La Crisis del Sistema Canovista y el Ascenso de Primo de Rivera
El Ocaso del Régimen (1918-1923)
El periodo de 1918 a 1923 marcó el fin del sistema político establecido por Cánovas del Castillo. La crisis del régimen se profundizó, con una inestabilidad política caracterizada por doce gobiernos en seis años. La economía también sufrió, con una disminución de las exportaciones, salarios bajos, cierre de empresas, aumento del desempleo y una epidemia de gripe. La conflictividad social se disparó en 1919, con la formación del Sindicato Libre, un grupo paramilitar financiado por la patronal para reprimir a los líderes sindicales. La violencia se intensificó, y en 1921 se implementó la Ley de Fugas, que permitía la ejecución de detenidos sin juicio previo. El asesinato del presidente del gobierno, Eduardo Dato, en marzo de ese año, fue una respuesta a esta ley.
El Desastre de Annual y la Sublevación de Primo de Rivera
La guerra de Marruecos, con el desastre de Annual en 1921, debilitó aún más al ejército y al gobierno. En 1923, Primo de Rivera, con el apoyo tácito del rey Alfonso XIII, lideró un golpe de Estado que derrocó al gobierno. La dictadura se dividió en dos fases: el Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930).
El Directorio Militar (1923-1925)
El Directorio Militar se caracterizó por una represión selectiva, el control de la prensa, la supresión de la Mancomunidad de Cataluña y la imposición del orden. Primo de Rivera logró poner fin a la guerra de Marruecos con el desembarco de Alhucemas en 1925.
El Directorio Civil (1925-1930) y el Intervencionismo Estatal
En el Directorio Civil, Primo de Rivera intentó establecer un nuevo régimen con una ideología conservadora y regeneracionista. Se distanció de la dictadura militar y se centró en la economía y la sociedad. En 1926, creó la Organización Corporativa Nacional del Trabajo, un intento de integrar a las fuerzas sociales bajo el control del Estado. Impulsó obras públicas, la electrificación y las comunicaciones, y llevó a cabo reformas sociales. Sin embargo, a partir de 1928, la oposición resurgió y la conflictividad social aumentó.
La Caída de la Dictadura y el Ocaso de la Monarquía
La dictadura de Primo de Rivera no logró crear un sistema político estable. Sin partidos ni instituciones sólidas, el régimen se debilitó. En 1929, afectado por el crack económico y la pérdida de apoyo, Primo de Rivera dimitió. La monarquía, desprestigiada por su asociación con la dictadura, no pudo encaminar el retorno a la constitucionalidad. El rey Alfonso XIII intentó volver a la Constitución de 1876, pero esto solo aumentó el descontento popular. El Pacto de San Sebastián, un acuerdo entre los partidos republicanos para establecer la República, selló el destino de la monarquía. En 1931, tras unas elecciones municipales que dieron la victoria a los republicanos en las ciudades, el rey Alfonso XIII abandonó España y se proclamó la Segunda República.
Consecuencias de la Dictadura
La dictadura de Primo de Rivera demostró la necesidad de profundos cambios políticos en España. La conflictividad social de 1928 evidenció el despertar de una nueva conciencia política. El retorno al sistema anterior a 1923 era inviable. La dictadura, a pesar de sus logros económicos y sociales, fracasó en su intento de crear un régimen estable y duradero.