La Guerra Civil Española (1936-1939)
El Gobierno Republicano
El gobierno de Largo Caballero, procedente de la UGT, fue un gobierno de coalición con participación de todos los sectores, excepto los anarquistas más radicales y el POUM. Esto permitió el fin de los comités obreros, las milicias y las colectivizaciones. La crisis de mayo de 1937 en Barcelona, provocada por el ataque del gobierno al edificio de la telefónica controlado por anarquistas y el POUM, causó la caída de Largo Caballero y la ruptura de la coalición, dando al PCE la oportunidad de deshacerse de él.
El gobierno de Negrín, socialista moderado, continuó la política de control y centralización. Su ministro de guerra, Prieto, tras la pérdida de Teruel en 1938, defendió la negociación de una paz ventajosa, pero fue acusado de derrotista y dimitió. Negrín propuso los 13 puntos de Negrín (democracia, sufragio universal, reforma agraria, etc.) para negociar la paz, pero Franco los rechazó. Tras la caída de Cataluña, el general Casado se sublevó, formó el Consejo Nacional de Defensa con Besteiro, y aplastó la resistencia al gobierno. Su intento de paz negociada fracasó, y Besteiro aceptó la rendición incondicional.
El Bando Nacional
Hasta octubre de 1936, el bando nacional carecía de organización política, centrado en la resistencia al comunismo. La resistencia de Madrid y la prolongación de la guerra evidenciaron la necesidad de un mando único. Franco fue elegido por su prestigio militar, el control del ejército de Marruecos, y no por razones políticas. Su nombramiento, ocurrido en octubre de 1936, se institucionalizó en abril de 1937.
Franco, sin ideas políticas definidas, fue aconsejado por Serrano Suñer, quien buscaba crear un estado con instituciones, legalidad e ideología. Las ideas de Franco eran simples: unidad, orden, jerarquía, catolicismo, y rechazo al comunismo. Serrano Suñer, amigo de José Antonio Primo de Rivera, compartía la idea de un estado con un hombre fuerte y un solo partido. Estas ideas se ajustaban a las de Franco y los militares. Se rehízo Falange Española, incorporando a los tradicionalistas, como partido único, aprovechando el encarcelamiento de José Antonio. Falange se convirtió en instrumento de Franco, dando lugar a FET y de las JONS. Aunque algunas directrices se establecieron en 1938, Franco esperó al fin del conflicto para la estructura definitiva.
Intervención Extranjera
La República buscó la intervención de la Sociedad de Naciones contra Italia y Alemania, pero la resolución, aprobada con retraso, no se aplicó. Francia y Gran Bretaña prohibieron la venta de material militar a España, creando el Comité de No Intervención para evitar la internacionalización del conflicto. Sin embargo, este comité fracasó.
Francia, gobernada por el Frente Popular de León Blum, inicialmente ayudó a la República, pero las presiones británicas y las divergencias internas le obligaron a suspender la ayuda, impulsando el Comité de No Intervención. Gran Bretaña apoyó la neutralidad, pero firmó un acuerdo con Italia reconociendo la presencia de tropas italianas en España. EEUU, interpretando la guerra como un avance del comunismo, adoptó la no intervención, aunque empresas como Texaco y General Motors abastecieron al bando franquista.
Ayudas a los Sublevados
- Alemania: Apoyó desde el principio con la Legión Cóndor, crucial para la guerra y responsable del bombardeo de Guernica. Aportó material bélico, instructores y financiación.
- Italia: Proporcionó hombres (120,000 voluntarios), material y financiación a través de la compañía SAFNI.
- Portugal: Envió voluntarios («Viriatos»), cedió territorio y facilitó la entrada de armamento.
Ayudas a la República
- URSS: Aportó material (aviones, carros de combate), asistencia técnica y logística, exigiendo el oro del Banco de España como pago.
- México: Envió municiones y fusiles.
- Brigadas Internacionales: Voluntarios (60,000) que lucharon contra el fascismo, principalmente en la defensa de Madrid y Guadalajara. Se retiraron en 1938 para facilitar las negociaciones de paz.
Consecuencias de la Guerra
Costes Económicos:
- Disminución de la producción agraria (20%) e industrial (30%).
- Destrucción de 500,000 viviendas.
- Pérdidas en la marina mercante, red ferroviaria y carreteras.
- Pérdida del oro del Banco de España y endeudamiento con Alemania e Italia.
Costes Humanos:
- Más de 300,000 muertos en combate y retaguardia.
- Al menos 145,000 víctimas de la represión.
- Entre 28,000 y 50,000 fusilados tras la guerra.
- Medio millón de exiliados.
- Caída de la natalidad.
Consecuencias Sociales y Políticas:
- Profunda marca moral en la sociedad.
- Dificultad en la reconciliación.
- Instauración de la dictadura franquista.
- Aislamiento de España de las democracias occidentales.