Fases del Conflicto
Julio 1936 – Marzo 1937 (Guerra de columnas, marcha hacia Madrid, Batalla de Madrid)
En esta etapa participaron diversas columnas militares de ambos bandos (del ejército regular en el caso de los sublevados y de milicianos en el de los republicanos, que fueron respaldados por algunos militares profesionales como Miaja o Rojo). La toma de Madrid se convirtió en el objetivo primordial de los sublevados. Las columnas mandadas por Mola fueron detenidas al norte. Por esta razón, las tropas de Franco y Yagüe tenían más posibilidades de entrar en Madrid por el sur. Gracias a la colaboración de la aviación y la marina de Hitler y Mussolini, lograron cruzar el estrecho y avanzar a través de Extremadura sin que pudieran ser detenidos. Tomaron Badajoz, Talavera y Toledo (que supuso un error militar porque retrasó el avance sobre Madrid), uniendo así las dos zonas de la Península que dominaban los sublevados. En el frente norte, la toma de Irún por las tropas del general Mola fue la operación de mayor importancia (ya que cortaba el acceso del ejército republicano del norte a la frontera con Francia e impedía la llegada de refuerzos por tierra). En septiembre de 1936, San Sebastián se rindió sin lucha.
Entre noviembre de 1936 y marzo de 1937, el conflicto se convirtió en una guerra de desgaste debido a la inesperada resistencia de Madrid. El gobierno republicano se trasladó a Valencia convencido de que Madrid caería pronto. La resistencia fue dirigida por una improvisada Junta de Defensa, que tuvo un éxito total en su empeño. Recibió armamento soviético y los primeros refuerzos extranjeros favorables a la República: los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Al no lograr la toma rápida de Madrid, Franco decidió poner en marcha una operación para rodearla, sucediéndose tres batallas (la de la carretera de La Coruña, la del río Jarama, y la de Guadalajara). En el frente sur, los rebeldes lograron tomar Málaga.
Abril de 1937 – Noviembre de 1938
llevado a cabo por los pilotos nazis de la Legión Cóndor (enviada por Hitler, que tuvo el consentimiento expreso de Franco quien, sin embargo, acusó al ejército republicano del crimen), suceso que conmocionó a la opinión pública mundial e inspiró a Picasso su famoso cuadro. Caen Bilbao (junio, Franco deroga el Estatuto vasco), Santander (agosto) y Asturias (octubre). El ejército popular de la República emprendió varias ofensivas para intentar detener o retrasar el avance franquista, sin obtener resultados decisivos. Así ocurrió en la batalla de Brunete (julio) en la de Belchite (agosto, que no logró la ocupación de la capital aragonesa por los republicanos) y Teruel (los republicanos serán desalojados en febrero).
Entre marzo de 1938 y febrero de 1939, Franco desplegó un ataque a lo largo del frente de Aragón con la intención de alcanzar el Mediterráneo y dividir la zona republicana. Al lograrlo, la guerra parecía decidida a favor de los sublevados. Desde julio de 1938, el ejército republicano lanzó una furiosa ofensiva y logró cruzar el Ebro (Batalla del Ebro), operación autorizada por el presidente Negrín (convencido de la proximidad de un enfrentamiento en Europa entre Hitler y las democracias, buscando así alargar el conflicto todo lo que fuera posible). La ofensiva se prologó hasta noviembre, y tuvo como principal consecuencia el quebrantamiento definitivo del ejército popular.
Diciembre de 1938 – Abril de 1939 (Toma de Cataluña, el fin de la Guerra)
Tras la Batalla del Ebro, se llevó a cabo la conquista de Cataluña. Se ocupó Lérida, Tarragona, Barcelona (enero) y Girona (febrero). Franco suspende el Estatuto Catalán y promulga la Ley de Responsabilidades políticas, produciéndose un gran éxodo de tropas y civiles fieles a la República. Entre febrero y abril de 1939, se desarrollaron los últimos episodios de la Guerra Civil. Negrín (presidente del Gobierno) y el PCE propusieron una política de resistencia a ultranza. Esta actitud chocó con la oposición de importantes militares y políticos republicanos, que buscaron una salida negociada del conflicto. Este grupo organizó un golpe de Estado en marzo, encabezado por Besteiro y el coronel Casado, provocando una breve guerra civil dentro del partido republicano, de la que salieron triunfantes el coronel Casado y sus partidarios. Decidieron entregar a Franco toda la zona que aún estaba en manos de los republicanos. Esta entrega se realizó de forma tan apresurada que no hubo tiempo siquiera para la evacuación de los que querían escapar de la represión franquista.