La Dictadura de Primo de Rivera: Causas, Desarrollo y Consecuencias

La Dictadura de Primo de Rivera

Causas

La dictadura de Primo de Rivera surgió como respuesta a la inestabilidad política y social que prevalecía en España tras la Primera Guerra Mundial y la crisis económica que la siguió. La monarquía constitucional encabezada por el rey Alfonso XIII enfrentaba crecientes tensiones externas e internas, incluyendo conflictos laborales, movimientos obreros y descontento popular frente a la corrupción política y el deterioro de la economía.

Desarrollo

Primo de Rivera, un general destacado en el ejército español, dio un golpe de Estado en 1923, ofreciendo restablecer el orden y la estabilidad con el apoyo de sectores conservadores, militares y ciertos grupos sociales. Primo de Rivera asumió el poder y estableció un régimen dictatorial.

La dictadura duró siete años, dividida en dos periodos:

  • El Directorio Militar (1923-1925): Se presentaba como un régimen con un carácter interino para resolver los problemas pendientes.
  • El Directorio Civil (1925-1930): Pretendía la institucionalización del régimen y mostraba más interés por las cuestiones de tipo económico y social.

Reorganización del Estado

Directorio Militar (1923-1925)

  • Proclamación del estado de guerra durante dos años.
  • Suspensión de la Constitución de 1876.
  • Disolución de las Cortes.
  • Prohibición de partidos políticos y sindicatos.
  • Represión contra comunistas y cenetistas.
  • Prohibición de símbolos del catalanismo y uso del catalán en el ámbito oficial.
  • Creación de estatutos municipales y provinciales para eliminar el caciquismo.
  • Creación de la Unión Patriótica, partido que apoyaba la dictadura.
  • Atención al conflicto de Marruecos, logrando controlar toda la zona española del protectorado tras el desembarco de Alhucemas en 1925.

Directorio Civil (1925-1930)

  • Intento de institucionalizar el régimen mediante la creación de una Asamblea Nacional consultiva para redactar una nueva constitución.
  • Oposición de políticos dinásticos, socialistas y el rey.
  • Aumento de la oposición al dictador.

La Economía durante la Dictadura

  • Medidas proteccionistas en la política económica, como el aumento de aranceles a las importaciones.
  • Obras públicas importantes, como la electrificación de los ferrocarriles y la mejora de las carreteras.
  • Creación de monopolios estatales.
  • Impulso al turismo con la creación de los Paradores Nacionales.
  • Generación de inflación, deuda pública y déficit.

Política Social

  • Establecimiento del Consejo Nacional de Trabajo para resolver conflictos laborales.
  • Legislación sobre contratos y accidentes laborales.

Oposición y Hundimiento de la Monarquía

La dictadura de Primo de Rivera generó oposición de diversos grupos, como conservadores, republicanos, nacionalistas catalanes, intelectuales y sindicatos.

Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey nombró a Damasso Berenguer como jefe de gobierno, en un intento de restaurar la normalidad constitucional. Sin embargo, Berenguer carecía de apoyo político y no pudo hacer frente a la crisis económica, lo que llevó a que su gobierno fuera conocido como la»dictabland».

En 1930, la oposición antimonárquica firmó el Pacto de San Sebastián con el objetivo de reemplazar el régimen de la Restauración por un sistema político democrático. Se proclamó la Segunda República española el 14 de abril de 1931, y Alfonso XIII partió al exilio en Italia.

El Pacto de San Sebastián

El Pacto de San Sebastián fue un acuerdo político firmado en 1930 por diferentes partidos y organizaciones republicanas y nacionalistas. Marcó el inicio de la oposición al régimen de Primo de Rivera y sentó las bases para la proclamación de la Segunda República española.

La Crisis de la Monarquía de Alfonso XIII

El reinado de Alfonso XIII (1902-1931) estuvo marcado por una serie de crisis políticas y sociales que llevaron al colapso del sistema de la Restauración y a la proclamación de la Segunda República en 1931.

  • El desastre de 1898, que incluyó la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, desencadenó una crisis generalizada en el país.
  • Surgimiento de nuevos movimientos políticos y sociales, como el republicanismo, el obrerismo y el nacionalismo.
  • Inestabilidad política exacerbada por la intervención del rey Alfonso XIII en los asuntos gubernamentales y su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera.
  • Intentos de regeneración del sistema, liderados por Antonio Maura y José Canalejas, que no lograron resolver las tensiones políticas y sociales subyacentes.
  • La guerra de Marruecos y el impacto de la Primera Guerra Mundial aumentaron aún más los conflictos.
  • El golpe de estado de Primo de Rivera en 1923 y la instauración de una dictadura hasta 1930.

La Guerra de Cuba

La Guerra de Cuba, desencadenada en 1895, marcó el proceso de independencia definitivo de la isla. Los intentos de reforma española fueron insuficientes debido al modelo centralizador y la economía proteccionista, lo que provocó nuevas revueltas. A pesar de la fundación del Partido Revolucionario Cubano por José Martí en 1892, la represión militar española continuó. Tras la muerte de Cánovas en 1897, un nuevo gobierno intentó políticas conciliadoras, pero llegaron tarde y no impidieron el apoyo estadounidense a los independentistas. La explosión del acorazado»Main» en 1898 sirvió como pretexto para la intervención estadounidense. La Paz de París en 1898 marcó el fin del dominio español en Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas, siendo Cuba ocupada por Estados Unidos.

La Crisis del 98

La Crisis del 98 marcó un periodo de frustración y desencanto en la sociedad y la política española. Aunque se esperaban graves repercusiones, el sistema de la Restauración se mantuvo, adaptándose a los nuevos tiempos. La crisis fue más ideológica y moral que económica, aunque favoreció la crítica al sistema político y colonial. Autores como Joaquín Costa abogaron por la regeneración y modernización de España. La Generación del 98, con figuras como Unamuno y Valle-Inclán, reflejó un profundo pesimismo y criticó el atraso peninsular. La derrota militar llevó a posturas más autoritarias en el ejército, mientras que en el ámbito político, el gobierno de Sagasta se deterioró, dando paso al liderazgo de Francisco Silvela. A pesar de promesas de regeneración, las reformas fueron limitadas y el sistema de la Restauración sobrevivió casi intacto.

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