) Situación de España
Elecciones de 1936 y el Frente Popular
Las elecciones de 1936 dieron lugar a la formación del Frente Popular, una coalición de partidos políticos de izquierda que incluía a Izquierda Republicana, PSOE, Partido Comunista, Federación Nacional de Juventudes Socialistas Unificadas, Partido Sindicalista y Partido Obrero Unificado Marxista. Durante la primavera de 1936, las tensiones políticas y sociales se agravaron, deteriorando el orden público y radicalizando la división ideológica. Los enfrentamientos entre la extrema izquierda y la derecha se intensificaron, con ocupaciones de tierras, protestas y huelgas que crearon un ambiente de conflictividad. Los asesinatos del Teniente de la Guardia de Asalto Castillo y del miembro del Partido Renovación Española Calvo Sotelo fueron detonantes clave en la escalada de la violencia.
Sublevación militar y el estallido de la guerra
Una parte del ejército, encabezada por el general Mola, preparó un golpe de estado contra la República con el objetivo de establecer una dictadura que restableciera el orden público y la paz social. La conspiración militar contó con el apoyo de la trama civil, incluyendo a importantes financieros y terratenientes. El golpe de estado debía ser rápido y violento para evitar la resistencia del gobierno o de la izquierda. Para prevenirlo, el ministro de Defensa envió a Mola a Pamplona, a Franco a las Canarias y a Goded a Baleares. El golpe estaba fijado para el 18 de julio, pero la tensión creada por los asesinatos del Teniente Castillo y Calvo Sotelo provocó que los sublevados se alzaran la noche anterior. El 18 de julio, los sublevados actuaron en Navarra, Álava, Castilla-León, Galicia, Aragón, Andalucía, Marruecos, Canarias y Baleares. El gobierno y las organizaciones obreras lograron sofocar la rebelión en las grandes ciudades, excepto en Sevilla, por lo que el golpe fracasó en su objetivo inicial. Sin embargo, los sublevados no se rindieron y organizaron una guerra relámpago para conquistar Madrid, dando inicio a la Guerra Civil.
España dividida: Los dos bandos
España quedó dividida en dos bandos: la República y los Nacionales.
- República: Económicamente, la República controlaba las zonas industriales y mineras, así como los recursos financieros del Banco de España. Militarmente, contaba con el apoyo de la Marina y la Guardia de Asalto. Además, se armaron organizaciones obreras y campesinas, convirtiéndolas en milicias y agrupándolas con los militares leales para hacer frente a los sublevados. Sin embargo, estas milicias tenían escasa formación militar y no obedecían órdenes internacionales.
- Nacionales: Económicamente, los Nacionales dominaban las zonas agrarias. Militarmente, contaban con las tropas africanistas, la mayoría de los oficiales del ejército, la Guardia Civil y voluntarios de milicias organizadas por los partidos carlista y falangista.
Desarrollo de la guerra: Etapas
1ª Etapa: La lucha por Madrid (Julio 1936 – Marzo 1937)
Esta etapa estuvo marcada por el lema republicano de Dolores Ibárruri, «la Pasionaria»: «¡No Pasarán!». Los sublevados intentaron tomar Madrid. El general Mola avanzó desde Navarra hacia Madrid, pero fue detenido por los milicianos en la Sierra de Guadarrama. Franco, con ayuda alemana, transportó el ejército de África a Sevilla, donde tomó Badajoz para luego liberar el Alcázar de Toledo. Esto permitió a la Junta de Defensa, presidida por el general Miaja, proteger la capital con milicianos, Brigadas Internacionales y tanques soviéticos. En febrero y marzo de 1937, los sublevados participaron en las batallas del Jarama y de Guadalajara para tomar Madrid, pero fracasaron. El cerco de Madrid continuó durante toda la guerra. Durante esta etapa, se crearon tribunales populares en los pueblos, llamados «checas», donde se encarcelaba a los opositores.
2ª Etapa: La Campaña del Norte (Abril 1937 – Octubre 1937)
En esta etapa, los sublevados bajo el mando de Franco conquistaron territorios del norte de España, aprovechando el aislamiento del resto de las regiones republicanas, la ayuda de tropas italianas y el apoyo de la aviación alemana. La Legión Cóndor alemana protagonizó el bombardeo de Guernica, donde se probaron armas que luego se usarían en la Segunda Guerra Mundial. El general Vicente Rojo, Jefe del Estado Mayor republicano, ordenó una ofensiva sobre Brunete y Belchite para aliviar la presión sobre Madrid y obligar a los sublevados a retirar tropas, pero fracasó. Los republicanos perdieron Bilbao en julio y Asturias en octubre. Estos territorios eran ricos en recursos minerales y producción industrial.
3ª Etapa: La decisión de la guerra (Octubre 1937 – Abril 1939)
El general Rojo lanzó una ofensiva sobre Teruel que duró desde diciembre de 1937 hasta abril de 1939. La conquistó, pero Franco retomó Teruel dos meses más tarde y los republicanos no consiguieron tomar otra capital de provincia. Comenzó la campaña del Mediterráneo, cuyo objetivo era dividir en dos la República, aislando a Cataluña del resto de territorios. El general Rojo emprendió la batalla del Ebro para frenar el avance de los sublevados hasta Valencia con tácticas suicidas pero fundamentales si querían seguir teniendo opciones de ganar la guerra. El ejército republicano comenzó ganando territorio, pero acabó por ser empujado a sus posiciones iniciales tras cuatro meses de combate. Se movilizaron 200.000 soldados y hubo un desgaste de 80.000 bajas. Tras la victoria de los sublevados, quedaba abierta la conquista de Barcelona.
En enero de 1939, Franco lanzó la ofensiva sobre Cataluña, tomándola el 26 de enero y provocando el éxodo de republicanos hacia Francia, entre ellos el Presidente de la República Azaña y el Presidente del Gobierno Negrín. El 5 de marzo, el general Casado dio un golpe de Estado contra el Gobierno Republicano, apoyado por sectores del PSOE. Negrín intentó pactar con Franco una rendición con condiciones, recogidas en los «13 puntos de Negrín». En la Conferencia de Munich, Inglaterra y Francia dejaron de apoyar a la República. El 28 de marzo, las tropas franquistas ocuparon Madrid y el resto de ciudades republicanas se entregaron sin resistencia. Simultáneamente, se produjo el exilio de miles de republicanos. La guerra finalizó el 1 de abril de 1939, cuando Franco emitió el último parte de guerra y declaró no aceptar ninguna condición republicana.