La Sublevación, la Guerra y su Dimensión Internacional
El Golpe Militar y el Inicio de la Guerra
El golpe militar del 17 de julio de 1936, organizado por el general Mola, buscaba destituir al gobierno republicano del Frente Popular, disolver las Cortes e instaurar una «Dictadura Republicana». La sublevación, iniciada en Marruecos, se extendió a la península ibérica el 18 de julio. El objetivo era tomar el control gubernamental con apoyo de grupos civiles afines. El alzamiento fracasó en las principales ciudades, pero triunfó en algunas capitales de provincia, mientras que en otras zonas el resultado fue incierto. Este desigual desarrollo se debió a la postura de los mandos militares y a las particularidades sociopolíticas de cada región.
Apoyos y Objetivos de la Sublevación
Diversos grupos apoyaron la sublevación: militares, terratenientes, monárquicos, católicos, tradicionalistas y falangistas. El rechazo al régimen republicano, el clima de violencia política, los ataques a la Iglesia y el temor a una revolución social, fueron factores clave para su participación. Sin embargo, no existía un proyecto político unificado tras el golpe, cada grupo tenía sus propios objetivos.
La Lucha en Barcelona
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Los Grupos Leales a la República
Obreros, empleados urbanos, jornaleros y algunos sectores de las clases medias, vinculados a partidos republicanos y nacionalistas, se mantuvieron leales a la República. Influenciados por organizaciones socialistas, anarcosindicalistas y comunistas, defendían mayoritariamente una política reformista similar a la del primer bienio republicano, aunque algunos sectores (socialistas de izquierda y anarcosindicalistas) apostaban por una revolución social.
La Internacionalización del Conflicto
Ni los sublevados ni el gobierno republicano previeron una guerra civil. El fracaso del alzamiento derivó en un conflicto bélico prolongado debido a la irreconciliable postura de ambos bandos y a la intervención extranjera. La opinión pública y los gobiernos internacionales se dividieron ante la «guerra de España». Las potencias democráticas occidentales (Francia y Gran Bretaña), temiendo una escalada bélica en Europa, adoptaron una política de no intervención. En contraste, los regímenes de Mussolini y Hitler apoyaron a los sublevados desde el inicio, mientras que la URSS de Stalin y las organizaciones obreras internacionales (socialistas y comunistas) respaldaron al gobierno republicano.
El Comité de No Intervención
Gran Bretaña, buscando apaciguar a la Alemania nazi, impulsó la creación del Comité de No Intervención en agosto de 1936, con sede en Londres. Francia, a pesar de su cercanía y simpatía por la República, se unió a la iniciativa para mantener el apoyo británico frente a Hitler. El Comité, formado por 27 países, incluyendo a Alemania, Italia y la URSS, no logró impedir la ayuda exterior a ambos bandos, convirtiéndose en un espacio de mutua vigilancia entre las potencias involucradas.
Etapas de la Guerra Civil
Desde la sublevación hasta su fin en 1939, la guerra civil española atravesó cinco etapas principales:
- El paso del Estrecho y el avance hacia Madrid (julio-noviembre de 1936): Unificación de las zonas controladas por los sublevados.
- Las batallas en torno a Madrid (diciembre 1936-marzo 1937): Madrid, Jarama y Guadalajara. Fracaso en la toma de la capital.
- La ocupación del Norte (abril-octubre de 1937): Caída de Bilbao, Santander y Asturias, con la pérdida de su industria y recursos mineros.
- La ofensiva hacia el Mediterráneo (noviembre 1937-junio 1938): Batalla de Teruel, Campaña de Aragón y llegada de las tropas franquistas al Mediterráneo.
- La batalla del Ebro y el fin de la guerra (julio 1938-abril 1939): Derrota del ejército republicano, ocupación de Cataluña y caída de Madrid.