14.5 La Guerra Civil: Sublevación Militar y Estallido de la Guerra
Polarización Social y Golpe Militar
Durante el período del Frente Popular, España experimentó una profunda polarización social. Los sindicatos y partidos de derecha desconfiaban del gobierno y se enfrentaron en las calles, provocando graves disturbios y asesinatos. El ejército, dividido entre republicanos y antirrepublicanos, veía peligrar sus intereses de clase y su concepción tradicional de España y el orden. Ante esta situación, decidieron derrocar al gobierno y formaron una Junta Militar presidida por Sanjurjo. El gobierno republicano intentó reaccionar cambiando puestos clave, pero el golpe militar era inminente.
El golpe debía ejecutarse con rapidez para evitar cualquier resistencia. El régimen republicano debía ser sustituido por una dictadura provisional. Mola, uno de los líderes del golpe, contó con el apoyo de monárquicos, carlistas, falangistas y militares afectados por la reforma. El golpe estaba previsto para el 18 de julio, pero la tensión creada por los asesinatos del teniente Castillo y el diputado Calvo Sotelo precipitó los acontecimientos.
Inicio de la Guerra y División del Territorio
La sublevación se inició el 17 de julio de 1936 en Melilla y el 18 en la Península. Los sublevados lograron controlar parte del territorio, incluyendo Navarra, Álava, Castilla-León, Galicia y varias regiones de Aragón y Andalucía. Sin embargo, militares leales al gobierno y organizaciones obreras consiguieron sofocar la rebelión en las grandes ciudades, salvo en Sevilla.
El fracaso del golpe de Estado dio paso a una guerra civil que enfrentó a la democracia, el fascismo y el comunismo, el centralismo y el nacionalismo, la lucha de clases y el catolicismo frente al anticlericalismo marxista. Las causas de la guerra fueron complejas, incluyendo la pérdida de poder del bloque dominante, la tradición intervencionista del ejército, la falta de tradición democrática, los nacionalismos e ideologías extremistas, el anticlericalismo y una sociedad con bajo nivel cultural, sumergida en una crisis económica y con escasa política social.
Etapas de la Guerra Civil
La Guerra Civil Española se desarrolló en varias etapas:
Las Batallas por Madrid (julio 1936 – marzo 1937)
El 18 de julio, Franco se sublevó en Canarias y el 19 asumió el mando del bando nacional. El objetivo principal era ocupar Madrid y desarticular el aparato del Estado. Para ello, las tropas nacionales trataron de confluir desde el norte, bajo la dirección de Mola, y desde el sur, bajo la dirección de Varela y Franco. Franco cruzó el estrecho de Gibraltar y ocupó parte de Andalucía y Extremadura. Queipo de Llano controló el suroeste de Andalucía y Badajoz. De camino a Madrid, Franco liberó el Alcázar de Toledo, lo que permitió a la República proteger la capital con la ayuda de las Brigadas Internacionales.
Tras el fracaso en la toma de Madrid, el bando nacional intentó aislar la capital mediante maniobras envolventes. De noviembre de 1936 a marzo de 1937, atacaron en dirección a La Coruña y se produjeron las batallas del Jarama y Guadalajara para cortar la comunicación con Valencia. Franco no logró derrotar a las fuerzas republicanas y decidió centrarse en la conquista del norte, rico en recursos minerales.
La Batalla del Norte (abril – octubre 1937)
La campaña del norte comenzó con la conquista de Asturias. En el País Vasco, la resistencia fue muy dura, pero la aviación alemana realizó bombardeos sobre la población civil, como el de Guernica. En julio cayó Bilbao y Santander, debido a la ayuda de las tropas italianas y la escasa organización de la resistencia. Asturias, por su tradición izquierdista y lo áspero del terreno, ofreció una defensa brutal hasta su caída en octubre.
Para aliviar la presión sobre el norte, la República planeó ofensivas para distraer las operaciones de Franco: Segovia y La Granja (junio), Brunete (julio) y Belchite (agosto). Sin embargo, todas fracasaron por falta de coordinación. La campaña del norte fue un desastre para la República, que perdió zonas ricas e industrializadas y el 25% de sus tropas.
La Batalla de Teruel y la Marcha hacia el Mediterráneo (diciembre 1937 – junio 1938)
Franco intentó tomar Madrid por Guadalajara, pero los republicanos tomaron Teruel. Sin embargo, Franco la reconquistó, provocando un derrumbamiento del frente republicano y el acceso al Mediterráneo. La idea era aislar Cataluña de Madrid. Al llegar al Mediterráneo, la República se dividió en dos y las tropas nacionales intentaron llegar hasta Valencia, pero quedaron atascadas en el Maestrazgo.
La Batalla del Ebro y la Caída de Cataluña (julio 1938 – febrero 1939)
En julio de 1938, los republicanos cruzaron el Ebro para romper la penetración de los sublevados en el este y unificar la zona republicana. La batalla del Ebro fue una batalla frontal, sangrienta y larga, con gran concentración de fuego artillero y siete ofensivas. Finalmente, Cataluña fue tomada en febrero de 1939.
El Fin de la Guerra (febrero – abril 1939)
Para los republicanos, la caída de Cataluña significaba el final de la guerra. Tras la dimisión de Azaña, el ambiente era de derrota. La impopularidad de Negrín y sus colaboradores comunistas aumentó la presión. Los mandos militares querían negociar con Franco, pero Negrín quería alargar la guerra para enlazar con la Segunda Guerra Mundial. A finales de febrero, Francia e Inglaterra reconocieron a Franco como Jefe de Estado. El 5 de marzo, el coronel Casado dio un golpe de Estado y formó un Consejo Nacional de Defensa para negociar con los sublevados. Sin embargo, Franco exigió la rendición sin condiciones. El 28 de marzo cayó Madrid y el 1 de abril de 1939 terminó la Guerra Civil Española.