La Guerra Civil Española (1936-1939)

Introducción

La Guerra Civil Española fue un conflicto social, político y militar que se desencadenó en España tras fracasar el golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936, llevado a cabo por una parte del ejército contra el gobierno legítimo de la Segunda República, y que terminaría el 1 de abril de 1939 con el último parte de guerra del general Franco.

A las partes enfrentadas se las suele denominar bando republicano y bando nacional (sublevados).

El Golpe de Estado

El proyecto de Mola era realizar un pronunciamiento militar y converger sobre Madrid para acabar con el Frente Popular.

El levantamiento, señalado para el 18 de julio de 1936, se adelantó en Melilla al 17, constituyéndose una Junta Militar. La rebelión se extendió a Marruecos en pocas horas. Franco se sublevó en Canarias el día 18, y ese día tomó un avión, el Dragón Rápido, con el que llegó a Tetuán el día 19. Allí asumió el mando de las tropas marroquíes.

En la Península, la rebelión fracasó en la mayoría de núcleos industriales y en las principales ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia… Triunfó en la Andalucía del Guadalquivir, Galicia y la Submeseta Norte.

El gobierno republicano tardó en reaccionar. Casares Quiroga dimitió; le sucedió momentáneamente Martínez Barrio, que intentó negociar con Mola; finalmente, José Giral se decidió a armar a las milicias populares y formó gobierno. El poder del Estado se desmoronó: surgieron comités revolucionarios en pueblos y ciudades que controlaban el orden público. El hecho de que una parte del ejército no secundase la rebelión, hizo que el golpe se transformase en una guerra civil que duraría casi 3 años.

La Intervención Extranjera y la Actitud de la Iglesia

La Guerra de España tuvo una gran repercusión internacional. El momento era muy especial: la aparición del fascismo y el nazismo, la afirmación del comunismo en la URSS y la hostilidad con que las democracias occidentales veían ambos fenómenos, hizo que la Guerra Civil española atrajera la atención de Europa.

Las democracias occidentales, sobre todo Francia y Reino Unido, propiciaron un comité de No Intervención con el objetivo de impedir que la guerra se internacionalizara. Pero en la práctica, ese acuerdo no se cumplió. Los nacionales recibieron ayuda por parte de Alemania, Italia y Portugal. En cambio, la República solo pudo conseguir el apoyo real de la URSS y de las Brigadas Internacionales.

Por otra parte, la actitud de la Iglesia con respecto al conflicto fue clara: apostó desde el principio por los sublevados, como demuestra la pastoral publicada por el arzobispo de Salamanca Pla y Daniel al principio de la guerra donde justificaba la sublevación, a la que denominó Cruzada.

El Desarrollo de la Guerra

Navarra con Mola y Sevilla con Franco eran las bases principales de los golpistas. Los rebeldes dirigieron sus fuerzas hacia Madrid. Por el Norte las tropas de Mola quedaron paralizadas por las resistencias de las milicias republicanas en Somosierra; por el sur, las tropas marroquíes atravesaron el estrecho de Gibraltar y consolidaron y aumentaron sus posiciones en Andalucía.

Avanzando desde Navarra, los nacionales tomaron Irún y San Sebastián en septiembre del 36, lo que provocó la caída del gobierno de Giral y la llegada a la jefatura del gobierno de Largo Caballero.

Uno de los hechos más sobresalientes de este momento fue la Batalla de Madrid. Se luchaba en la Casa de Campo y en la Ciudad Universitaria, palmo a palmo, pero Madrid seguía fiel a la República. Ante el peligro, el 6 de noviembre de 1936, el gobierno de Largo Caballero se trasladó a Valencia, dejando la ciudad de Madrid en manos de una Junta de Defensa presidida por Miaja. Los republicanos resistieron gracias a la acción conjunta del descompuesto ejército republicano, de las milicias y de las Brigadas Internacionales. La ofensiva nacionalista fracasó. La Batalla de Madrid dio un giro importante a la guerra.

Franco se replanteó su estrategia y organización, dirigiéndose a otros puntos de España para aislar la capital y reducir el territorio controlado por la República. Ahora, la ayuda alemana e italiana se hará más efectiva.

En febrero de 1937 los nacionales, con ayuda de tropas italianas, toman Málaga. Unos días después, todos los efectivos de ambos bandos se iban a enfrentar en la denominada Batalla del Jarama. El objetivo era cortar la carretera a Valencia, pero los republicanos frenaron el avance.

En marzo de 1937, se produjo la Batalla de Guadalajara, un nuevo intento de tomar la capital. Los italianos decidieron tomar Madrid, pero la contraofensiva republicana lo impidió. Nuevamente se había salvado Madrid, y esto fue lo que decidió a Franco a comenzar la fase de desgaste.

Se empezó por la liquidación del Frente Norte: la cornisa cantábrica pasó a manos de Franco entre abril y octubre de 1937. En esta ofensiva tuvo lugar el famoso Bombardeo de Guernica, que conmocionó a la opinión internacional.

Una vez controlado el norte, el avance nacional se dirige al Mediterráneo. El 29 de octubre de 1937 el gobierno republicano se traslada a Barcelona.

En enero de 1938, en la Batalla de Teruel, los republicanos recuperan la ciudad, pero la perdieron en febrero de 1938 ante los nacionales.

Los nacionales llegan al Mediterráneo por Vinaroz y logran romper la zona republicana en 2: la zona centro (Madrid, Castilla la Mancha y Levante) y la zona norte (Cataluña). Esto hizo pensar a los dirigentes republicanos que había que reunir las 2 zonas. Tiene lugar entonces la Batalla del Ebro. En julio de 1938, las tropas republicanas atravesaron el Ebro en un frente de unos 15 Km, a la altura de Mequinenza. Pero fueron parados por los nacionales. En octubre del 38, comenzó la contraofensiva nacional. En noviembre del 38, las tropas republicanas tuvieron que cruzar el río en sentido contrario; terminaba así la batalla más sangrienta de la guerra. La República estaba perdida.

Tras la Batalla del Ebro, Franco logró tomar Barcelona con facilidad el 26 de enero de 1939. En febrero y marzo fueron cayendo las últimas capitales fieles a la República (Albacete, Jaén, Almería, Valencia…)

Lo que desencadenó el final de la guerra fue el golpe de Estado que en Madrid dio el general Casado, en marzo de 1939. Formó un Consejo Nacional de Defensa e intentó llegar a un acuerdo de paz sin represalias con Franco. Así, Madrid fue negociada y Franco entró allí el 28 de marzo de 1939. El 1 de abril de 1939, la guerra había terminado.

Política en el Bando Republicano

Se había producido una dispersión del poder que se encontraba en manos de los comités y milicias populares que se constituyeron de forma improvisada.

Ante el fracaso de los comités para organizar la vida política y la resistencia, el 4 de septiembre de 1936, el socialista Largo Caballero fue elegido Jefe del Gobierno y formó gabinete con todas las fuerzas políticas que habían integrado el Frente Popular. Las medidas fueron un tanto radicales: se decidió la expropiación de las tierras de quienes habían intervenido contra la república. Se llevó a cabo un proceso de colectivización industrial que fue particularmente negativo.

Largo Caballero no pudo evitar que continuara el problema planteado desde el principio de la guerra: republicanos, socialistas y comunistas sostenían la necesidad de ganar la guerra como objetivo prioritario; los anarquistas y el POUM defendían la necesidad de hacer la revolución social paralela a la guerra. Los disturbios callejeros en Barcelona provocaron la dimisión del gobierno de Largo Caballero, y Azaña, en mayo del 37, encarga la formación de un nuevo gobierno a Negrín.

Negrín reforzó la autoridad del Estado y compartió con los comunistas la necesidad de centrarse en la guerra y resistir. El programa que elaboró el Consejo de Ministros y que se hizo público el 1 de mayo del 38, se conoce como Los Trece Puntos de Negrín. Se trataba de una oferta de bases para acabar con la guerra y las normas fundamentales de la vida política: estructura del estado según plebiscito; amnistía para todos los españoles… pero Franco no acepta. En febrero del 39 Azaña dimite y en marzo surge el Consejo Nacional de Defensa que negocia la entrega de Madrid a Franco.

Política en el Bando Nacional

En el lado sublevado, los gobernantes consiguieron mantener la unidad de acción y en abril del 36 se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas. En septiembre Franco fue nombrado Jefe del Estado y del Gobierno y Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire con lo que se unificó el mando militar.

En abril del 37 se promulgó un decreto de unificación por el que se creaba un partido único al estilo fascista, Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

El 30 de enero del 38 se formó el primer gobierno de Franco. Sus primeras medidas fueron: anular la reforma agraria, el fuero del trabajo y la ley de prensa.

Balance y Consecuencias de la Guerra

Las consecuencias no pudieron ser más desastrosas:

  • Consecuencias demográficas: la cifra de víctimas es muy elevada y difícil de precisar.
  • Consecuencias culturales: fueron ejecutados o destituidos por el franquismo más del sesenta por ciento de profesores y maestros. Prácticamente casi todos los intelectuales de la G27 y los más notables científicos y artistas murieron o se exiliaron.
  • Consecuencias económicas: los niveles de producción tardaron mucho en recuperarse, la renta per cápita disminuyó drásticamente.
  • Consecuencias políticas: final de un gobierno democrático e inicio de una dictadura personal.

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