La Europa Dominante: La Segunda Revolución Industrial y el Auge del Colonialismo
El Impulso de la Segunda Revolución Industrial
La Segunda Revolución Industrial transformó la economía de las principales potencias europeas. Las innovaciones técnicas, las nuevas formas de organización del trabajo y el crecimiento de la banca permitieron una mejora en los transportes y un espectacular aumento de la producción y del comercio.
Las Causas del Colonialismo
Desde el Punto de Vista Económico
Los países de Europa buscaban nuevos mercados donde vender sus productos, necesitaban comprar materias primas al mejor precio y buscaban mano de obra barata.
Punto de Vista Ideológico
El nacionalismo conservador defendía la superioridad de algunas naciones y el derecho a imponerse sobre otros pueblos, justificando así la expansión colonial.
Desde un Punto de Vista Político
Las grandes potencias entraron en una competencia política y militar para controlar áreas geográficas de interés económico o estratégico.
Desde un Punto de Vista Demográfico
El crecimiento demográfico europeo dio lugar a un exceso de población, provocando dificultades para obtener trabajo. La política colonial significaba la posibilidad de emigrar hacia otras tierras.
Exploración y Conquista de las Colonias
A mediados del siglo XIX, gran parte del interior de África, Asia y de los océanos era prácticamente desconocida. La superioridad militar y técnica europea supuso que la resistencia indígena fuera, en general, débil.
La Organización Colonial
Las colonias eran organizadas para ser controladas y administradas por la metrópoli. Existían diferentes tipos de organización colonial:
Colonias de Explotación
En estas colonias, la metrópoli se dedicaba especialmente a la explotación económica de sus recursos. Los europeos ejercían una política de ocupación, aunque a veces pequeños funcionarios y soldados eran indígenas.
Colonias de Poblamiento
Recibían población blanca que emigraba para establecerse de modo permanente, buscando nuevas oportunidades y tierras.
Protectorados
Eran territorios que, después de la ocupación, mantuvieron la organización estatal, el gobierno indígena y un aparato administrativo propio, bajo la supervisión de la metrópoli.
El Reparto del Mundo: África y Asia
El Reparto de África
Gran Bretaña se expandió de norte a sur, mientras que Francia lo hizo de oeste a este. Alemanes e italianos llegaron tarde al reparto, y el choque de intereses impulsó la Conferencia de Berlín (1884-1885) para regular la colonización de África.
La Ocupación de Asia
Asia fue ocupada por potencias occidentales europeas y otras. Los británicos se enfrentaron con Rusia por Afganistán. Francia se centró en Indochina. En China, todas las potencias querían estar presentes y, a través de las llamadas Guerras del Opio, forzaron la apertura del comercio y la entrada de intereses occidentales.
Los Imperios Coloniales
El Imperio Británico
A finales del siglo XIX, Gran Bretaña poseía el mayor imperio colonial del mundo, con posesiones desde India hasta África.
El Imperio Francés y Otros Imperios
El segundo imperio colonial era el francés, que se instaló en África del Norte y el Sudeste Asiático. También poseían otros territorios importantes Rusia, Bélgica, Portugal, Holanda, etc.
EEUU y Japón
Estados Unidos tomó posesiones hacia el Pacífico y hacia el Caribe. Japón ocupó las islas Kuriles, Corea y Formosa.
Consecuencias del Colonialismo
Introducción de Avances Europeos en las Colonias
Las potencias colonizadoras introdujeron algunos de sus avances en los territorios coloniales: construyeron puertos, ferrocarriles, carreteras, etc. Se pusieron nuevas tierras de cultivo. Se introdujeron medidas higiénicas y se crearon hospitales.
Transformaciones Económicas
En las colonias se impusieron los intereses económicos de los colonizadores, que contaban con la ayuda de los grupos aristocráticos y de la burguesía local. Casi toda la población indígena quedó sometida a un sistema de explotación. Se potenciaron grandes plantaciones de productos que beneficiaban a la metrópoli.
Cambios Sociales y Culturales
La estructura social también cambió. Los colonizadores trastocaron las formas de vida tribal y las jerarquías sociales tradicionales. Los funcionarios y colonos de la metrópoli solían vivir en lujosas residencias que contrastaban con las miserias de los poblados indígenas.
Colonización y Nacionalismo: Camino a la Primera Guerra Mundial
Causas del Enfrentamiento
La Rivalidad entre las Potencias Coloniales
El escenario preferente de esta rivalidad fue Marruecos. Alemania quiso imponerse a Francia y Gran Bretaña en la región.
La Exaltación Nacionalista
Enfrentaba a Alemania y Francia desde la derrota francesa en la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871). Alemania y Gran Bretaña mantenían una rivalidad por el control de las rutas marítimas y del comercio internacional.
El Conflicto de los Balcanes
Diversos pueblos sometidos al Imperio Turco habían protagonizado guerras y conseguido independizarse. Austria quería dominar la región, de múltiples nacionalidades, pero los serbios eran eslavos y Rusia pretendía proteger a Serbia. En 1908, Austria ocupó el territorio de Bosnia y Rusia estaba dispuesta a enfrentarse a Austria.
Estallido de la Guerra
El 28 de junio de 1914 fue asesinado el heredero del Imperio Austro-Húngaro en Sarajevo, la capital de Bosnia. Austria declaró la guerra a Serbia. Rusia intervino para proteger a Serbia y Alemania, aliada de Austria, declaró la guerra a Rusia y a Francia. Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania cuando esta invadió Bélgica (aliada suya).
Desarrollo de la Primera Guerra Mundial
La Guerra de Movimientos
Los ejércitos alemanes atacaron Francia entrando por Bélgica y Luxemburgo, pero los franceses e ingleses consiguieron reorganizarse y detener el avance del ejército alemán.
La Guerra de Trincheras
Los frentes se inmovilizaron. En el frente occidental se abrieron trincheras desde Suiza hasta el Mar del Norte y se inició una fase muy dura de la guerra. Los países beligerantes tuvieron que buscar nuevos aliados para obtener más soldados y recursos.
La Crisis de 1917 y el Fin de la Guerra
Durante el año 1917, triunfó en Rusia la Revolución Bolchevique. Los revolucionarios, preocupados por sus problemas internos, firmaron la paz con Alemania y se retiraron de la guerra. Pero se sumó a la guerra Estados Unidos, que, después del hundimiento del trasatlántico Lusitania por un submarino alemán, decidió entrar en la guerra del lado de los aliados. El 11 de noviembre de 1918 se firmó el armisticio y en Alemania se proclamó la república.
El Tratado de Versalles
El tratado más importante fue el de la paz con Alemania, que se firmó en Versalles en 1919. En él, los vencedores impusieron duras condiciones a Alemania, incluyendo la pérdida de territorios, el pago de fuertes indemnizaciones de guerra y la limitación de su ejército. Alemania consideró que el Tratado de Versalles había sido una imposición y una paz humillante, lo cual reviviría su nacionalismo y el deseo de revancha en el futuro.