políticos estaban prohibidos. Eran la Falange, que proporciónó al régimen muchos principios ideológicos, símbolos y apoyo, el Ejército como principal apoyo y defensa de la patria que ocupaba los cargos políticos, y la Iglesia Católica que había pactado con Franco, por lo que participó mucho en la vida política y que proporcionaba colaboradores y dirigentes del régimen como la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, más tarde llamada Opus Dei. La dictadura contó con el apoyo de la oligarquía agraria, industrial y financiera a las que devolvíó su patrimonio y hegemonía social. Se adhirieron militares y falangistas, pequeños y medianos propietarios agrícolas del norte y las clases medias de las pequeñas ciudades. Por otra parte, los perdedores de la Guerra Civil tomaron una postura de pasividad política.
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Los primeros años de la dictadura se conocen como la
etapa azul (1939 – 1945). Es de carácter
nacional–
Sindicalista con influencia fascista en la que el predominio era de falangistas y militares. Entra en vigor la primera de las siete leyes fundamentales, el Fuero del Trabajo, que regulaba las relaciones laborales. En 1942, Franco prescinde de los falangistas más radicales y para dar imagen de sistema parlamentario crea una cámara consultiva sin poder real con la Ley Constitutiva de las Cortes.
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La segunda etapa corresponde con la posguerra mundial (1945 – 1957) y es la del nacional-catolicismo. El régimen destaca sus valores de catolicismo y anticomunismo para acercarse a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Aumenta la influencia política de la ACNP y se busca dar imagen de Estado democrático para ser aceptado en el ámbito internacional a través de la aprobación de otras tres leyes fundamentales: el Fuero de los Españoles que establecía una serie de deberes y derechos aunque solo aparentes, la Ley de Referéndum Nacional y la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado por la que España queda definida como una monarquía aunque sin rey efectivo. El régimen se definía como una democracia orgánica en la que el pueblo podía participar a través de los órganos naturales de la sociedad: familia, municipio y sindicato.
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En la tercera etapa o de consolidación del régimen (1957 – 1969), se alcanzó el reconocimiento internacional y el despegue económico que fue adquiriendo una apariencia más moderna. Franco se apoyó en el gobierno de los tecnócratas vinculados al Opus Dei, políticos de perfil más técnico que buscan fortalecer el régimen mediante una gestión eficaz y acercarlo a Europa pero sin introducir cambios políticos. En esta etapa se promulgaron una serie de leyes para suavizar la imagen autoritaria y modernizar instituciones (Ley de principios del Movimiento Nacional, la Ley de Bases de la Seguridad Social para facilitar ciertos tipos de asistencia con una serie de prestaciones, la Ley de Prensa que abre un poco la censura, y la Ley Orgánica del Estado).
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En la última etapa o tardofranquismo (1969 – 1975) se nombra a Juan Carlos de Borbón como sucesor a título de rey. Debido al escándalo de corrupción, Franco remodeló el gobierno y puso a Carrero Blanco como vicepresidente al frente de un gobierno monocolor que mantuvo una posición contradictoria entre la reforma (Ley de Educación) y la represión (reformas para endurecer la Ley de Orden Público y aparición de grupos terroristas). En 1973, las movilizaciones en la calle y el enfrentamiento entre aperturistas e inmovilistas debilitaron al gobierno y Franco cedíó la jefatura de gobierno a Carrero Blanco, pero fue asesinado por ETA. Arias Navarro fue nombrado presidente de gobierno pero la crisis económica, el aumento de la oposición y la división de los franquistas terminarán con el régimen tras la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975.
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Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, España adoptó una política de no beligerancia para no participar directamente en la guerra pero sí ayudar al Eje, como con el envío de la División Azul para combatir contra el frente ruso. A partir de 1943 con la decadencia alemana, el régimen se tornó hacia la neutralidad y retiró la División Azul, pero aun así, España quedó aislada internacionalmente y no fue admitida por la ONU ni beneficiada por el Plan Marshall. Sería en 1950, como consecuencia de la Guerra Fría, cuando se reconocíó internacionalmente a España. En 1953 se firmaron los acuerdos bilaterales con EEUU que concedían a los norteamericanos cuatro bases militares a cambio de ayuda económica y militar, y se firmó el Concordato con la Santa Sede. En 1955 España es admitida en la ONU, en el FMI y el Banco Mundial, pero no en la OTAN ni en la CEE por no ser un régimen democrático. En 1956 España reconocíó la independencia de Marruecos aunque no se completó el proceso de descolonización del todo.
