TEMA 5: EVOLUCIÓN DEL FRANQUISMO HASTA 1959
Tras la Guerra Civil (1936-1939) España sufríó las graves consecuencias del conflicto, en muchos aspectos.
El número de muertes totales, de ambos bandos ronda las 350.000. La crueldad de los vencedores se mantuvo después de la guerra al continuar con una represión que acabó con la vida de entre 30.000 y 50.000 personas. Además, hubo alrededor de 270.000 de presos políticos. Otros muchos prefirieron exiliarse, en torno al medio millón de españoles abandonó el país huyendo de la represión franquista. La represión no se dio solo a nivel político, si no a escala social, “los rojos” desaparecieron de España, ya sea escondidos, en el exilio o encarcelados. Esto supuso también una pérdida a nivel cultural, casi todos los intelectuales fueron víctimas de la represión.
Por otro lado, la Guerra Civil se cobró un alto precio en destrucciones materiales: carreteras, ferrocarriles, puentes… La producción agraria disminuyó en más del 20%; y la industrial, en más del 30%. La renta per cápita cayó también casi un 30% y hasta 1952 no se recuperó el nivel de antes de la guerra. El régimen se vio obligado a establecer cartillas de racionamiento, que tuvo que mantener hasta 1952, esto provocó la aparición del estraperlo, el mercado negro de la posguerra.
El triunfo de los sublevados supuso el inicio de una dictadura militar que se prolongó durante casi cuarenta años. Apartando a España de la evolución de las democracias occidentales.
La dictadura franquista se asentó sobre unos principios ideológicos, procedentes de la Falange, del carlismo, de la Iglesia, y de la tradición conservadora española. El franquismo, personificaba en Franco la soberanía nacional, reunía todos los poderes. La ideología más aceptada es el nacionalcatolicismo.
El régimen prohibíó los partidos políticos, pero colaboraron grupos ideológicos. Estos grupos son denominados “familias políticas”:
El ejército, base del régimen. Se sirvió de él para garantizar el orden, con numerosa presencia en las Cortes y Consejo de Ministros. Algunos exigirían el restablecimiento monárquico.
La Falange. Aportó principios ideológicos como el anticomunismo, el antiparlamentarismo y el antiliberalismo, y rasgos fascistas como símbolos, saludos y uniformes. Adoctrinó con la Sección Femenina, el Frente de Juventudes y la Organización Juvenil Española.
La Iglesia, como legitimadora del régimen, dominó la vida social. Controló la educación y los medios de comunicación, a través de la censura.
Los monárquicos: carlistas y juanistas, que aspiraban al restablecimiento de la monarquía.
Para legitimar el régimen se redactó el Fuero del Trabajo (1938), siguiendo como modelo la Constitución Social Fascista. Además, se promulgaron otras Leyes Fundamentales: Ley Constitutiva de las Cortes (1942) una asamblea consultiva, que representaban a sindicatos, familias y municipios. Fuero de los Españoles (1945) establecía los derechos y deberes concedidos por el dictador. Ley del Referéndum Nacional (1945) recogía la posibilidad de consulta por referéndum…
Aunque España se declaró no beligerante en la II Guerra Mundial, mantuvo una posición claramente a favor del bando fascista.
Recién acabada la guerra, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que unía a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. En Octubre de 1940, tras la invasión nazi de Francia, tuvo lugar una entrevista entre Franco y Hitler que estuvo a punto de meter a nuestro país en el conflicto mundial. Finalmente, Hitler no aceptó las condiciones de Franco y la incorporación a la guerra de un país que acababa de Salí de su propia guerra no era de gran interés para el Eje. Sin embargo, para mostrar su apoyo a las potencias fascistas, España envío a la División Azul a luchar junto a las tropas nazis en el frente ruso. Las derrotas del Eje hicieron que, a partir de 1942, Franco comenzara un giro en su política internacional buscando la conciliación con los países aliados.
En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas votó contra el ingreso de España. La dictadura de Franco era considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas. A este suceso le siguieron años de aislamiento económico y político. España no recibíó ninguna ayuda del Plan Marshall, ni fue admitida en la OTAN.
Tras la victoria de Franco, uno de los principales objetivos del gobierno fue iniciar un proceso de recuperación económica. Se optó por un régimen de autosuficiencia económica (autarquía) y de intervención del Estado en la economía. Limitando al máximo los intercambios con el exterior, reduciendo las importaciones. El objetivo de la autarquía era producir todo lo necesario dentro de las propias fronteras. Las consecuencias de este intervencionismo económico franquista fueron catastróficas y dejaron al país al borde del colapso económico. Se produjo un estancamiento económico del país y un retroceso de la producción industrial. Aumentó la inflación y la escasa producción agrícola junto a la reducción de los intercambios comerciales provocaron una extensión del hambre y de la desnutrición. Entre 1939 y 1945 más de 100.000 españoles murieron. La disminución de los salarios y el aumento del desempleo provocaron la aparición de un mercado negro, “el estraperlo”.
La tensión hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional norteamericana. En 1950, la ONU recomendó el fin del aislamiento diplomático de España. En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares norteamericanas en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio España recibíó una ayuda económica norteamericana mucho menor a la que recibieron otros países europeos con el Plan Marshall. También en 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede. El fin del aislamiento internacional quedó claramente expuesto con la visita del presidente norteamericano Eisenhower a España en 1959. El abrazo entre el general, que había intervenido de forma clave en la derrota de Hitler y el dictador, que había sido aliado del Führer mostraba como la guerra fría había cambiado la política internacional.
Tras el terror y la paralización del país durante los años cuarenta, en los años cincuenta aparecen las primeras protestas de la oposición: En 1956, tuvieron lugar diversos incidentes en la Universidad de Madrid entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU. Sin embargo, esta oposición tuvo una incidencia muy débil. Estuvo marcada por una nueva generación de jóvenes que no había vivido la guerra y estaba disfrutando de la recuperación del país.
Después del fracaso de la autarquía, en 1957 Franco decide entregar la dirección del gobierno a los “tecnócratas” del Opus Dei, cuyo objetivo era incorporar la racionalidad y la eficacia a la gestión del Estado. Apostaban por un reformismo técnico para encontrar una salida a la grave situación económica y social derivada de la autarquía. En este momento comienza la etapa del desarrollismo, fue el inicio de la reforma económica de 1959 que traería la liberalización de la economía y el desarrollo de los sesenta.