1. El Nuevo Orden Europeo tras la Paz de Utrecht
En 1714, los tratados de Utrecht y Rastadt marcaron un punto de inflexión en la historia europea. España, tras perder sus posesiones europeas, se centró en mantener su imperio americano. Reino Unido, por su parte, se consolidó como potencia marítima, obteniendo enclaves estratégicos y acceso al comercio americano.
2. La Guerra de Sucesión Española
Causas y Bandos
La Guerra de Sucesión Española (1701-1714) fue un conflicto civil e internacional que enfrentó a distintos grupos sociales y territorios. El enfrentamiento se centró en la sucesión al trono español tras la muerte de Carlos II. Castilla, con apoyo popular y de parte de la aristocracia, se mantuvo fiel a Felipe V de Borbón. En la Corona de Aragón, la situación fue más compleja. En Valencia, el conflicto se convirtió en una revuelta antiseñorial, mientras que en Cataluña, la animadversión hacia los franceses influyó en la oposición a Felipe V. Las causas de esta división territorial fueron diversas, incluyendo el temor al absolutismo borbónico.
Desarrollo y Consecuencias
El conflicto se desarrolló a favor de los Borbones, y en 1711, la victoria de Felipe V parecía evidente. Las consecuencias de la guerra fueron un cambio drástico en la configuración política y administrativa de España.
3. Los Decretos de Nueva Planta
Los Decretos de Nueva Planta fueron un conjunto de decretos promulgados por Felipe V entre 1707 y 1716 con el objetivo de uniformizar la administración del territorio. Estos decretos suprimieron los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia, Aragón, Mallorca y Cataluña), que pasaron a ser gobernados por las leyes castellanas. El decreto de Valencia fue el más estricto, suprimiendo incluso el derecho civil valenciano. Con la Nueva Planta, se integraron los consejos territoriales en el Consejo de Castilla, que se convirtió en el centro del gobierno interior de España.
4. Saneamiento de la Hacienda Real
Las necesidades de la guerra llevaron a los primeros Borbones a reformar el ejército y la recaudación fiscal. Tras la guerra, se cambió la estructura del gobierno, adoptando un sistema de secretarías. En 1714, la Secretaría de Despacho se dividió en cuatro: Guerra, Marina e Indias, Justicia y Estado. Posteriormente, se añadió la de Hacienda.
5. Relaciones Iglesia-Estado y Expulsión de los Jesuitas
Los Borbones, como sus predecesores, intentaron limitar el poder de la Iglesia. Consideraron que el regalismo, el derecho del rey a intervenir en asuntos eclesiásticos, no dependía de concesiones papales, sino que era inherente a la Corona. Se hicieron dos cambios importantes: el derecho a designar cargos eclesiásticos y a recaudar rentas de las sedes episcopales vacantes. Felipe V llegó a un acuerdo con la Iglesia conocido como Concordato de 1753. La expulsión de los jesuitas en 1767 se justificó con acusaciones de conspiraciones políticas.
6. Problemas de la Agricultura y Medidas de Carlos III
La agricultura, la actividad económica más importante de España, mantenía estructuras de propiedad feudales y bajos rendimientos. Los problemas para aumentar la producción eran la amortización de tierras, que dificultaba la modernización, y la mala calidad del suelo. En el siglo XVIII, hubo importantes crisis de hambruna. Carlos III impulsó medidas como la mejora del transporte, la liberalización del comercio de granos en 1765, la difusión de nuevos cultivos (patata, maíz) y la construcción de canales de riego (Canal de Castilla). Aunque algunas medidas tuvieron éxito, no lograron una transformación completa del campo español.