La Guerra de la Independencia Española (1808-1814) y la Constitución de 1812

1. La Guerra de la Independencia (1808-1814) y los comienzos de la Revolución Liberal. La Constitución de 1812

La primera causa de la guerra fue la reacción del pueblo español ante la invasión francesa del territorio peninsular. Cuando Napoleón llega al poder a fines de 1799, Francia seguía estando interesada en aliarse con España e Inglaterra. Sirviendo a los intereses de Napoleón y por el segundo Tratado de San Ildefonso (1800) Manuel Godoy, emprendía una guerra contra Portugal, la llamada Guerra de las Naranjas.

La destrucción de la marina española en 1805 en la batalla de Trafalgar, con el pretexto de invadir Portugal, Napoleón logra que Godoy firme el Tratado de Fontainebleau (1807) por el que se permitía a las tropas francesas atravesar España. Apoderarse de España. Mientras tanto las tensiones se incrementaban en la corte española. A ello había que añadir el hecho de que la guerra había terminado.

La guerra trae consecuencias socioeconómicas en donde hubo grandes pérdidas del comercio y en la agricultura. Además, la hacienda entró en bancarrota. A todo aquello había que sumarle las consecuencias demográficas con un gran número de bajas. La guerra también trae consecuencias políticas en donde se pretende sustituir el Antiguo Régimen por un régimen liberal. Se van afianzando los principios de soberanía nacional e igualdad ante la ley. Las Cortes de Cádiz promulgaron la Constitución del 19 de marzo de 1812.

Fases de la Guerra

Esto originó una guerra en la que se distinguen 3 fases:

  1. Primera Fase (1808-1809): Los franceses sitiaron Zaragoza y Gerona. Las tropas francesas del general Dupont fueron derrotadas por Castaños en Bailén. Esta derrota sorprendió a Napoleón y a José I. En agosto los franceses se veían obligados a levantar el sitio de Zaragoza. A finales de ese mismo mes, el 39 de agosto, Arthur Wellesley, duque de Wellington, vencía a las tropas en Lisboa.
  2. Segunda Fase (1809-1812): Napoleón llama a la Grande Armée. Tras asegurar Madrid, Napoleón prosiguió su campaña marchando hacia el norte para interceptar al ejército inglés y tomar la ciudad de Zaragoza. Pese a sus éxitos, el emperador no había terminado la conquista. Desde 1809 se entró en una fase de desgaste. La victoria de Ocaña permitió a los franceses avanzar sobre Andalucía obligando a la Junta Central a trasladarse precipitadamente a Cádiz. Esta fue la única que resistió a estar bajo el control de los franceses. En marzo de 1811 los franceses abandonaron Portugal. A la imposibilidad de tomar Cádiz se unió el desgaste de las tropas.
  3. Tercera Fase (1812-1813): Napoleón en 1812 retira parte de su ejército para enviarlos a la campaña de Rusia. Las tropas de Wellington entraban en Salamanca, y un mes después tuvo lugar la batalla de los Arapiles, en la que la victoria inglesa abrió el camino hacia Madrid. José I huyó hacia Valencia y pudo reorganizar sus tropas y contraatacar recuperando la capital. En mayo de 1813 Wellington emprendió la ofensiva final, y días después José I abandonaba definitivamente Madrid. Las victorias de los ejércitos anglo-españoles en las batallas de Vitoria y San Marcial consumaron la derrota francesa, obligando a José I a cruzar la frontera. El 11 de diciembre de 1813, Napoleón firmaba el Tratado de Valençay, por el que restituía la Corona de España a Fernando VII. Mientras las tropas españolas e inglesas contribuían a terminar con el Imperio napoleónico en Francia, en marzo de 1814 emprendía Fernando el camino de regreso a España. El 8 de abril de 1814, tras un último enfrentamiento en Toulouse, se firmó el armisticio. La guerra había terminado.

Consecuencias de la Guerra

La guerra trae consecuencias socioeconómicas en donde hubo grandes pérdidas del comercio y en la agricultura. Además, la hacienda entró en bancarrota. A todo aquello había que sumarle las consecuencias demográficas con un gran número de bajas. La guerra también trae consecuencias políticas en donde se pretende sustituir el Antiguo Régimen por un régimen liberal. Se van afianzando los principios de soberanía nacional e igualdad ante la ley. Las Cortes de Cádiz promulgaron la Constitución del 19 de marzo de 1812.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Las Cortes de Cádiz crearon un nuevo orden político y jurídico, el liberal. Lo hicieron proclamando el principio fundamental de la soberanía nacional. Se afirmó que la única fuente de autoridad y legitimidad era la nación y no el rey. Las Cortes de Cádiz reunían a todos los diputados o representantes llegados de distintos lugares de España en una misma asamblea. Las Cortes funcionaron hasta septiembre de 1813. Entre los diputados pronto se distinguieron tendencias opuestas.

  • Liberales: Basándose en la idea de libertad difundida por la Revolución Francesa, reivindicaban la soberanía nacional y una constitución que legitimara la división de poderes. Para ellos la guerra de la independencia representaba una oportunidad para eliminar el sistema del Antiguo Régimen.
  • Jovellanistas: Proclamaban la necesidad de reformas sin revolución. Querían reformar el país partiendo de sus costumbres y leyes tradicionales sin romper radicalmente con las estructuras del Antiguo Régimen. También querían establecer un compromiso entre la nación y el rey a través de unas Cortes estamentales.
  • Absolutistas: Eran defensores del Antiguo Régimen, cuya idea era la de mantener sus privilegios y devolver a Fernando VII todas las atribuciones de monarca absoluto.

Labores de las Cortes de Cádiz

Las Cortes de Cádiz tuvieron una serie de labores:

  • Labor Legislativa: Pretendía aplicar reformas sociales y económicas que afectaban al Antiguo Régimen. Entre los decretos más significativos se encuentran:
    • La suspensión del régimen señorial.
    • Se abolieron los derechos feudales.
    • La abolición de los derechos jurisdiccionales. Se mantuvieron los señoríos territoriales y sus titulares se convirtieron en propietarios de la tierra.
    • La eliminación de los mayorazgos.
    • La desamortización que se aplicó a las propiedades de los conventos y monasterios destruidos por las guerra, a muchas tierras municipales y a las propiedades de los afrancesados.
    • La abolición de los gremios.
    • La eliminación de las aduanas internas.
    • La supresión de la Inquisición.
  • Labor Constituyente de 1812: Representa la obra más importante de las Cortes de Cádiz. En 1810, las Cortes habían creado una comisión encargada de redactar el proyecto de la primera Constitución española. Comisión que estuvo presidida por el sacerdote liberal Muñoz Torrero. Merecen ser destacados el abogado Agustín Argüelles o el VII conde de Toreno. El 19 de marzo de 1812 se proclamará la Constitución. Su aprobación supuso la oposición al Estado absolutista y a la ruptura con el Antiguo Régimen abriéndose así el camino hacia un estado liberal.

Principios Fundamentales de la Constitución de 1812

La Constitución de 1812 establecía los siguientes principios fundamentales:

  • Reconocimiento de la soberanía (art. 3), la nación española es la»reunión de todos los españole».
  • División de poderes en donde el poder legislativo recae en las Cortes que se componían de una única cámara, el ejecutivo es potestad del rey (art. 16) y el judicial reside en los tribunales.
  • El rey debería jurar y acatar la Constitución como condición previa a su reconocimiento por la nación.
  • Se reconocía igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, derecho a la libertad, a la propiedad, a la libertad de imprenta, a la inviolabilidad del domicilio y se suprimía la tortura.
  • No se recogía una declaración de derechos individuales.
  • Se establece sufragio universal masculino.

Balance de las Cortes de Cádiz

El balance de las Cortes de Cádiz se puede considerar como uno de los instrumentos más importantes llevados a cabo para emprender una modernización de España al establecer las bases de un estado liberal. La labor legislativa de Cádiz no tuvo una aplicación práctica tanto por la guerra de independencia como porque en España no existía una burguesía consolidada. A todo ello hay que añadir la propia actitud del mencionado Fernando VII que deseaba para sí la plena soberanía y que rechazaba la idea de convertirse en un rey constitucional. Este además cuenta con el respaldo de gran parte del clero y la nobleza por lo que no tendrá ningún inconveniente en disolver las Cortes, suspender la Constitución y los derechos liberales. Fernando VII contó con el apoyo de la Santa Alianza. A pesar de todo esto, las tentativas de instaurar un régimen liberal durante el reinado de Fernando VII fueron constantes. Las Cortes sirvieron para fijar los principios del liberalismo español.

liberalismo español.

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