La Guerra Civil Española (1936-1939): Un Conflicto Fratricida

Antecedentes

Fue el conflicto bélico provocado a raíz del fallido golpe de Estado del 18 de Julio de 1936, alzándose contra el gobierno de la Segunda República; hasta el 1 de Abril de 1939, con el último parte de guerra del General Francisco Franco, que proclamó la victoria de los sublevados e instaurándose una dictadura.

La oposición de dos maneras radicales de concebir el país, característica de las revoluciones liberales del siglo XIX, en España, adoptó ya la forma de enfrentamientos bélicos en la Guerra de la Independencia (donde los sublevados se organizaron en Juntas locales y provinciales con sus milicias) y en las guerras carlistas.

Estos enfrentamientos dieron notable poder y prestigio al Ejército (“manu militari”), cuya intervención en la política y prácticas golpistas se desarrollaron durante más de cien años. En el XIX, tuvo, mayoritariamente, un carácter liberal; pero, desde el desastre del 98, una parte del Ejército evolucionó a posiciones incluso reaccionarias, especialmente en cuanto a las aspiraciones revolucionarias del movimiento obrero y a los nacionalismos emergentes catalán y vasco (Dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930).

Influencia ideológica y contexto europeo

La influencia de las ideologías dominantes en el contexto europeo (el comunismo, por un lado; y, el nazismo y el fascismo, por otro) constituyen un agravante.

Problemas internos y polarización

La escasa modernización del país dificultó un avance global de la sociedad. La falta de consenso en las medidas adoptadas en la II República para superar los desequilibrios socioeconómicos y las aspiraciones nacionalistas no contentó a los sectores inmovilistas ni organizaciones obreras, partidarias de la revolución, influidas por el anarquismo y la URSS.

La Conspiración y el Estallido de la Guerra

La conspiración militar se inició tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 (antes lo intentó Sanjurjo en 1932) debido al deterioro del orden público, a la resistencia a las reformas y autonomías y al miedo a la revolución, entre otros. Sanjurjo fue el líder teórico, pero murió en accidente; el general Mola, el estratega de la operación; y el general Franco lideraría a los sublevados más tarde.

El asesinato de Calvo Sotelo (14 de julio), adelantó los planes: el 17 de julio de 1936 se inicia el levantamiento en Marruecos. Franco, tras controlar Canarias, se trasladó a Marruecos y se puso al frente de la rebelión. El 18 de julio, Mola, en Pamplona, y otros jefes militares, en el resto de España, declararon el estado de guerra. Pretendían que fuera un golpe breve y rotundo.

Sin embargo, el golpe fracasó en las grandes ciudades por la profunda división del propio Ejército, y el apoyo popular a la República. Se habían formado dos Españas: la republicana, del norte y una amplia zona del centro y este; y la de los sublevados, del centro, noroeste y sudoeste. Comienza, así, la Guerra Civil.

Desarrollo de la Guerra

Fuerzas y apoyos internacionales

En la zona republicana, se concentraban la mayor parte de la población, los principales centros industriales y las reservas de oro del Banco de España. Contaba con la totalidad de la flota y 3/4 de la aviación, aunque con falta de mandos profesionales: se recurre a milicias de voluntarios de gran ardor combativo, pero inexpertas y desorganizadas.

La España sublevada posee la producción de cereales castellanos, la ganadería gallega y el Ejército de África, encuadrado en la Legión Extranjera. Además, la Falange organizó sus unidades armadas, así como los carlistas, denominados requetés.

La República obtuvo la ayuda de la URSS y de las Brigadas Internacionales. Gran Bretaña y Francia, tras la creación del Comité de no Intervención, optaron por no apoyar a la República. El bando rebelde obtuvo la pronta ayuda de material bélico y hombres de Hitler (Legión Cóndor) y Mussolini. Contó con tropas marroquíes y con la colaboración de la Portugal salazarista.

Fases de la Guerra

  • Avance hacia Madrid y resistencia republicana: Se impuso una guerra de columnas. El objetivo de los sublevados era tomar Madrid. El ejército de África, gracias al “puente aéreo”, logra cruzar el Estrecho. Varias columnas realizan un rápido avance hacia Madrid: el general Mola desde Navarra y Castilla, tras ocupar Irún e impedir las comunicaciones de las zonas republicanas con Francia; los generales Franco y Yagüe, desde Sevilla; y el general Cabanellas desde Zaragoza. Yagüe se desvía y toma Mérida poniendo en contacto los dos sectores de la España nacional. En las ciudades ocupadas se ejerció una política de terror. En octubre, llegan a las cercanías de Madrid.
  • La Batalla de Madrid: En noviembre se encontraban en la ciudad universitaria. Miles de madrileños fortificaron Madrid al grito de “¡No Pasarán!”. Ante la inminente caída, el Gobierno republicano se trasladó a Valencia, donde la confusión se vio agravada por la presencia de quintacolumnistas. Las milicias republicanas, gracias a la movilización popular las Brigadas Internacionales y la aviación soviética, rechazaron el ataque frontal. Ante el fracaso, los sublevados intentaron cercar Madrid, pero fueron derrotados por Brigadas Mixtas en las batallas del Jarama y de Guadalajara.
  • La Campaña del Norte: Franco decidió atacar el territorio republicano del norte, donde la República sobrevivía con un mando disperso y a veces enfrentado. Tras el bombardeo de Guernica (objetivo ideológico, que dio bastante mala fama a Franco) por la Legión Cóndor (26 abril 1937), cayó Bilbao, y después, Santander y Asturias. Quedó en manos rebeldes la cornisa cantábrica con sus recursos industriales y puertos de gran importancia (Santander).
  • Ofensivas republicanas fallidas: El reconstruido Ejército popular emprendió ofensivas fallidas para detener el avance franquista: la batalla de Brunete (Madrid) y la de Belchite (Zaragoza). En octubre de 1937, la campaña del norte había terminado. Cabe destacar la supervivencia de maquis y topos.
  • La Batalla de Teruel y la Ofensiva de Aragón: Tras la batalla de Teruel (enero 1938), los republicanos tomaron la ciudad, aunque solo un mes. Franco inició una ofensiva por el Valle del Ebro para alcanzar las costas del Mediterráneo y dividir el territorio, lo que consiguió con la toma de Vinaroz (abril 1938).
  • La Batalla del Ebro: Estando el Ejército sublevado a 40 km de Valencia, el republicano, reorganizado por Vicente Rojo, preparó una ofensiva para volver a unir su territorio estableciendo el frente en Gandesa. En la batalla del Ebro, la más cruenta y larga (julio-noviembre 1938), Franco consiguió romper el frente republicano.
  • La Ofensiva de Cataluña y el Fin de la Guerra: A continuación, se inició la ofensiva final contra Cataluña: Tarragona y Barcelona caen y después Girona, hasta llegar a la frontera en febrero de 1939. El 27/2 Azaña dimitió.

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