La Sublevación Militar y el Estallido de la Guerra
La sublevación militar tuvo sus antecedentes en el clima de radicalización política que se vivió en España tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. Este clima se vio agravado por asesinatos como el de José del Castillo, miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas, a manos de falangistas, y el del líder monárquico José Calvo Sotelo, asesinado por guardias de asalto en supuesta represalia por la muerte de Castillo.
Consciente de la creciente conspiración militar, el gobierno republicano intentó alejar a los principales líderes militares de la capital. Franco, por ejemplo, fue enviado a las Islas Canarias. Sin embargo, esto no logró detener la sublevación, que estalló el 17 de julio de 1936 en Melilla, extendiéndose rápidamente a otras plazas africanas como Ceuta, Tetuán y Larache bajo el mando del general Juan Yagüe.
El Avance de la Sublevación
El 18 de julio, la sublevación se extendió a la península, dando comienzo al golpe de estado. Los principales focos de la rebelión fueron:
- Sevilla, Córdoba y Cádiz: El general Gonzalo Queipo de Llano lideró el triunfo de la sublevación en estas ciudades andaluzas.
- Madrid: El cuartel de la Montaña, uno de los principales focos de la sublevación en la capital, fue asediado por milicianos leales a la República.
- Islas Baleares: El general Manuel Goded se sublevó en las islas con la intención de dirigirse a Cataluña. Sin embargo, la resistencia en Barcelona, liderada por sindicatos y fuerzas anarquistas, junto con la lealtad de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto a la República, frustró sus planes. Goded fue capturado y posteriormente fusilado.
- Navarra: El general Emilio Mola, con el apoyo de los requetés carlistas, logró controlar la meseta septentrional, incluyendo Zaragoza, donde el general Miguel Cabanellas se unió a la sublevación. En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se mantuvo inicialmente leal al gobierno republicano.
Formación de los Bandos
La rebelión militar provocó la dimisión del presidente del gobierno, Santiago Casares Quiroga, siendo sustituido por Diego Martínez Barrio, quien intentó sin éxito llegar a un acuerdo con los militares sublevados. Ante la presión de la situación, José Giral asumió la presidencia del gobierno y tomó la decisión de entregar armas a los sindicatos y milicias para defender a la República, lo que marcó la configuración definitiva de los dos bandos en conflicto: el bando nacional, formado por los militares sublevados y sus partidarios, y el bando republicano, compuesto por las fuerzas leales al gobierno y diversos grupos políticos y sindicales de izquierda.
Desarrollo de la Guerra Civil
1. Guerra de Columnas (Julio – Octubre de 1936)
Esta primera fase de la guerra se caracterizó por la movilidad de las tropas sublevadas, que buscaban avanzar rápidamente por el territorio para converger en Madrid. Los dos principales ejércitos sublevados eran:
- Ejército del Norte: Liderado por Mola, avanzó hacia Madrid desde el norte, pero fue frenado en las montañas del Sistema Central por la resistencia de las milicias republicanas.
- Ejército del Sur: Bajo el mando de Franco, este ejército se benefició del transporte aéreo de tropas desde el Marruecos español, incluyendo al Tercio de la Legión y a los Regulares. Tras unirse a las fuerzas de Queipo de Llano, el Ejército del Sur avanzó hacia el norte, llevando a cabo una dura represión en las zonas que iba ocupando, como la masacre de Badajoz perpetrada por las tropas de Yagüe. A principios de noviembre, el Ejército del Sur llegó a las puertas de Madrid.
2. Batalla de Madrid (Noviembre de 1936 – Marzo de 1937)
Franco modificó sus planes iniciales de tomar Madrid rápidamente para acudir en auxilio del Alcázar de Toledo, que se encontraba sitiado por las tropas republicanas. Este retraso permitió a la República organizar la defensa de la capital, formando milicias populares y recibiendo ayuda internacional, incluyendo las Brigadas Internacionales. A pesar del asedio y los constantes ataques, Madrid resistió, acuñándose la consigna»¡No pasarán».
Las principales batallas en torno a Madrid fueron:
- Carretera de La Coruña: Intento del bando nacional de cortar la comunicación de Madrid con el norte.
- Jarama: Batalla extremadamente dura al sur de Madrid, donde las tropas republicanas lograron detener el avance enemigo.
- Guadalajara: Ofensiva del bando nacional con apoyo italiano que terminó en derrota, frustrando sus planes de cercar Madrid desde el este.
- Málaga: Toma de la ciudad por el bando nacional tras una dura batalla, seguida de una fuerte represión.
3. Campaña del Frente Norte (Abril – Octubre de 1937)
Tras el fracaso en la toma de Madrid, Franco decidió concentrar sus fuerzas en el norte, con el objetivo de conquistar la importante zona industrial y minera del País Vasco. Los principales acontecimientos de esta campaña fueron:
- Ocupación de Vizcaya: Incluyendo el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor alemana, que causó gran impacto internacional.
- Caída de Bilbao: Ruptura del»Cinturón de Hierr», la línea defensiva republicana en torno a Bilbao.
- Conquista de Santander y Asturias: A pesar de la fuerte resistencia de los republicanos, incluyendo a los guerrilleros conocidos como»maqui», el bando nacional logró ocupar todo el frente norte.
El Ejército Popular Republicano intentó contraatacar con ofensivas como la de Brunete, que no logró grandes avances, y la de Belchite, con el objetivo de aliviar la presión sobre el norte y limitar la influencia anarquista en Aragón. Durante esta campaña, el general Mola murió en un accidente aéreo, lo que consolidó el liderazgo de Franco en el bando nacional.
4. Conquista de Teruel y el Mediterráneo (Noviembre de 1937 – Junio de 1938)
Tras la caída del frente norte, el gobierno republicano, ahora presidido por Juan Negrín, y el general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor republicano, decidieron lanzar una ofensiva sobre Teruel. La ciudad fue tomada en diciembre de 1937, convirtiéndose en la única capital de provincia conquistada por la República durante la guerra. Sin embargo, el bando nacional lanzó una fuerte contraofensiva y recuperó Teruel en febrero de 1938. Esta derrota supuso un duro golpe para la moral republicana.
La ofensiva del bando nacional continuó hacia el Mediterráneo, logrando dividir en dos el territorio controlado por la República. Ante la crítica situación, Negrín presentó a Franco los»Trece Punto», un intento de negociación que fue rechazado.
5. Batalla del Ebro y Caída de Cataluña (Julio de 1938 – Febrero de 1939)
Con el objetivo de aliviar la presión sobre Cataluña y volver a unir sus territorios, el gobierno de Negrín y el general Rojo lanzaron una ofensiva a través del río Ebro en julio de 1938. La batalla del Ebro fue la más larga y sangrienta de toda la guerra, y aunque la República logró inicialmente algunos avances, la superioridad militar del bando nacional terminó imponiéndose. La batalla del Ebro supuso el desgaste definitivo del Ejército Popular Republicano.
En enero de 1939, Barcelona cayó en manos del bando nacional sin apenas resistencia. El gobierno republicano, presidido por Manuel Azaña tras la dimisión de Negrín, huyó al exilio, junto a miles de personas que temían las represalias. Se estima que unas 500.000 personas cruzaron la frontera francesa en las semanas siguientes a la caída de Cataluña.
6. Fin de la Guerra (Marzo – Abril de 1939)
Mientras Negrín aún abogaba por continuar la resistencia, el coronel Segismundo Casado, jefe del Ejército del Centro republicano, dio un golpe de estado contra el gobierno con el objetivo de negociar la paz con Franco. Sin embargo, Franco rechazó cualquier tipo de negociación que no implicara la rendición incondicional. El 28 de marzo de 1939, las tropas nacionales entraron en Madrid, y el 1 de abril Franco firmó el último parte de guerra, dando por finalizada la Guerra Civil.
La Internacionalización del Conflicto
La Guerra Civil Española trascendió las fronteras españolas, convirtiéndose en un escenario de la lucha ideológica que se vivía en Europa en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. La crisis de las democracias y el auge de los totalitarismos, especialmente el fascismo y el nazismo, tuvieron un impacto directo en el desarrollo del conflicto.
Con el estallido de la guerra, se formó en Ginebra el Comité de No Intervención, integrado por 27 países, con el objetivo de evitar la internacionalización del conflicto. Sin embargo, el Comité no logró evitar que ambos bandos recibieran apoyo exterior:
Ayuda a la República
El gobierno republicano solicitó ayuda a Francia y Reino Unido, pero ambos países, temiendo una escalada del conflicto, se negaron a intervenir directamente. La República tuvo que recurrir a la compra clandestina de armas en el extranjero, principalmente a México, la Unión Soviética y Checoslovaquia. Además, miles de voluntarios de diferentes países, organizados en las Brigadas Internacionales, acudieron a España para luchar contra el fascismo.
Ayuda al Bando Nacional
: tanto la Italia de Mussolini como la Alemania de Hitler colaboraron activamente en la causa del bando franquista. De hecho, supuso un campo de pruebas para comprobar la eficacia y calidad de las nuevas armas y tácticas de guerra. Además, otros países, como Portugal, permitiendo la llegada de Los Viriatos, y empresas norteamericanas colaboraron con Franco.