TEMA 1: La España de la posguerra, 1939-1959: aspectos sociales, políticos y económicos
La incipiente organización gubernamental y la legislación existentes tras la guerra muestran la oposición al sistema republicano y las simpatías con los regímenes fascistas europeos. La configuración del régimen de Franco se va realizando durante un largo proceso en el que experimenta una continua remodelación. Este poder personal contaba con un apoyo institucional, ideológico y social.
A nivel institucional, el Ejército y la Iglesia son fieles aliados del régimen. La Falange proporcionó el principal arsenal ideológico y autoritarismo de corte fascista. Los Monárquicos eran otra fuerza importante en las filas del franquismo y estaban divididos en dos tendencias: carlistas y donjuanistas. A nivel social se contó con el apoyo de la oligarquía terrateniente y de grupos financieros e industriales, sin olvidar el peso del pequeño propietario agrícola de la mitad norte. Franco trató de asegurar el control de todos los resortes del poder y exigir una absoluta fidelidad a sus colaboradores. En agosto de 1939 se forma el segundo gobierno de Franco que perdurará hasta 1945. Son conocidos como etapa azul puesto que el gobierno está compuesto por militares, falangistas y por monárquicos vinculados a la dictadura de Primo de Rivera. Existe una voluntad de crear un modelo de Estado fascista. En esta etapa se crean las Cortes. Ni sus miembros eran elegidos por sufragio, era un órgano consultivo.
Al estallar la 2ª Guerra Mundial, España se declaró neutral, ante el penoso estado del país tras la Guerra Civil y la necesidad de aprovisionamiento de materias primas y de fuentes de energía procedentes del mundo anglosajón. A partir de 1941 la evidencia de una guerra larga va confirmando la negativa española, la cual quedó implícita en la entrevista que mantuvieron Franco y Mussolini en Italia. En 1943 la victoria alemana era cada vez más improbable y los aliados habían desembarcado ya en Marruecos y Sicilia. El gobierno español cambió el discurso y empezó a proclamar la vinculación con el Vaticano y a denunciar el comunismo. El 1 de octubre de ese mismo año se volvía a la neutralidad.
En junio de 1945 se vetaba el ingreso de España en la ONU. Al año siguiente Francia cerraba su frontera con España y el Consejo de Seguridad de la ONU analizó las posibles medidas a tomar. Se decidió excluir a España de todos los organismos internacionales vinculados a la ONU y proponer la retirada de los embajadores acreditados en Madrid. Ante esto, el gobierno de Franco optó por retirar toda la parafernalia fascista del régimen y esperar que en el proceso abierto hacia la Guerra Fría se pudiera producir una aproximación hacia los aliados occidentales. Por otra parte, se intentó con cierto éxito una aproximación hacia algunos países hispanoamericanos y árabes. En junio de 1945 se promulga el Fuero de los Españoles que concedía unos derechos que no podían chocar con los principios del Estado. Se constituyó un nuevo gobierno, comenzando así el nacionalcatolicismo. La creciente presión de los monárquicos dificultó las relaciones entre Franco y don Juan de Borbón.
En la década de los años 50 comienza a disminuir la influencia de la Falange. Dos aspectos inciden en el cambio del rumbo. Por un lado, el contexto internacional con el desarrollo de la Guerra Fría y el fin del aislamiento. Por otro, el fascismo agrario empezaba a quedar desfasado tanto en el interior como en el entorno europeo. El nacionalsindicalismo de la etapa azul es prácticamente abandonado. La figura emergente y clave es el almirante Carrero Blanco.
En 1951 se forma un nuevo gobierno. Carrero Blanco aparece como ministro. La difícil situación económica en el interior genera una oleada de huelgas que culmina en 1956 cuando se produce un movimiento estudiantil.
En este ambiente de tensión se intenta dar a la Falange un mayor protagonismo, pero Franco acaba promoviendo una importante renovación ministerial en la que aquella va a ser la gran derrotada. El nuevo gobierno promulgó leyes que regulaban la actuación del poder político en la que aparecen los principios básicos del franquismo.
En 1947, el representante estadounidense de la ONU se negó a ratificar la condena sobre el régimen español. Franco ese mismo año les ofreció asentar las bases militares en nuestro territorio. La Guerra de Corea vino a favorecer este proceso. En noviembre, la ONU levantó su veto al régimen español. Poco después se normalizan las relaciones diplomáticas entre España y EEUU y en 1953 se firman unos acuerdos entre ambos países por los que España recibiría la ayuda del Plan Marshall.
Terminada la Guerra Civil se impulsó una política económica autárquica influida por el fascismo italiano. Es una política que favorece el control de la economía por el aparato gubernamental. En toda la década se estuvo por debajo de los índices de renta y producción anteriores a la guerra y no se llegaron a conseguir los objetivos establecidos. La propaganda del régimen exponía como principal objetivo evitar el hambre pero hubo problemas de abastecimiento.
Política agraria: se subordinó la economía a la política antiliberal y anticomunista. Se inicia así un proceso de ruralización que parte de la devolución de las tierras anteriormente expropiadas y trata de recuperar los índices de producción a través de una mayor tecnificación y potenciación del trabajo agrario.
Política industrial: la Guerra Civil supuso un parón en el desarrollo industrial del país. El comercio exterior trató de abastecer al país de aquellos productos que escaseaban en el interior.
El proceso liberalizador se experimenta paralelamente y se explica por 2 razones: por un lado, el cambio de coyuntura internacional y, por otro, la liberalización desde el interior. En definitiva, la década de los 50 supone el comienzo de un despegue económico con un fuerte crecimiento anual de la Renta Nacional e importaciones cambios en la política económica. Las buenas cosechas al principio de la década y la normalización de las relaciones exteriores permitieron suprimir el racionamiento y disminuir el intervencionismo estatal.
La Guerra Civil dejó una España de vencedores y derrotados. Los primeros gozaron de todo tipo de privilegios. Los derrotados fueron arrinconados socialmente. La sociedad quedó dirigida por unos principios altamente tradicionalistas. La Iglesia conseguía un notable influjo en la formación de la sociedad. En la enseñanza, se prohibió la coeducación a partir del parvulario. La familia era uno de los pilares básicos de la sociedad. La soltería estaba mal vista y los problemas jurídicos tras una ruptura matrimonial eran grandes.
El Estado era el que reglamentaba toda actuación a través de las Magistraturas de Trabajo. La huelga quedaba prohibida. El régimen promovió la legislación en favor del trabajador. A lo largo de estas 2 décadas se observa una progresiva emigración del campo hacia la ciudad que permitiera mejorar el nivel de vida, pero en la ciudad se produjeron problemas por las viviendas y encontrar empleo no era fácil.
Ante el exilio de intelectuales y artistas debido a la Guerra, la España franquista conoció lo que algún autor llamó el páramo cultural de la posguerra. La política del régimen hizo que la censura afectara a todas las actividades intelectuales y a los medios de comunicación. Las principales formas de evasión eran el cine, el fútbol y los toros.