La España Republicana
La sublevación militar no logró derribar el Estado republicano, pero dividió el ejército y las fuerzas de seguridad, y también derrumbó el orden y el poder republicano. El golpe de estado, que se justificó como medio para impedir la revolución, terminó por desencadenarla. Entre el verano de 1936 y el otoño, la quiebra del Estado republicano dio lugar a una revolución social y a una represión de ella incontrolada.
La Sublevación y el Caos
Después de la sublevación del 18 de julio, Casares Quiroga ordenó disolver las guarniciones rebeldes y eximir a los soldados de la obediencia a sus jefes. No fue capaz de controlar la revolución y dimitió. Lo sustituyó Diego Martínez Barrio, que quería llegar a un trato con Mola para detener la guerra, pero Mola se negó.
Azaña encargó formar gobierno a José Giral, pero este no tenía un ejército y repartió armas a los militantes de las organizaciones obreras. Tras esto, el Estado republicano se desplomó y el poder en el territorio de la España republicana se rompió, y lo cogieron las milicias armadas de los partidos y sindicatos obreros, que formaron comités y juntas, donde se representaban los partidos y organizaciones obreras. Tras esto comenzó una revolución conocida como «El terror rojo».
El Terror Rojo
Desde ahí hasta los primeros meses de 1937 se desató un terror incontrolado, que empezó con la eliminación de quienes habían participado en la sublevación. Primero quemaron iglesias y conventos, asesinaron militares y políticos de derecha. Alcanzó su mayor auge en Madrid con el asalto de la cárcel Modelo, donde un grupo de milicianos asesinaron a militares y políticos de derechas. También destacaron los «paseos» de presos de las cárceles de Madrid, como los que trasladaron y mataron en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz.
La Revolución Social
Los anarquistas de la CNT y los de UGT hicieron una revolución social, donde casi todas las industrias producían bajo el control de comités de sindicalistas. La colectivización agraria fue importante en Andalucía y Castilla-La Mancha. Destaca la revolución en Cataluña que llevó a cabo el Comité Central de Milicias Antifascistas.
Formación de Gobiernos de Coalición
A finales de agosto, los sublevados avanzaron rápido a Madrid y la política de no intervención de Francia y Reino Unido provocaron la dimisión de Giral. Después se formó un gobierno de coalición para conciliar los experimentos revolucionarios y reconstruir el Estado para ganar la guerra.
En septiembre, Largo Caballero formó un gobierno con socialistas, comunistas, republicanos, catalanes y vascos. Los comunistas, a cambio de acabar con el movimiento revolucionario anarquista, cedieron. El Partido Nacionalista Vasco pactó su participación a cambio de aprobar el Estatuto de Autonomía, y el 1 de octubre se aprobó. La CNT, al principio, quedó fuera del gobierno. En noviembre, Largo Caballero reestructuró su gobierno y metió a 4 ministros anarcosindicalistas.
Objetivos del Gobierno de Largo Caballero
Los objetivos de estos gobiernos eran reconstruir los poderes del Estado republicano, frenar la revolución y aparentar ser una buena república. Querían formar un ejército bueno, el Ejército Popular de la República, y para ello militarizaron las milicias e incorporaron las Brigadas Mixtas, reorganizaron las fuerzas de seguridad y mantuvieron el orden.
Tensiones y Enfrentamientos
Empezaron a crecer las tensiones. Los comunistas y la mayoría de socialistas eran partidarios de poner fin a la hegemonía política de los sindicatos. Más tarde se produjeron los enfrentamientos en Barcelona en 1937, en los que la Generalitat y el PSUC estallaron porque querían volver a manejar el edificio de la Telefónica, que estaba en manos de anarquistas y la POUM. Después, los socialistas y comunistas atacaron a Largo Caballero, porque querían acabar con el poder sindical y formar un gobierno nuevo, y Largo Caballero cayó.
El Gobierno de Juan Negrín
Más tarde, Juan Negrín formó gobierno con un gabinete de concentración de todos los partidos del Frente Popular, y Prieto ocupó el Ministerio de Defensa. Con la guerra civil, el Partido Comunista se fue extendiendo, ya que iba defendiendo la república y quería centralizar los esfuerzos para ganar la guerra. Reforzó el ejército y unificó los planes militares bajo un solo mando, y también intentó organizar la industria de guerra y acabar con la revolución.
Tensiones por la Paz
Después estallaron tensiones entre partidarios de negociar la paz con Franco, apoyados en Francia y Reino Unido, y los que se resistían. La crisis de abril de 1938 provocó la ruptura de socialistas y republicanos con los comunistas, que hizo que Prieto dimitiera y Negrín formara un nuevo gobierno e hiciera el escrito que se conoce como «Los Trece Puntos» para acabar con la guerra. Negrín quería que Reino Unido y Francia presionasen a Franco para negociar la paz, y todo esto se acabó con el Pacto de Múnich en 1938. Más tarde, en 1939, Reino Unido y Francia reconocieron el gobierno de Franco.
La Caída de la República
La situación que había, en la que había hambre, la población estaba desmoralizada y otras cosas, hizo que Negrín se quedase solo hasta el final, diciendo la frase «Resistir es vencer». Se produjo el golpe de Estado de Casado que hizo que acabase la República.