Transición Demográfica
La Europa del Antiguo Régimen presentaba un régimen demográfico antiguo caracterizado por una natalidad y mortalidad muy elevadas, por lo que la población crecía poco. Durante la Edad Moderna, la población europea atravesó tres fases. El siglo XVI experimentó un crecimiento moderado, mientras que el siglo XVII fue un siglo de crisis debido a las guerras, epidemias, etc. En el siglo XVIII, la población experimentó un notable crecimiento debido a que las tasas de natalidad siguieron siendo altas, pero la mortalidad descendió por cuatro motivos principales: la disminución de las guerras, la reducción de las epidemias, la disminución de las malas cosechas y la mejora de la dieta alimenticia. En la segunda mitad del siglo XVIII se modificó el régimen demográfico.
Economía Preindustrial de Base Agraria
Durante la Edad Moderna, Europa mantuvo una economía preindustrial, cuyo factor más importante era el primario: un 80% de la población se dedicaba a la agricultura y la ganadería. La agricultura, poco productiva, se debía al atraso tecnológico, a la estrecha dependencia de fenómenos naturales como las sequías y al predominio de la propiedad señorial de la tierra. En el continente se dieron dos sistemas principales de explotación:
- Campos abiertos (openfield): Grandes extensiones de terreno sin vallas que podían ser individuales o colectivas, destinadas principalmente al cultivo de cereales.
- Cercamientos (bocage): Parcelas pequeñas delimitadas por vallas o setos.
El Régimen Señorial
La tierra era propiedad de los señores feudales, laicos o eclesiásticos, cuyas posesiones recibían el nombre de señorío. Podían ser de dos tipos:
- Señorío territorial: El señor poseía la propiedad de la tierra.
- Señorío jurisdiccional: El señor ejercía justicia, nombraba cargos, percibía impuestos y controlaba los monopolios señoriales en un territorio.
Las Cargas Impositivas sobre los Campesinos en el Régimen Señorial
Los campesinos soportaban muchos impuestos durante el Antiguo Régimen. Abonaban al rey impuestos directos, a los señores por el derecho de explotación de la tierra y otros derechos señoriales, y el diezmo eclesiástico (10% de la cosecha). En la Edad Moderna, los impuestos crecieron de forma continua a causa de las guerras y de la burocracia, lo que provocaba protestas campesinas que acababan con una dura represión y la vuelta a la situación anterior.
La Persistencia del Sistema Gremial
La actividad manufacturera estaba dirigida por los gremios, que eran agrupaciones de artesanos de origen medieval que controlaban, en régimen de monopolio, la producción y distribución de sus productos. Esta era una forma de producción tradicional que se resistía a desaparecer.
El Sistema de Trabajo a Domicilio (Domestic System)
Un inversor capitalista compraba las materias primas y las repartía entre los hogares campesinos en los meses de descanso. Estos elaboraban el producto y luego el inversor lo recogía y lo comercializaba a precio libre. Este sistema permitía aumentar la producción y reducir los costes. Otro sistema fueron las grandes fábricas patrocinadas por el Estado, con el nombre de manufacturas reales o Reales Fábricas, pero su éxito fue escaso.
Comercio Interior
El comercio interior se desarrollaba en ferias anuales y mercados semanales. Mientras los mercados servían como centros de comercio local o regional, las ferias abarcaban intercambios nacionales. Fueron sustituidas por las lonjas o centros de contratación, donde el negocio era diario y las ventas se realizaban sobre muestra.
El Gran Comercio Internacional
El comercio internacional vivió una gran transformación en la Edad Moderna por la expansión colonial y el aumento de la demanda. Siempre que podían, los Estados modernos establecían monopolios de comercio con las zonas del mundo que dominaban. Estos monopolios estaban controlados por grandes compañías privilegiadas.
La Sociedad de los Privilegios
La sociedad del Antiguo Régimen ha sido definida como aristocratizante porque la división social se basaba en el privilegio jurídico. Se dividía en tres estamentos: la nobleza, el clero y el tercer estado. Era una sociedad basada en la desigualdad de origen.
La Nobleza y Aristocracia
El siglo XVIII fue el siglo del ascenso burgués, pero también de máximo auge de la nobleza europea. El nivel más alto de la nobleza era la aristocracia, integrada por grandes familias ricas y poderosas, que se reservaban los altos cargos de la administración y el ejército.
El Clero
El clero, estamento privilegiado, lo integraban dos grupos:
- Clero regular: Eran monjes, monjas, abades y otros miembros de las órdenes religiosas.
- Clero secular: Comprendía al resto de los miembros de la Iglesia y la jerarquía eclesiástica.
Al igual que los nobles, no pagaban impuestos, tenían leyes y tribunales propios y otros privilegios. Recibían el diezmo de los campesinos.
Otros Grupos Urbanos
En las ciudades, además de los nobles y el clero, existían otros grupos sociales como los burgueses, comerciantes, artesanos, etc. También estaban los aprendices y oficiales de los talleres, empleados de las tiendas y miembros del servicio doméstico. En el último escalafón social se encontraban los marginados (mendigos, prostitutas, etc.).
El Campesinado
La mayor parte de la tierra estaba en manos de la Iglesia y la nobleza, y los campesinos trabajaban como arrendatarios, pagando rentas por el uso de la tierra. También había campesinos propietarios de sus tierras, pero constituían un grupo minoritario. El campesinado constituía la base de la sociedad estamental, pero su situación era precaria y sufrían numerosas cargas impositivas.