La Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República Española

Introducción

Aunque el comienzo de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera en España (1923) coincide con la aparición de otros autoritarismos en la Europa de entreguerras, sus causas fueron cuestiones propias de la política española: factores políticos, sociales y económicos que entre 1909 y 1923 provocaron graves crisis.
Tras el golpe militar se iniciará un régimen dictatorial que tendrá como máxima consecuencia el descrédito de la monarquía y el fin del sistema de la Restauración.

Desarrollo

1.- El golpe de estado del general Primo de Rivera (1923)

Los factores desencadenantes del golpe de estado de Primo de Rivera fueron:

  • La descomposición del sistema político: la incapacidad de los gobiernos de concentración (tras la crisis de 1917) para resolver los problemas.
  • La cuestión marroquí, que distanció más al ejército y al gobierno, sin una política clara en el norte de África, y el Expediente Picasso depurando las responsabilidades del Desastre de Annual (más de 10.000 muertos).
  • La crisis económica, agravada tras la primera Guerra Mundial, que aumentó la conflictividad social, sobre todo el terrorismo en Barcelona (más de 800 atentados en 1923), vinculado a la CNT y los “sindicatos libres” (amparados por la patronal).

Además, aumentaban los rumores de un golpe de Estado y también los sectores de la sociedad que aceptarían la solución autoritaria. En junio de 1923, Primo de Rivera contacta con otros altos mandos militares partidarios de un golpe (“el Cuadrilátero”). Los acontecimientos se precipitaron en septiembre: tres ministros dimitieron en protesta por la iniciativa militar en Marruecos, los catalanistas de izquierdas desfilaron arrastrando la bandera española, y la salida del Informe Picasso.


Primo de Rivera declaró el Estado de Guerra, exigió la dimisión del gobierno y entregó a la prensa el “Manifiesto al País y al Ejército españoles” que proclamaba la constitución de un Directorio Militar y enumeraba los problemas a resolver: terrorismo, propaganda comunista (de la CNT), impiedad religiosa, separatismo de la Acció Catalana (no el autonomismo de la Lliga), inflación, desorden financiero, Marruecos, inmoralidad política… Ni el gobierno ni el rey (de vacaciones) reaccionaron, y cuando este llegó a Madrid no apoyó la tardía reacción del gobierno, instándole a dimitir. Sin gobierno, el rey entrega a Primo de Rivera el poder: el 15 de septiembre juró como presidente y ministro universal asistido por un Directorio Militar.
Con trayectoria en las guerras coloniales y familia militar, Primo de Rivera defendía un Estado fuerte, intervencionista, antiliberal, conservador y monárquico. Se erigió con una visión regeneracionista en el “cirujano de hierro” que resolvería los problemas, el régimen fue bien acogido, sobre todo por el ejército, la iglesia, los industriales y la aristocracia. El gobierno de Concentración Liberal y los futuros dirigentes republicanos (Alcalá Zamora y Azaña) permanecieron pasivos, y los socialistas y la UGT expectantes. Solo algunos intelectuales, el Partido Comunista y la CNT se opusieron abiertamente (detuvieron a sus dirigentes y se declararon organizaciones ilegales).

2.- Directorio militar

En la primera etapa “provisional” (el Directorio militar, de septiembre de 1923 a diciembre de 1925); Primo de Rivera configuró el régimen con unos reales decretos: Confirmó el Estado de Guerra, suspendió las garantías constitucionales, disolvió las cortes, prohibió los partidos políticos, censuró la prensa, sustituyó a los gobernadores civiles por gobernadores militares, creó la figura del delegado gubernativo, disolvió todos los ayuntamientos y diputaciones provinciales, y creó la Unión Patriótica (único partido legal con el lema de “Dios, Patria y Rey”).


Intentó solucionar los problemas que provocaron el fracaso del sistema de la Restauración:

  • Restauró el orden público: dos años de Ley Marcial, y represión principalmente a CNT, nacionalismos, prensa e intelectuales.
  • El regionalismo: el golpe fue bien recibido por las clases rectoras catalanas (porque se extendió el Somatén nacionalmente y se persiguió el anarcosindicalismo de la CNT). Pero Primo de Rivera cambió radicalmente hacia un estricto centralismo. Rechazó toda forma de autonomía regional (supresión de manifestaciones culturales y uso exclusivo del catalán en el hogar).
  • En Marruecos, tras el Desastre de Annual el dictador quería abandonar e intentó llegar a un acuerdo con Abd-el-Krim, pero irritó a los continuistas africanistas e inició una política de semiabandono. Pero en 1925 Abd-el-Krim atacó el Marruecos francés propiciando la colaboración francoespañola, que dio sus frutos en el éxito del desembarco de Alhucemas, el líder de las kábilas rifeñas se entregó a los franceses y se pacificó el territorio. Fue el mayor éxito: aumentó la influencia africanista en el ejército, y dio confianza al dictador para prolongar e institucionalizar su régimen.

3.- Directorio civil


Para consolidar políticamente el régimen, Primo de Rivera sustituyó el Directorio militar por un Directorio
civil: un consejo dirigido por él y formado por militares (Martínez Anido) y civiles de la Unión Patriótica (Calvo
Sotelo, Aunós). Centró la propaganda en sus logros económicos: su política económica intervencionista para
fomentar la producción industrial y modernizar las infraestructuras beneficiándose del auge económico
internacional de “los felices años 20”. Se realizaron grandes obras públicas (red vial española, carreteras,
obras hidráulicas) y una política monopolística (criticada por ligarse a amigos del dictador) con compañías
como CAMPSA (petróleos) y la ITT (telefonía).

La política sociolaboral organizaba a los obreros en un sistema productivo paternalista tutelado por el Estado.
Se crea el “Consejo Nacional de Trabajo, Comercio e Industria”, el Instituto de Reformas Sociales y el Código
de Trabajo con mejoras sociales , y la Organización Corporativa Nacional de obreros y patronos en comités paritarios para
regular las condiciones laborales, controlar el movimiento sindical y evitar la conflictividad social. A partir de
1923 descendieron las huelgas, tal vez por la reprochada colaboración del Partido Socialista . Largo caballero entró en el Consejo de Estado. La CNT
(semiclandestina) se limitaba a atentados aislados, y su persecución fomentó el radicalismo con la
Federación Anarquista Ibérica. Tras tres años en el poder, intentó reorganizar el Estado y una reforma constitucional hacia
la institucionalización del régimen con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva que trató de
legitimar con un plebiscito (en el que participaron las mujeres).

CONCLUSIÓN
El proyecto institucional fue un fracaso. La dictadura mostraba su voluntad de permanencia, pero crecía la
oposición de los antiguos partidarios de la restauración y de los sectores más progresistas: los republicanos,
con un grave problema de desunión. Los intelectuales criticaban al dictador y las tensiones crecieron al destituir la Junta del Ateneo de Madrid, cerrar revistas y perseguir el uso del catalán. Los estudiantes se sumaron a la protesta tras la Ley de Reforma Universitaria que cerró la
Universidad de Madrid y Barcelona. La oposición militar se coordinó con la política (la Sanjuanada). El cuerpo
de artillería fue disuelto por las manifestaciones ante los ascensos por méritos de guerra. A esto se suma la
grave crisis económica como consecuencia de: la crisis del 29, la caída de la peseta, aumento de la
conflictividad social, conspiraciones militares, etc. Primo de Rivera, consulta a los capitanes
generales si aún tenía el apoyo del ejército, ante la fría respuesta presenta su dimisión al rey, que la acepta
de buen grado el 28 de enero de 1930, Primo de Rivera murió dos meses después en París.


INTRODUCCIÓN
En 1902 Alfonso XIII llegará al trono hasta 1923, cuando finalmente cae el sistema de la Restauración con
la dictadura de Primo de Rivera. Durante este periodo el panorama español se caracteriza por: la crisis del
bipartidismo, los males de España expuestos tras el desastre colonial del 98 y las crisis de 1909 y 1917. Por
otra parte, las clases privilegiadas impidieron una solución regeneracionista. Y, ente 1918 y 1923
desapareció el turismo y se sucedieron unos gobiernos de concentración incapaces de controlar la situación.

DESARROLLO 1.- La crisis de 1898 y las críticas al régimen de la restauración: intentos regeneracionistas
La pérdida de las últimas posesiones americanas en 1898 (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) en un contexto
internacional de colonización supuso un duro golpe para la conciencia nacional y el punto de partida de la
caída del sistema canovista, dejando un ambiente de pesimismo caracterizado por la miseria y el atraso
respecto a Europa, la necesidad de modernización, la incapacidad del sistema, los partidos inoperantes, el
desequilibrio entre centro y periferia y las divisiones de opinión. Surgieron movimientos intelectuales de crítica al sistema para dar soluciones:
– El regeneracionismo de Joaquín Costa defendía el fracaso del sistema, y veía la solución en la
participación del pueblo, con reformas políticas para las masas como podían ser actividades socio-económicas, educación, carreteras, europeización, redistribución de la tierra… Sin embargo, este fracasó porque Costa lo quiso hacer un partido político.
– La generación del 98, con escritores como Unamuno, Machado, Valle-Inclán… Concienció, aunque
sin proponer soluciones, sobre el atraso y el alejamiento de la política con la realidad. De ellos viene
el concepto de las dos Españas: una del progreso y librepensadora, y otra encerrada en sí misma y
en la tradición; una de pobreza rural, ignorancia y analfabetismo, y otra de las grandes ciudades.
– El novecentismo (de Eugenio D’ors, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón…) aspiraba a la
modernización por la cultura.


Aunque fracasado, el regeneracionismo impregnó la política, y dio lugar a relevantes reformas: los gobiernos
conservadores de Silvela y de Dato abordaron problemas arrastrados desde el siglo XIX . Pero fue en los gobiernos
de Maura cuando se realizó una revitalización política regeneracionista. También el líder del partido liberal,
Canalejas, intentaría su reformismo social y anticlerical.
2.- Alfonso XII y el agotamiento del sistema político: crisis del parlamentarismo
El comienzo del reinado de Alfonso XIII no alteró el turnismo de liberales y conservadores, pero el sistema
entró en crisis por la muerte de los líderes y artífices del sistema (Cánovas, Martínez Campos y Sagasta), la
sucesión de gobiernos más débiles, los partidos fuera del turno (republicanos, obreros, nacionalistas) y la
rigidez del sistema sin solución a los problemas del campo, desequilibrio regional, atraso económico…
2.1.- El gobierno de Antonio Maura y la crisis de 1909
Los gobiernos del conservador Antonio Maura asumieron propuestas regeneracionistas para revitalizar la
política, con su “revolución desde arriba”:
– Intento de descentralización regional (ley de Administración Central), que permite a ayuntamientos
unirse en mancomunidades, cosa que aprovechó Cambó
– Una nueva ley electoral, nunca aprobada, que acabaría con el caciquismo por la democratización de
los ayuntamientos, voto único obligatorio, actas electorales…
– Creación del Instituto de Reformas Sociales.
– Intervención en economía (proteccionismo y fomento de industria y comunicaciones).

Estas no pudieron reformar la estructura político-social caciquista y provocaron enfrentamientos entre grupos
sociales. En este panorama estalla la crisis de 1909 a raíz de las protestas en el puerto de Barcelona por
una expedición de reservistas a la guerra del Riff (Marruecos). Esto se convirtió en una huelga general y una
intensa revuelta (incendios de iglesias y conventos, barricadas, tiroteos…), que acabó en una dura represión
(condena a muerte de anarquistas como Ferrer Guardia). Por otra parte, el Partido Liberal se suma a la
protesta europea y provoca la dimisión de Maura. El pacto de El Pardo estaba roto y el rey debía reconstruir
la normalidad del turnismo.


2.2.- Gobiernos hasta la crisis de 1917
Tras la muerte de Cánovas y Sagasta y la crisis de 1909, el rey tuvo que elegir entre sus facciones. Tanto
el partido de Dato (conservador) como el de Canalejas (liberal), trataron de poner en marcha un programa
regeneracionista, este último legislando a favor de los obreros (ataques al latifundismo, convenios salariales,
seguros obreros…), pero ambos sin éxito y conllevando el asesinato de ambos líderes.
2.3.- La crisis de 1917
En la Primera Guerra Mundial (1914) Dato declaró la neutralidad de España, dando lugar al crecimiento
industrial, comercial y bancario, pero con una subida de precios a los que los trabajadores no podían hacer
frente. Esta etapa expansiva fue mal aprovechada, no se invirtieron los beneficios en modernización
distanciando más a las clases sociales, las beneficiadas por las exportaciones y las perjudicadas por la
inflación. Esto aumentó el malestar y comenzó la triple revolución de 1917:
– Revolución militar: La mayor preocupación del ejército era la promoción interna y solo los cargos más
altos tenían buen nivel de vida e intervenían en política. El ejército se dividió en dos: africanistas, de
la guerra de Marruecos que ascendían rápido por méritos de guerra; y los que subsistían en
guarniciones peninsulares ascendiendo por antigüedad. Ante esta situación en 1916 se crearon las
juntas de defensa, que pedían la regulación de los ascensos por estricta antigüedad y evitar las
influencias políticas. Además, las presiones sobre el rey provocaron la dimisión del gobierno y, el
nuevo gobierno de Dato reconoció las juntas y aceptó sus peticiones.


Revolución política: siguiendo a las juntas militares, los parlamentarios catalanes como Cambó y
Riba exigieron al gobierno la celebración de una asamblea de parlamentarios en Barcelona, apertura
de las cortes y una reestructuración del estado que incluyese la autonomía de Cataluña. Ante la
negativa del gobierno, estos se reunieron en una nueva asamblea de parlamentarios en Madrid
exigiendo la celebración de cortes constituyentes. Las protestas finalizaron debido al miedo a una
represión similar a la sucedida en la Huelga General junto a la oferta por parte del rey de incluir a
dos miembros de la Lliga en el gobierno.
– Revolución social: Ante las juntas de defensa, el manifiesto de la Asamblea de Parlamentarios y la
dura represión de la huelga de ferroviarios valencianos, UGT, PSOE y CNT convocaron una huelga
general que se extendió por toda España. Se declaró el estado de guerra y esto se saldó con una
dura represión: la muerte de decenas de obreros, más de dos mil detenidos y cadena perpetua para
el comité directivo de la huelga. Por todo esto, la Asamblea de Parlamentarios retrocedió asustada.
CONCLUSIÓN
Tras el fracaso de la revolución de 1917 la situación era insostenible: una crisis política de los gobiernos de
coalición (13 cambios de gobierno entre 1917 y 1923) junto a una crisis económica (inflación y cierre de
empresas) y un incremento en la violencia social debido al aumento de influencia de los sindicatos, que
daban lugar a constantes huelgas y enfrentamientos entre los patronos y los obreros, a los que el gobierno
respondía con medidas represivas.
Por otra parte, 1921 fue un año decisivo debido al asesinato de Dato y el fracaso de la guerra del Riff con el
desastre de Annual, en el que perecieron 10000 soldados, lo que provocó que los últimos gobiernos pidieran
explicaciones al rey, las cortes y el ejército acerca de este (expediente Picasso). Cada vez más se oían
voces de la necesidad de un Cirujano de hierro que pusiese orden a la situación política. Este llegaría en
1923 con el nombre de Miguel Primo de Rivera.


INTRODUCCIÓN
La II República (1931-1936) fue el primer intento de instaurar en España un sistema democrático moderno: las clases
medias adquirieron por primera vez el poder político ante la hostilidad de los grupos tradicionales y las clases populares.
Pero, la situación internacional europea era desfavorable: se viven las consecuencias económicas de la crisis del 29 y
la crisis de las democracias frente al ascenso de los totalitarismos de izquierda (comunismo) y derecha (fascismos).
DESARROLLO
1.- La caída de la monarquía y la proclamación de la segunda república
Primo de Rivera dimitió en 1930, y tras un intento fallido de volver al sistema de la Restauración con Dámaso Berenguer,
un Comité Revolucionario intentó proclamar la II República de acuerdo con el pacto de San Sebastián (republicanos,
socialistas, izquierda nacionalista e intelectuales), con un golpe militar y una huelga general que fracasó. El almirante
Aznar convocó las elecciones municipales (debido a las amenazas de los partidos) del 12 de abril de 1931. Donde los
monárquicos triunfaron en el campo, y la coalición republicano-socialista en las ciudades. El 14 de abril se proclamó la
II República española con júbilo popular. El rey, sin el apoyo de Sanjurjo (director de la guardia civil) se exilió.
2.- El gobierno provisional
Los miembros del Comité Revolucionario formaron un Gobierno Provisional de concentración republicano-socialista.
Sus primeras medidas para solucionar los problemas urgentes fueron:
– Negociación con Maciá (Esquerra) el Estatuto de Autonomía y el gobierno de la Generalitat prometidos a
cambio del reconocimiento de la autoridad central.


– Proclamar el Estado de Guerra y expulsar al antirrepublicano Cardenal Segura por enfrentamientos de
republicanos y católicos-monárquicos (artículos en el ABC y El Debate, quema de conventos).
– Las reformas militares de Azaña (ministro de guerra), ante el atraso técnico y el exceso de mandos: menos
divisiones, pasar oficiales a la reserva, crear la Guardia de Asalto fiel a la República, anular los ascensos por
méritos de guerra… Pero, con la oposición de africanistas y el poco presupuesto no se alcanzó el objetivo.
– Las reformas laborales de Largo Caballero (ministro de trabajo): legislación social, prórroga de arrendamientos,
contratación colectiva, ley de términos municipales, jurados mixtos, salario mínimo, jornada de 8h…
– La reforma electoral estableció la mayoría en los 23 años y el sufragio universal (masculino).

En las elecciones a Cortes Constituyentes los anarquistas se abstuvieron y la derecha desunida fue derrotada por la
unión republicano-socialista y Esquerra de Cataluña (PSOE, Partido Radical Socialista, Esquerra Republicana, PNV…).
Por otra parte, la CNT desató unas huelgas seguidas de una fuerte represión del gobierno.
3.- Constitución de 1931
La Constitución de 1931 se votó el 9 de diciembre y, define a España como una república de trabajadores de toda
clase: inspiración izquierdista, democrática, progresista, soberanía popular con separación de poderes, sufragio
universal, igualdad ante la ley, inviolabilidad del domicilio, libertad de cultos, separación Iglesia-Estado, estado integral
compatible con la autonomía de los municipios y las regiones, desaparece el Senado y la presidencia es de seis años.

4.- Bienio progresista
Votada la Constitución, Alcalá Zamora es proclamado presidente de la República y Azaña presidente del gobierno. Se
puede decir que el gobierno de Azaña comenzó con el gobierno provisional, y constituye el bienio reformista o
progresista. Realizó las siguientes reformas:


– Política agraria: con el problema agravado por las desamortizaciones (latifundios sin cultivar, campesinos sin tierra en
extrema pobreza…), y tras solo aprobar los decretos del gobierno provisional, aumentaron las huelgas y conflictos con
la Guardia Civil: los sucesos de Castilblanco y Arnedo. Esto se saldó con la destitución de Sanjurjo de la Guardia Civil.
Por otra parte, la ley de reforma agraria de 1932, consistirá en: expropiar los grandes latifundios mal explotados y
repartir la tierra entre los campesinos, para ello se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA). Pero, fue un proceso
lento y con pocos resultados, lo que aumentó la decepción y la conflictividad rural. En contra: la derecha, la vía radical
y los anarquistas que la veían insuficiente.

– La cuestión religiosa: al comienzo de la República se instauró el Estado de Guerra por la violencia sobre este. Los
artículos constitucionales sobre la relación Estado-Iglesia y otras leyes, provocaron la primera crisis, caracterizada por:
la separación de Iglesia y Estado, Estado laico, matrimonio civil, divorcio, Ley de Congregaciones Religiosas… La
iglesia aún tenía una gran influencia y surgió un partido para defender sus intereses: la Confederación de Derechas
Autónomas (CEDA) de Gil Robles.

– Autonomías: tras proclamarse la República catalana y negociar con Maciá, se legalizaron los estatutos de autonomía
y los gobiernos propios dentro del Estado integral. Los partidos nacionalistas se encargaron del proceso estatutario: en
1932 se aprobó el estatuto catalán (Esquerra), el vasco tubo más trabas (desacuerdo interno), y se aprobó en 1936
con la victoria del Frente Popular. Otras regiones (León, Andalucía…) iniciaron estudios que no llegaron a realizarse.
– Educación y cultura: para acabar con la influencia de la iglesia en la educación, se fomentó una escuela laica, pública
y gratuita. Se sustituyó a la iglesia por el Estado aumentando el sueldo a docentes, construyéndose 27.000 escuelas…
– Caída y elecciones: En 1932 fracasó el golpe del general Sanjurjo, y Azaña cambió su pena de muerte por la perpetua.
Además, la oposición (Partido Radical, las derechas y la CNT) aumentaba por el fracaso de la reforma agraria y el
escándalo de Casas Viejas, que junto a las críticas, discusiones en Cortes y dudas en la alianza, provocaron la dimisión
de Azaña (1933), al que le sucedió Martínez Barrio, que convocó elecciones generales, obteniendo una fuerte
abstención, el triunfo de la derecha y la representación de la Falange Española y el Partido Comunista Español.


5.- La república de derechas: el bienio conservador o negro
Comienza el Bienio Negro, periodo sin gobiernos estables de un solo partido. Aunque la CEDA fue el partido más
votado (desconfiaban de su fidelidad a la República), el Partido Radical formó un gobierno de derechas con su apoyo.
El gobierno de Lerroux frenó las reformas del bienio anterior:
– Contrarreforma a la ley agraria: la paralizó por falta de presupuesto, devolvió tierras expropiadas…
– Se paralizó la ley de congregaciones religiosas, y se dió un sueldo al clero de los presupuestos.
– No se rectificaron las reformas militares de Azaña, pero se dieron los mandos militares a generales poco afectos
a la República: Mola y Franco (jefe del Estado Mayor).
Ante las reformas contra el Estatuto, los diputados catalanes dimitieron. Y, los conflictos se agravaron con la crisis
económica y las medidas antireformistas. El PSOE y la UGT se radicalizaron amenazando con una revolución si la
CEDA entraba en el gobierno. Samper dimite y Lerroux vuelve al gobierno.
Revolución de 1934: el nuevo gobierno, presidido por Lerroux, incluye a tres ministros de la CEDA y, las izquierdas y
los nacionalistas lo consideran una amenaza y preparan una huelga general:
– En Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao y Andalucía fracasó con una fuerte reacción del gobierno.
– Lluis Companis proclama la República Federal catalana y el gobierno de la Generalitat y Azaña son arrestados.
– En Asturias se forma la Unión de Hermanos Proletarios (socialistas, comunistas y CNT), se instaura una
República socialista y se inicia la revolución (milicias de obreros y mineros). Por otra parte, el gobierno envió a
la Legión y los Tercios regulares dirigidos por Franco, pero hubo gran resistencia: más de mil muertos, miles
de detenciones, pérdidas de empleo… Se sucedieron gobiernos de coalición Radical y CEDA que siguieron la
política antireformista mientras los enfrentamientos aumentaban.


Por otra parte, los escándalos económicos y políticos del gobierno de Lerroux (estraperlo) y sus diferencias con Alcalá
Zamora, caracterizaron el fin del bienio. Lerroux fue destituido y Chapaprieta formó un nuevo gobierno. La CEDA pidió
la presidencia, pero Alcalá se la negó. Valladares formó gobierno para disolver las cortes y convocar elecciones (1936).
6.- Dualismo de la política española: pacto del frente popular
En pleno ascenso de los fascismos europeos, la izquierda republicana se une al pacto del Frente Popular (con apoyo
de la CNT), y derecha se une a un frente antirrevolucionario, el Bloque Nacional (CEDA y Falange). Triunfó el Frente
Popular y, las derechas reaccionaron: Calvo Sotelo y Franco pidieron el Estado de Guerra. Las cárceles se abrieron.
Obra del frente popular: Azaña formó un gobierno republicano con apoyo de socialistas y comunistas, aplicó el
programa del Frente Popular: amnistía para los presos políticos, reforma agraria, distribución territorial del poder (restaurar el estatuto de autonomía en Cataluña y aprobar el del País Vasco),
política educativa del primer bienio, y reasignación de los militares desafectos a la República (Franco, Mola, Goded).
El gobierno logra la sustitución de Alcalá Zamora (constitucionalmente por disolver las cortes dos veces): Azaña pasa
a la presidencia de la República y Casares Quiroga a la del gobierno.
CONCLUSIÓN La derecha y la izquierda se radicalizaban cada vez más: la extrema derecha de la Falange y el Bloque Nacional
confiaban cada vez menos en el parlamentarismo, y la UGT y la CNT movilizaban numerosas huelgas de obreros, que
se alejaban de los partidos para hacer la revolución social. La lucha callejera fue el encuentro de la polarización política
y social: cientos de asesinatos, incendios de iglesias… El gobierno de Casares Quiroga no pudo controlar la violencia.
Además, el ejército estaba dividido, y parte de sus mandos, coordinados por el General Mola, participaban en una
conspiración contra el gobierno. Los asesinatos del teniente Castillo y Calvo Sotelo en 1936 aceleraron la sublevación
militar, con la que comenzaría la Guerra Civil.

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