Felipe III y el Duque de Lerma
Durante el reinado de Felipe III, el poder recayó en el Duque de Lerma, quien trasladó la corte a Valladolid. Se realizaron grandes emisiones de moneda, lo que provocó una inflación que condujo a la bancarrota de 1607. En este contexto, se firmó la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas y se expulsó a los moriscos, lo que agravó la crisis demográfica y privó a la agricultura de mano de obra especializada.
Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares
Con Felipe IV, el poder pasó al Conde-Duque de Olivares, quien intentó mejorar la situación de la hacienda aumentando la presión fiscal sobre Aragón y Portugal. Su proyecto de **Unión de Armas**, que buscaba crear un ejército de 140.000 hombres para fortalecer la monarquía, generó conflictos y fue abandonado en 1643.
Carlos II y la crisis de sucesión
El reinado de Carlos II, marcado por la regencia de su madre Mariana de Austria, se caracterizó por la lucha entre facciones de la aristocracia, el reconocimiento de la independencia de Portugal en 1668 y el problema de la sucesión al no tener descendencia. Con su muerte, se extinguió la Casa de Austria y dio paso a la llegada de los Borbones.
La crisis de 1640
La crisis de 1640 se originó por la política centralizadora y uniformizadora de Olivares, que buscaba acabar con los fueros y privilegios de los reinos. La respuesta fue una sublevación generalizada que comenzó en Cataluña con el **Corpus de Sangre** y se extendió a Portugal, que se separó de la monarquía. La guerra con Francia y la Guerra de los Treinta Años agravaron la situación.
El ocaso del imperio español en Europa
La política exterior de Felipe IV se centró en restaurar el prestigio militar perdido. España se involucró en la Guerra de los Treinta Años, que concluyó con la Paz de Westfalia en 1648. Las consecuencias fueron el reconocimiento de la independencia de Holanda, la expansión de Francia y la pérdida de la hegemonía española en Europa.
Evolución económica y social
El siglo XVII fue una etapa de depresión económica y social en España. Las causas fueron las epidemias, la expulsión de los moriscos, las malas cosechas, la disminución de las exportaciones y la decadencia de la artesanía. La crisis afectó a todas las capas sociales, desde la nobleza hasta los campesinos.
La Guerra de Sucesión y el cambio dinástico
La muerte de Carlos II sin descendencia desencadenó la Guerra de Sucesión entre Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos de Austria. El conflicto concluyó con el Tratado de Utrecht, que reconoció a Felipe V como rey de España y supuso la pérdida de territorios europeos.
Reformas borbónicas
Los Borbones implementaron reformas para fortalecer la monarquía absoluta, como los Decretos de Nueva Planta que abolieron los fueros. Durante el reinado de Carlos III, se impulsó el despotismo ilustrado con medidas para fomentar la agricultura, la industria, el comercio y la educación.