La entrada de miembros de la CEDA EN EL GOBIERNO FUE INTERPRETADO POR LA IZQUIERDA

B-. El Bienio Conservador (1933-1935)


Las elecciones generales de Noviembre de 1933 dieron la victoria a los partidos de centro-

Derecha

El nuevo gobierno orientó su acción política hacia el desmantelamiento de toda la obra reformista del bienio anterior. Los gobiernos se estructuraron alrededor de dos fuerzas políticas, el Partido Radical de Alejandro Lerroux, que fue a posiciones más conservadoras, y a la CEDA, un partido de la derecha católica y liderado por Gil Robles.
El nuevo gobierno presidido por Lerroux inició su mandato con la paralización de buena parte del proyecto reformista anterior. En el campo se frenó la reforma agraria, se anulo la concesión temporal de tierras a los campesinos y se concedíó total libertad de contratación de jornaleros a los patronos, lo que supuso una tendencia a la baja de salarios de los jornaleros. El campo conocíó un ambiente de revancha: los propietarios mostraron su voluntad de desquitarse de las reformas anteriores y los campesinos respondieron con numerosas huelgas.
La cuestión agrícola enfrentó al gobierno central con la Generalitat de Cataluña, que seguía en manos de los republicanos de izquierda, a raíz de la promulgación de la Ley de Contratos de cultivo. Esta ley permitía a los campesinos arrendatarios acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban, pagando a los propietarios unos precios tasados. Los propietarios catalanes buscaron el apoyo de las Cortes. Éstas enviaron esta ley de la Generalitat al Tribunal de Garantías Constitucionales, el cual determinó la inconstitucionalidad y anuló sus efectos. El gobierno de la Generalitat no aceptó la anulación y poco después volvíó a aprobar otra ley prácticamente igual a la anterior. El gobierno central también se enemistó con los nacionalistas vascos al paralizar el proyecto de estatuto vasco.
Por otro lado, se quiso contrarrestar la reforma religiosa del gobierno anterior mediante la dotación de un presupuesto para culto y clero. Se aprobó una amnistía para los sublevados con Sanjurjo en 1932. Por el contrario, la reforma militar de Azaña siguió vigente, asó como los cambios promovidos en materia de educación, aunque se redujo su presupuesto.
El cambio conservador del gobierno tuvo como consecuencia una radicalización del PSOE y de la UGT. Su ala izquierdista, liderada por Largo Caballero, propónía la revolución social, mientras el sector más moderado del PSOE, liderado por Indalecio Prieto, defendía la necesidad de colaborar con los republicanos de izquierda para estabilizar la República y profundizar en el proceso reformista.
La proliferación de las huelgas y conflictos llevaron a la CEDA a endurecer su posición política y a participar en el gobierno bajo la amenaza de retirar su apoyo parlamentario. El presidente del gobierno, Lerroux, accedíó a estas peticiones de la CEDA y el 5 de Octubre de 1934 se les otorgó tres carteras ministeriales a la CEDA.
La entrada de los miembros de la CEDA en el gobierno fue interpretada por la izquierda como un cambio hacia el fascismo y la reacción no se hizo esperar. Al día siguiente de la formación del nuevo gobierno, por iniciativa de la UGT y con escasa participación de la CNT, se produjeron huelgas generales en las grandes ciudades. Este movimiento fracasó por la falta de coordinación y por la contundente respuesta del gobierno que decretó el estado de guerra. A pesar de ello, en Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, fruto del acuerdo previo entre anarquistas, socialistas y comunistas. Columnas de mineros armados ocuparon los pueblos de la cuenca minera y sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios. Los mineros sitiaron Oviedo y formaron patrullas dispuestas a defender la revolución y a enfrentarse a las fuerzas del orden. Éstas no tardaron en llegar ya que el gobierno decidíó mandar al Principado¸ desde África, a la Legión para reprimir el levantamiento. Finalmente todos los núcleos insurrectos fueron derrotados.
El balance del conflicto fue cruento. Con más de 1.000 muertos entre los mineros y 450 entre los militares y unos 5.000 detenidos. El elevado número de bajas entre los mineros se debe a la serie de ejecuciones ordenadas por los generales responsables y a la durísima represión desencadenada tras el levantamiento.
En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, debido a la entrada de la CEDA en el gobierno central, proclamó la República catalana dentro de la República Federal española. La escasa participación de los ciudadanos catalanes hizo fracasar el movimiento insurreccional, en Cataluña, donde la revuelta tuvo un carácter más político que en Asturias.
La rebelión catalana fue rápidamente sofocada con la declaración del estado de guerra y con la ocupación del palacio de la Generalitat por el ejército. La represión tampoco se hizo esperar y el gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona fueron encarcelados. Se suspendíó la autonomía catalana y se anuló la Ley de Contratos de Cultivo. Azaña, que se encontraba en Barcelona, fue encarcelado y en Madrid también fueron detenidos varios líderes, entre ellos Largo Caballero.
Las consecuencias de la revolución de Octubre fueron notables.
1. La influencia de la CEDA aumentó en el gobierno.
2. Se suspendíó el Estatuto de autonomía de Cataluña.
3. Se devolvieron las propiedades a los jesuitas.
4. Se nombró a Gil Robles ministro de la Guerra y a Franco, jefe de Estado Mayor.
5. La dura represión uníó a las fuerzas de izquierda contra la política del gobierno conservador.
La reforma de la constitución era la gran aspiración política de Gil Robles, y aunque tanto los radicales como el mismo presidente de la República, Alcalá Zamora, se mostraron favorables a ello, discrepaban en su real alcance.
Pero el proyecto de modificación constitucional no llegó a ser votado como consecuencia de la crisis de gobierno iniciada en otoño de 1935. En esa crisis influyeron, en primer lugar, la falta de entendimiento entre el presidente de la República, Alcalá Zamora, y Alejandro Lerroux presidente del gobierno. En segundo lugar, el Partido Radical de Lerroux se vio afectado por una serie de escándalos de corrupción, como el “caso del estraperlo”( una ruleta trucada que bajo soborno se había intentado implantar en varios casinos españoles), o los casos de malversación de fondos por parte de varios políticos radicales en el gobierno.
El clima político se enrarecíó y la falta de una mayoría parlamentaria que sustentase el programa del gobierno hizo imprescindible un relevo en el poder. Alcalá Zamora decidíó convocar nuevas elecciones para Febrero de 1936.
En las elecciones del 16 de Febrero de 1936 se formaron dos bloques políticos claramente enfrentados:
I. El bloque de los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular.
· Una coalición electoral basada en un programa común que defendía la concesión de una amnistía para los encarcelados de Octubre.
· La reintegración en cargos y puestos de trabajo para los represaliados por razones políticas.
· La aplicación de la legislación reformista suspendida por la coalición radical-cedista.
II. El bloque de los partidos de derecha estaba formado por diferentes coaliciones, constituidas por la CEDA, los monárquicos y los tradicionalistas. La derecha no logó confeccionar una candidatura única para toda España ni redactar un programa electoral común.
En las elecciones de Febrero de 1936, el Frente Popular obtuvo el 48% de los votos, mientras las derechas se hicieron con el 46,5%. La derecha obtuvo buenos resultados y aumentó su fuerza en las dos Castillas, León, Navarra y parte de Aragón, mientras la izquierda obténía la mayoría en las grandes ciudades en el sur, y en las regiones del litoral atlántico y mediterráneo.

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