La Dictadura de Primo de Rivera: Un Régimen Autoritario en España (1923-1930)

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)

1. INTRODUCCIÓN

El sistema del turno pacífico entre los partidos dinásticos de la Restauración había funcionado bien hasta finales del siglo XIX. La crisis de 1898 propició la aparición de un movimiento regeneracionista, que se propuso la modernización de España. Los nuevos líderes de los partidos conservador y liberal son ahora Antonio Maura y José Canalejas. En sus respectivos gobiernos emprenderán algunas reformas, pero que realmente no alterarán las bases del sistema.

El periodo de 1917-1923 supuso la crisis final del sistema que llevó a su disolución: la conflictividad social, el problema de Marruecos, el catalanismo creciente, el protagonismo de los militares y la inestabilidad política en general, estos creyeron que la solución a los graves problemas de España debían de venir del regeneracionismo militar que dará lugar a la Dictadura del general Primo de Rivera. Él mismo decía ser un “cirujano de hierro para un máximo de 90 días”, pero este regeneracionismo militar autoritario de Primo de Rivera también fracasó y arrastró consigo a la propia monarquía, dando lugar a la proclamación de la II República en 1931.

2. ANTECEDENTES

2. A Los gobiernos de Maura y Canalejas. La Semana Trágica de 1909

Para comprender bien la dictadura de Primo de Rivera, hay que ver los acontecimientos que llevaron a ella. Por ello vamos a exponer brevemente lo más destacado en los primeros gobiernos del siglo XX.

El conservador Maura trata de hacer una reforma “desde arriba para que no se la hagan desde abajo”, trataba de evitar una revolución, de esta manera emprendió algunas reformas como la ley electoral para acabar con el caciquismo; la ley de administración local, que les daba una mayor autonomía a los ayuntamientos; o la ley de descanso dominical. Pero su programa reformista se vio interrumpido por los graves sucesos de Barcelona en el verano de 1909.

En 1906 España había conseguido el protectorado sobre el Rif (zona norte de Marruecos). Los rifeños no aceptan la presencia española y comienzan los enfrentamientos. El gobierno decide enviar más tropas, para ello moviliza a los reservistas (Voc. Pág 289), en su mayoría hombres casados con hijos. Las protestas comienzan en Barcelona y republicanos, socialistas y anarquistas promueven una huelga general contra la guerra.

La derrota en el Barranco del Lobo encendió aún más las protestas que derivaron en una revuelta espontánea, conocida como la Semana Trágica de Barcelona. Se declaró el estado de guerra y hubo una fuerte represión, con juicios sumarísimos y 17 condenas a muerte, algunas de ellas sin pruebas, como la de Ferrer Guardia.

El gobierno liberal de Canalejas (1910-1912) acentúa el regeneracionismo y se promulgan leyes como la ley de mancomunidades , la ley de reclutamiento (que suprimía la redención en metálico), o la llamada ley del candado (que limitaba la creación de nuevas órdenes religiosas). También se promueven reformas sociales como la ley de accidentes de trabajo o la reducción de la jornada laboral. Con su asesinato en 1912 finalizaron las posibilidades de reforma desde dentro del sistema.

El resto de partidos, excluidos hasta ahora, comienzan a tener mayor peso. Esta oposición al turnismo estaría formada por:

  • Los republicanos. Había dos tendencias, una moderada y reformista, liderada por Melquiades Álvarez y otra radical dirigida por Alejandro Lerroux.
  • Los nacionalistas. En Cataluña el partido que aglutina las demandas nacionalistas es la Lliga Regionalista de Prat de la Riba y Cambó . Su conservadurismo hizo que fuese surgiendo una corriente de izquierda, el Centre Nacionalista Republicá. En cuanto al Pais Vasco, el PNV comienza a ser la fuerza mayoritaria política de la región.
  • El movimiento obrero. Por un lado los anarquistas, divididos entre los partidarios de una estrategia terrorista y los partidarios del sindicalismo, que crearán la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) en 1910. Por otro, los socialistas del PSOE y su rama sindical UGT. En estos años los socialistas comienzan a acercarse a los republicanos y fruto de esta alianza llegarán mejores resultados electorales y Pablo Iglesias será diputado en 1910.

2. B La crisis de 1917 y el colapso del sistema liberal

La Primera Guerra Mundial tuvo un doble impacto en España. Por un lado los industriales y terratenientes se enriquecieron abasteciendo a los aliados o a los imperios centrales; pero por otro las clases trabajadoras sufrieron la escasez y la fuerte subida de los precios, ya que la producción se exportaba a los países contendientes. Esto provocó una gran agitación social y gran número de huelgas.

En medio de este clima de tensión social se va a producir en 1917 una triple crisis, que a la larga, supondrá el fin del sistema:

  • La crisis militar. La reforma militar del gobierno, que pretendía reducir el número de oficiales, tenía descontento al ejército. También estaban molestos por los bajos salarios y por el sistema de ascensos, que favorecía a los que servían en África, frente a los peninsulares. Se crearon Juntas de Defensa que consiguieron imponer sus demandas al gobierno.
  • La crisis parlamentaria. Cambó, el líder de la Liga Regionalista catalana, ante la censura y el autoritarismo del gobierno que había suspendido las garantías constitucionales y cerrado las Cortes, impulsó la creación de una nueva Asamblea de Parlamentarios, con la colaboración de socialistas y republicanos y la no participación de los partidos dinásticos, en Barcelona exigían limitar el poder del monarca, reformar la Constitución y cambiar el sistema político existente. El limitado apoyo recibido hizo que el intento fracasara.
  • La crisis social. Socialistas y anarquistas promovieron una huelga general en agosto de 1917. Tuvo gran seguimiento en las áreas industriales de Madrid, País Vasco y Cataluña, pero poco en las zonas rurales. El ejército la reprimió con dureza y hubo docenas de muertos.

En los años siguientes continuaron los disturbios sociales debido a las miserables condiciones de vida, hay que tener en cuenta el impacto de la Revolución rusa. Esta vez sí se extendieron en las áreas rurales y además de multitud de huelgas, se produjo la ocupación y reparto de tierras por los campesinos, dando lugar al llamado Trienio bolchevique (1918-1921).

El momento más crítico en esta conflictividad social se produjo en Barcelona en 1919, con la huelga de la compañía eléctrica la Canadiense. Se produjeron enfrentamientos entre los sindicalistas (atentados contra patronos) y la patronal, que contrató pistoleros para reprimir la huelga, sumiendo a la ciudad en una espiral de violencia que duró varios años. El gobierno declaró el estado de guerra y aplicó la ley de fugas, por la que muchos sindicalistas fueron asesinados por la policía.

Pero la crisis más grave se produjo en Marruecos, donde Abd-el Krim, líder de los rifeños, derrotó al ejército español en Annual en 1921.

La exigencia de responsabilidades por el desastre forzó al gobierno a nombrar una comisión de investigación, presidida por el general Picasso. A partir del Expediente Picasso se formó una comisión de responsabilidades que salpicaba al gobierno anterior, a los militares y hasta al mismo rey. Poco antes de que el informe saliese a la luz, un golpe de estado dirigido por los militares y con el apoyo de Alfonso XIII, daba carpetazo al asunto y, a la postre, al sistema de la Restauración.

A todo esto hay que unirle las circunstancias internacionales como el triunfo del fascismo en Italia. La Marcha sobre Roma en 1922 llevó a Mussolini al poder. También en otros países europeos se impusieron dictaduras derechistas por entonces (Portugal, Grecia, Polonia) y por supuesto las crisis de las democracias occidentales durante el período de entreguerras, además del temor mencionada anteriormente a una revolución por

el impacto de la Revolución Rusa de 1917. 3. EL GOLPE DE ESTADO Estos sucesos desembocaron en el golpe de estado el 13 de septiembre de 1923 protagonizado por el general Primo de Rivera. Primo de Rivera promulgó el Manifiesto de Barcelona donde habla de la regeneración territorial. En definitiva, España vivía tal aprieto que, como comentan algunos historiadores, “La dictadura llegó porque tenía que llegar”. Por otra parte también vino para salvar a la monarquía porque Alfonso XIII estaba siendo muy cuestionado por la opinión pública y recibía bastantes críticas sobre todo desde el Desastre de Annual. Los objetivos del golpe eran acabar con el sistema parlamentario – al que Primo tachaba de “inmoral y corrupto”-, garantizar el orden público, terminar con el 4 separatismo catalán y solucionar el problema marroquí, se presentó ante los ciudadanos como una solución temporal Apenas hubo oposición al golpe de estado. Sus apoyos sociales se encontraban entre la oligarquía de terratenientes e industriales católicos, el ejército, gran parte de las clases medias y también en el mundo obrero, como Primo de Rivera prometió que la dictadura iba a ser transitoria, le dieron cierto crédito la burguesía catalana, algunos socialistas del sector de Largo Caballero y los republicanos de Alejandro Lerroux. Anarquistas y comunistas fueron los únicos que se opusieron, convocando manifestaciones y huelgas en contra del golpe de estado, lo que servirá de justificación al dictador para su ilegalización. 

4. LA EVOLUCIÓN DEL RÉGIMEN Se distinguen dos etapas: El Directorio militar y el Directorio civil. 4. A El Directorio Militar (1923-25): La Dictadura se presentó como una solución provisional, para “poner orden y solucionar los males de España”. Era una dictadura autoritaria cuyas primeras medidas fueron: la suspensión de la Constitución de 1876 y de los derechos constitucionales, la disolución de las Cortes y el establecimiento de un Directorio militar, con él como presidente y ministro único. El dictador concentraba en sus manos todos los poderes (ejecutivo, judicial y legislativo, gobernando mediante decretos-ley) siendo asesorado por el resto de los militares. Elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial para colocar en los puestos claves de la Administración a militares (gobernadores provinciales, delegados del gobierno en los ayuntamientos). Prohibió los sindicatos y las huelgas, mantuvo el orden público con mano dura declarando el estado de guerra, pacto con la UGT y reprimió duramente al PCE y a los anarquistas. Acusó a los nacionalistas catalanes, tanto los autonomistas como los separatistas, de romper la unidad de España. Prohibió el uso oficial de la lengua y la bandera catalanas, e incluso bailar la sardana. Lo que logró con estas medidas fue radicalizar el catalanismo aún más, surgiendo un nuevo partido- Estat Catalá presidido por Maciá. Tampoco hizo caso a los nacionalismos gallego y vasco.En 1924 formó la Unión Patriótica (UP), no era un partido tradicional, sino un partido de gobierno lo definía como una organización ciudadana, era el único legal (prohibió a los partidos políticos). Tenía un programa regeneracionista y calificado como de patriotas viriles, siguiendo el modelo fascista. La decisión de Abd-el-Krim de atacar la zona del Protectorado francés en Marruecos posibilitó la realización de una acción militar conjunta contra el mismo. Las tropas españolas desembarcaron en la bahía de Alhucemas (septiembre de 1925) y vencieron a las kábilas rifeñas. Abd- el-Krim se rindió a las autoridades francesas. El final victorioso en la guerra de Marruecos fue el gran éxito de Primo de Rivera.  4. B El Directorio Civil (1925-1930). Esta victoria le dio gran popularidad a Primo de Rivera, pero cuando muchos esperaban que diera por terminada la dictadura decidió perpetuar el régimen sustituyendo a militares por civiles. En diciembre de 1926 entraron seis civiles en el Directorio; los más destacados fueron Martínez Anido en Gobernación, 


, José Calvo Sotelo en Hacienda y Eduardo Aunós en Trabajo. En 1927 se constituyó la Asamblea Nacional Consultiva con carácter corporativo siguiendo el modelo fascista italiano. Sus miembros eran elegidos entre las grandes instituciones del Estado , relegando así el sufragio universal. Su función era asesorar e informar al dictador. La Asamblea fracasó rápidamente en su tarea de preparar un proyecto de Constitución, que no se aprobó. Entre las realizaciones del régimen destaca su política económica, llevada a cabo por el ministro Calvo Sotelo. Aprovechando la coyuntura económica favorable (los felices veinte), la etapa de la dictadura fue de prosperidad económica, consolidándose el capitalismo en España. Hubo un fuerte intervencionismo estatal controlando todos los sectores productivos, reforzándose el proteccionismo; se subvencionaron empresas con dinero público y se incrementaron las inversiones públicas en infraestructuras (carreteras, escuelas, obras hidráulicas). Aparecieron las Confederaciones Hidrográficas y los monopolios: Tabacalera, Telefónica, Loterías y CAMPSA, que se ocupaba de la distribución y venta del petróleo. Montaron Exposiciones Internacionales como la de Barcelona y Sevilla de 1929. Los mayores beneficiarios de esta política fueron los grandes capitalistas. El Estado se endeudó en exceso y aunque los obreros mejoraron su nivel de vida, continuaron con salarios bajos. Las reformas de la agricultura fueron insuficientes para sacar al campo de su atraso, así que las cosechas no eran rentables y los campesinos seguían con poco poder adquisitivo. Esto mantuvo el débil mercado interior, lo que dificultó la expansión industrial. Además desde el punto de vista social, consiguió acabar con el desorden público y para ello fue muy importante la creación de los llamados “Comités Paritarios” o la Organización Corporativa Nacional, seguían el modelo de sindicalismo vertical, como los que se habían puesto en Italia . Fueron muy eficaces ya que regularon el empleo y solucionaban los conflictos laborales. Los socialistas de UGT, dirigidos por Largo Caballero, participaron en estos Comités, haciendo una política reformista consiguiendo viviendas obreras, mejoras asistenciales, descanso dominical, enseñanza profesional…… 


5. EL FIN DE LA DICTADURA A mediados de 1928 se hizo patente la decadencia de la dictadura. Se explica por varios factores: el creciente aumento de la oposición al régimen que abarcaba un amplio espectro político (republicanos, anarquistas, comunistas, nacionalistas, estudiantes e intelectuales, entre los que destacaron Unamuno, Ortega y Gasset, Marañón). Creció el descontento en un sector del ejército por las arbitrariedades de Primo de Rivera. Las crecientes dificultades presupuestarias del Estado, endeudado e incapaz de realizar una reforma fiscal que estableciera un impuesto único y progresivo sobre la renta debido a la oposición de las clases acomodadas; la Exposición Universal de Sevilla (1929), que el dictador había organizado por cuestión de prestigio, aumentó la deuda así como el inicio de la crisis de 1929. La reaparición de los conflictos sociales con movimientos huelguísticos motivó que los socialistas le abandonaran esto unido a los actos de protesta de la universidad, Primo de Rivera aquejado de una grave enfermedad presento su dimisión al rey Alfonso XIII el 27 de enero de 1930, quién se apresuró a aceptarla presionado por los políticos conservadores y liberales que deseaban volver al parlamentarismo. Primo de Rivera se exilió a París donde murió dos meses después. 6. LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (enero de 1930-abril de 1931). 6. A El gobierno de Berenguer. Ante el fracaso de la dictadura, Alfonso XIII quiso volver al régimen parlamentario y nombró jefe de gobierno al general Berenguer con la tarea de reponer la Constitución de 1876 y salvar la figura real, cada vez más impopular por considerarle responsable directo de la dictadura. Berenguer mantuvo un régimen dictatorial suavizadoconocido como la dictablanda, se dedicó a gobernar por decreto, pasó un año y no fue capaz de convocar las elecciones que había prometido y muchos políticos empezaron a trabajar en firme a favor de la República. En la calle, sobre todo los estudiantes se empiezan a convertir en agitadores, junto con los obreros. Además los políticos republicanos, socialistas, radicales y catalanistas de izquierda toman una decisión muy importante la firma del Pacto de San Sebastián; la CNT no participó pero dio su adhesión.  Acordaron poner fin a la monarquía. Dentro del ejército surge una Asociación Republicana Militar que se opone también al Rey. A su vez los intelectuales crearon la Agrupación al servicio de la República, 


 dirigida por Ortega y Gasset, el mismo escribe un artículo en el periódico madrileño “El Sol” titulado “El error Berenguer” que terminaba con la siguiente frase: “La monarquía debe ser destruida”. En este ambiente se empiezan a producir revueltas militares, la más destacada fue la conspiración antimonárquica de los capitanes Fermín Galán y García Hernández que se sublevaron en Jaca, pero fracasan, estuvieron mal organizados y se quedaron sin apoyos. Al final fueron detenidos y fusilados. 7 6. B El gobierno del almirante Aznar. A Berenguer le sucede el almirante Juan Bautista Aznar (un político de poco talento) que organizó un gobierno de concentración con personas de los antiguos partidos antidinásticos. Aznar además convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. El resultado en conjunto fue favorable a la monarquía, pero en la mayoría de ciudades y capitales de provincia ganaron los republicanos. Este resultado fue interpretado como un triunfo para la República, pues la victoria en las áreas rurales de la monarquía se justificaba por la existencia del caciquismo y el analfabetismo. Por tanto inmediatamente se proclama la República en Eibar y Barcelona. En Madrid se formó un Comité Revolucionario y, en este momento, Alfonso XIII cesó en sus funciones y salió hacia el exilio a través de Cartagena. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española. 7. CONCLUSIÓNPrimo de Rivera estableció una Dictadura, siguiendo el ejemplo italiano, centralista y antinacionalista que, aunque consiguió restablecer el orden a costa de la libertad, realizaciones económicas y cierta popularidad tras el éxito en Marruecos terminaría fracasando en su intento de regenerar España ya que no fue capaz de detener el proceso de deterioro social y económico del país y, en su caída, arrastró también al rey Alfonso XIII. 

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