La Guerra Fría: Auge, Crisis y Transformación del Mundo (1945-1991)

La Edad de Oro de la Economía Occidental (1950-1973)

Entre 1950 y 1973, la economía occidental experimentó un crecimiento anual del 5%, el mayor de la historia. Este auge se debió a cuatro factores principales:

  1. Aumento de la productividad: La producción en cadena permitió elaborar más productos en el mismo tiempo, bajar los precios y ampliar el consumo.
  2. Bajo precio de las materias primas y fuentes de energía: Esto permitió aumentar la producción y reducir costes.
  3. Intervención del Estado en la economía: Se crearon instituciones económicas internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
  4. Desarrollo de la sociedad de consumo: Creció el nivel de vida y se expandió el acceso a bienes y servicios.

La Crisis del Petróleo (1973)

A finales de los años 60, la economía occidental enfrentó problemas como la dependencia del petróleo de Oriente Medio y el aumento de la inflación. En 1973, la Guerra de Yom Kippur llevó a la OPEP, dominada por países árabes, a cuadruplicar el precio del petróleo.

Esta subida del precio del petróleo redujo los beneficios empresariales, provocó el cierre de empresas y aumentó el desempleo. Los gobiernos occidentales favorecieron el desarrollo de la energía nuclear para reducir la dependencia del petróleo. Desde los años 80, se aplicaron políticas neoliberales que disminuían la intervención del Estado en la economía.

Una Época de Fuerte Cambio Social (1950-1970)

A pesar de la mejora en la calidad de vida, persistían problemas y desigualdades. En los años 50 y 60, surgió el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos para combatir la discriminación racial, liderado por Martin Luther King Jr. con un enfoque no violento.

En esos mismos años, nacieron los movimientos feministas que luchaban por la igualdad legal entre hombres y mujeres. Otras protestas incluyeron la oposición a la Guerra de Vietnam, el movimiento obrero y estudiantil en Francia en mayo de 1968, y el movimiento hippie.

La Hegemonía Estadounidense

Estados Unidos se convirtió en el líder del bloque occidental y compitió con la URSS por la supremacía militar y política. Poseía un enorme ejército, armas convencionales y nucleares, y una red de alianzas militares. Además, tenía derecho de veto en la ONU.

Estados Unidos también era dominante en la economía. La Segunda Guerra Mundial no afectó su territorio ni sus infraestructuras, por lo que la guerra impulsó su economía. Tras la guerra, las compañías estadounidenses alcanzaron una gran dimensión debido a la concentración empresarial y se expandieron a otros países.

La Evolución de la Política Estadounidense

La vida política estadounidense estaba dividida entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Los demócratas gobernaron hasta 1953 y aplicaron políticas sociales. En esta fase, comenzó la «caza de brujas» (persecución a los comunistas).

En los años 60, volvieron al poder Kennedy y Johnson. En esta etapa, se promovió la igualdad de derechos para la comunidad negra y se aprobaron leyes contra la discriminación de las mujeres. También se produjo la Guerra de Vietnam, que generó una fuerte oposición ciudadana.

En los años 70, la crisis económica causada por el petróleo llevó a la dimisión de Nixon en 1973, acusado de espiar a sus rivales demócratas. En los años 80, el republicano Ronald Reagan llegó al poder con el objetivo de revitalizar el poder estadounidense e invirtió en el militarismo. Creó una revolución conservadora, promovió la liberación económica y redujo los sistemas de protección social.

Nacimiento de la CEE

La Segunda Guerra Mundial dejó más de 40 millones de muertos y destruyó infraestructuras y ciudades. Los gobernantes europeos tomaron conciencia de la necesidad de evitar futuras guerras entre países europeos y de que cada Estado por sí solo era incapaz de competir con las grandes superpotencias.

Por ello, era preciso que los países cooperasen para evitar enfrentamientos y recuperar la prosperidad. En 1948, se creó el Benelux, una unión aduanera entre Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. En 1951, se creó la CECA para comerciar con carbón y acero.

Los países que formaban esas comunidades firmaron en 1957 el Tratado de Roma, que dio origen a la Comunidad Económica Europea (CEE). Sus objetivos eran crear un mercado común entre los países miembros y desarrollar políticas económicas e instituciones comunes. Desde su fundación, la CEE tuvo gran éxito en los países que se integraron.

Europa Occidental: Democracia y Estado del Bienestar

Al final de la Segunda Guerra Mundial, se establecieron sistemas políticos democráticos en Europa Occidental. Estos sistemas eran pluripartidistas, aunque durante la Guerra Fría los partidos comunistas no lograron participar en los gobiernos.

Los partidos hegemónicos eran los conservadores y democratacristianos por la derecha, y los socialistas por la izquierda. Tras la guerra, los gobiernos reconocieron las conquistas sociales en Europa. Los países europeos establecieron salarios mínimos, subsidios de desempleo, y sistemas de asistencia sanitaria y educación gratuitos.

El gasto social se convirtió en la partida más importante del presupuesto y se constituyó el Estado del Bienestar. A partir de los años 50, este sistema político y social, junto con la mejora económica, permitieron el desarrollo de las clases medias y de la sociedad de consumo.

Las Dictaduras Mediterráneas

España, Portugal y Grecia fueron excepciones en Europa Occidental porque la democracia no se asentó hasta los años 70. Portugal estuvo gobernada por Antonio Salazar entre 1932 y 1970. La dictadura cayó en 1974 con la Revolución de los Claveles, que trajo la democracia.

Tras la guerra civil en Grecia, se instauró una monarquía democrática. En 1967, un grupo de militares conservadores dio un golpe de Estado e instauró una dictadura militar que duró hasta 1974.

En España, la dictadura de Franco perduró desde 1939 hasta 1975, cuando murió el dictador y se inició la transición a la democracia.

La Ocupación Estadounidense de Japón

Estados Unidos derrotó a Japón en 1945 y ocupó el archipiélago. Desmanteló el régimen existente, depuró el ejército y obligó a Hirohito a renunciar a su carácter divino.

La Constitución de 1947 estableció una democracia que garantizaba las libertades y derechos individuales. En 1952, terminó la ocupación estadounidense. Antes de eso, Japón y Estados Unidos firmaron un tratado de alianza que permitía mantener las bases estadounidenses en Japón.

El Milagro Económico Japonés

Japón inició su crecimiento económico en los años 50, con un crecimiento anual del 8%. A finales de los 60, se convirtió en la tercera potencia económica, por detrás de Estados Unidos y la URSS. Este fenómeno se conoce como el «milagro económico».

Cuatro factores explican este crecimiento: Japón no perdió su infraestructura industrial; recibió el apoyo de Estados Unidos, interesado en fortalecer a su aliado asiático; limitó las importaciones de manufacturas; y estableció acuerdos entre empresas y empleados que consistían en mano de obra barata a cambio de trabajo de por vida.

Los mayores conglomerados industriales fueron los zaibatsu, como Nissan o Toyota.

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