La Formación de la Monarquía Hispánica: Castilla y Aragón en los siglos XIV y XV
Introducción
La Baja Edad Media (BEM) fue un periodo de crisis generalizada en toda Europa: demográfica con la Peste Negra, social que afectó al feudalismo y a la economía señorial, y política con permanentes guerras. La península ibérica quedó conformada por cinco reinos: Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y Granada. Los reinos de Castilla y Aragón desarrollaron las bases de estados modernos, pero como veremos, de una manera diferente. Portugal siguió un recorrido histórico diferente, que le llevó a proyectarse hasta Guinea.
Desarrollo
La Corona de Castilla y la Corona de Aragón
La Corona de Castilla apenas experimentó variaciones territoriales. Los reyes Sancho IV y Fernando IV conquistaron las posesiones entre el estrecho de Gibraltar y el reino de Granada. En 1305 Fernando IV confirmó la cesión de parte del reino de Murcia a Aragón. Juan II incorporó territorios navarros. El área de expansión castellana más relevante fue el Atlántico, donde la marina tuvo una activa intervención sobre todo en la conquista de las islas Canarias.
Por otro lado, la Corona de Aragón llevó a cabo una política de expansión en el Mediterráneo y creó un área de influencia en el norte de África. Las razones de esta expansión son diversas: la búsqueda de prestigio, su rivalidad con Francia o el apoyo recibido de la burguesía, entre otras.
Instituciones y Evolución Política de los Reinos Hispánicos
Castilla
Durante los siglos XIV-XV en la Corona de Castilla, se fue imponiendo la monarquía autoritaria, que anteponía el poder del monarca ante cualquier otro y donde el soberano solo era responsable de sus actos ante Dios. La monarquía castellana fortaleció su poder frente a la nobleza a partir del reinado de Alfonso X (1252-1284). Aún así, sufrieron enfrentamientos con la nobleza, que ejercía una gran presión durante la minoría de edad de los reyes.
Pedro I el Cruel, sucesor de Alfonso XI, dirigió una política de fortalecimiento de la autoridad real frente a la alta nobleza. El bando nobiliario, en torno a Enrique de Trastámara, hijo bastardo de Alfonso XI, combatió a Pedro I en una guerra civil (1366-1369) que acabó con la muerte de Pedro y Enrique de Trastámara proclamado rey.
Esto conllevó al desarrollo de los que hoy son las bases del Estado Moderno; -La elaboración de un cuerpo jurídico que reforzaba el poder del rey con la aprobación del Ordenamiento de Alcalá de 1348 (instrumento para la recepción del derecho romano y canónico), y el libro de las siete partidas de Alfonso X. -El Consejo Real:, formado por juristas. Su principal función era asesorar al rey y ayudarle en funciones de gobierno y legales. -La Audiencia: máximo órgano de justicia en nombre del rey. En principio era itinerante, pero en el S. XV se estableció en Valladolid y pasó a llamarse Chancillería. -Reformaron los impuestos (alcabala) y reorganizaron la hacienda, estableciendo las contadurías y el nombramiento del mayordomo mayor, responsable de los gastos e ingresos. -Ejército permanente: Un condestable se encargaba de reclutar los soldados. -Los corregidores eran los representantes del rey en los municipios. -Las Cortes de Castilla, existentes a partir del S.XIII, compuestas por representantes de la nobleza, clero y ciudades. Tenía misión consultiva, solo votaban impuestos y servicios para el rey, el cual era el único que podía convocarlas. -Los ayuntamientos, dirigidos por un cuerpo colegiado de regidores procedentes de la nobleza titulada. Sus cargos se convirtieron en patrimonio personal. Mientras tanto en la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca) se encontró siempre en una situación de desventaja respecto a Castilla. Tenía un claro carácter pactista, el rey gobernaba mediante un pacto con las grandes fuerzas del reino: nobleza y alto clero, debido en parte a conquistas exteriores costosas que les obligó a solicitar ayuda de estos. A pesar de encontrarse limitado por las cortes, afianzó su poder con el establecimiento de diversas instituciones: -Las Cortes: con representantes de la nobleza, clero y ciudades. Mantuvieron sus competencias legislativas y dejaron separadas las aragonesas, catalanas y valencianas, aunque a veces se convocaron a la vez. El rey se comprometía a aceptar las peticiones a cambio de que le fuesen concedidos impuestos. – A partir de 1359, pasaron a llamarse Generalitat en Aragón y Valencia. Estaban compuestas por representantes de cada uno de los estamentos que asistían a las Cortes con funciones representativas, administrativas y militares. Se mantenían reunidos de forma permanente y se vigilaba que los acuerdos tomados por las Cortes no fuesen vulnerados por el monarca. -El incremento de poder del grupo social prohoms, provocó el descontento de grupos menos enriquecidos. Alfonso V resolvió el problema con la elección de cargos mediante insaculación. – Los virreinatos: territorios donde no residía el rey y ejercía la máxima autoridad un virrey. – El Justicia: cargo desempeñado por un noble elegido por las cortes. Su función era defender los fueros del reino frente a posibles pretensiones autoritarias del Rey. – Los municipios: el gobierno municipal tenía amplia autonomía. Así le ocurría a Barcelona que se gobernaba por una asamblea (Consell de Cent) dominada por la oligarquía urbana, donde se encontraban los consellers, encargados de distintas tareas de gobierno. Sin embargo, el poder de la monarquía disminuyó a finales del siglo XIII y el rey Pedro III concedió el privilegio general a la Unión Aragonesa, comprometiéndose a respetar los fueros del reino y a convocar Cortes cada año. Estas libertades se extendieron por Valencia y Cataluña. Más tarde, Pedro IV el Ceremonioso derrotaría a la nobleza aragonesa y valenciana. A la muerte de Martín I el Humano sin descendencia, las Cortes acordaron en la Concordia de Alcañiz la designación de nueve comisarios para que eligieran al rey para la Corona de Aragón, realizándose en el Compromiso de Caspe (1412) y eligiendo a Fernando I de Aragón. CONCLUSION En Aragón, Alfonso V el Magnánimo, se centró en la expansión por el Mediterráneo.Su sucesor, Juan II tuvo que hacer frente a conflictos internos. A su muerte le sucede Fernando II, Fernando el Católico. Tras la muerte de Alfonso de Castilla, se reconoce como heredera a Isabel en el Pacto de los Toros de Guisando (1468), pacto que incumple al casarse con Fernando II, por lo que Enrique nombra heredera a su hija Juana la Beltraneja. A la muerte del rey se desencadenó la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479).que enfrenta a Isabel y a Juana, que finalizó con Tratados de Alcaçovas-Toledo (1749), que reconocían a Isabel como reina de Castilla.