1. Estados Unidos: Líder del Mundo Capitalista
La Segunda Guerra Mundial (IIGM) marcó el inicio de la Guerra Fría y el ascenso de Estados Unidos como potencia dominante del mundo capitalista. El predominio de EE. UU. se basaba en tres pilares:
- Superioridad tecnológica y económica: EE. UU. poseía casi el 50% de la riqueza mundial.
- Prestigio político: EE. UU. era visto como un líder moral y democrático.
- Potencia militar: EE. UU. contaba con armas nucleares, lo que le otorgaba una superioridad militar indiscutible.
EE. UU. buscaba mantener el mundo capitalista y frenar la expansión del comunismo. Para ello, implementó el Plan Marshall para ayudar a la reconstrucción de Europa y creó la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) para aislar a la Unión Soviética (URSS).
Sin embargo, a partir de la década de 1960, EE. UU. comenzó a enfrentar desafíos:
- Económicamente: Europa y Japón se convirtieron en competidores económicos.
- Socialmente: Aumentaba la pobreza y la discriminación racial, especialmente hacia los afroamericanos.
- Políticamente: La amenaza de la URSS se intensificó con la crisis de los misiles.
John F. Kennedy ganó las elecciones en 1960 con un programa para recuperar el liderazgo económico y tecnológico de EE. UU. Su asesinato en 1963 fue un golpe duro, pero su programa continuó bajo la presidencia de Lyndon B. Johnson.
2. Europa Occidental
Tras la IIGM, los países europeos estaban devastados. El Plan Marshall, impulsado por EE. UU., proporcionó 13.000 millones de dólares a Europa, pero a cambio, EE. UU. exigió que los países europeos se enfrentaran al comunismo y adoptaran el capitalismo.
En la década de 1950, Europa Occidental experimentó un crecimiento económico significativo, lo que llevó a una mejora en el nivel de vida de sus ciudadanos. Se registraron aumentos salariales, modernización de la producción, establecimiento de la jornada laboral de 40 horas y vacaciones pagadas. También se expandieron los servicios públicos y las mujeres se incorporaron al mercado laboral.
El modelo europeo se caracterizaba por una mayor protección social que en EE. UU. o Japón, conocido como el Estado del Bienestar.
3. Japón: Una Potencia Asiática
Después de la IIGM, Japón fue ocupado por EE. UU., que impuso un nuevo sistema político. En 1946, se reformó el estado, se suprimió el poder divino del emperador y se promulgó una nueva constitución con división de poderes.
A pesar de la influencia comunista en Japón, EE. UU. lo vio como su principal aliado en Asia y decidió recuperar las inversiones realizadas en el país. Posteriormente, Japón renunció a las fuerzas armadas, lo que le permitió centrarse en su desarrollo económico.
Tras la guerra, Japón sufrió la devastación de las bombas atómicas, pero en menos de dos décadas se convirtió en la segunda potencia mundial, conocido como el»milagro japoné». Este éxito se debió a:
- La ayuda de EE. UU. y la ausencia de gastos militares.
- El crecimiento de pequeñas industrias tradicionales.
- La inversión en tecnología.
- La abundancia de mano de obra.
El éxito de la industria pesada y la alta tecnología convirtió a Japón en el primer exportador mundial. Sin embargo, este crecimiento también trajo consigo problemas como la sobrepoblación, la degradación del medio ambiente y la presión sobre los recursos.
4. La Unión Soviética: Una Gran Potencia
La URSS salió debilitada de la IIGM, pero se consolidó como líder del mundo comunista. En cuatro años, reconstruyó su economía y alcanzó niveles de producción similares a los de antes de la guerra. Las mujeres se incorporaron al mercado laboral y se priorizó la industria pesada, convirtiendo a la URSS en una potencia industrial comparable a EE. UU.
La agricultura se modernizó, lo que llevó a un crecimiento económico desequilibrado y a la escasez de productos. La sociedad soviética se dividía en dos grupos: la mayoría de la población y los trabajadores profesionales. Sin embargo, el verdadero poder lo tenía el partido comunista y sus miembros privilegiados.
A partir de 1956, el nivel de vida mejoró, se garantizó la seguridad social, las pensiones, la educación y el derecho al trabajo. Stalin, líder del partido comunista y del gobierno soviético, fue un personaje clave en la victoria de la URSS en la IIGM. Se creó un culto a su persona, pero su muerte en 1953 marcó un cambio en la URSS. El XX Congreso del PCUS reconoció los errores de Stalin.
Jruschov, quien llegó al poder tras la muerte de Stalin, implementó reformas que permitieron una mayor libertad de expresión, la crítica a los abusos de Stalin y la construcción del socialismo. Sin embargo, estas reformas fueron paralizadas en 1964 y Jruschov fue destituido. Breznev, secretario general del partido comunista desde 1964 hasta 1982, continuó con las políticas de control y los desequilibrios económicos.
5. La Expansión del Comunismo
Tras la IIGM, países de Europa del Este como Alemania Oriental, Polonia, Rumania, Bulgaria, Albania, Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría establecieron regímenes comunistas. Se implementaron programas de reconstrucción, se redistribuyeron las tierras agrícolas, se nacionalizaron las empresas y se impulsó la industria pesada.
La Guerra Fría intensificó la influencia comunista en Europa del Este. La presión de EE. UU. a través del Plan Marshall preocupó a la URSS, que temía perder su influencia en la región. Los países del bloque soviético se integraron en el COMECON, un mercado común para el intercambio de productos, y en el Pacto de Varsovia (1955), una alianza militar bajo el mando soviético.
En América Latina, la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro y Ernesto»Ch» Guevara impulsó las guerrillas comunistas y antiimperialistas en el continente. En Asia, el comunismo se expandió en Corea, Indochina y China. En África, algunos estados del Magreb adoptaron el socialismo.
6. La Revolución China
Antes de la IIGM, China era un país agrícola con un sistema feudal. La tierra estaba en manos de grandes propietarios y la trabajaban los campesinos. Tras la destitución del último emperador en 1911, se proclamó una república, pero el Partido Comunista Chino, fundado en 1921 y liderado por Mao Zedong, ganó influencia entre los campesinos.
China se convirtió en un modelo del comunismo soviético.
7. Crisis y Hundimiento del Comunismo
La URSS era la segunda potencia militar del mundo, pero su economía enfrentaba problemas. En 1985, Mijaíl Gorbachov fue elegido secretario general del partido comunista soviético. Para revitalizar la economía, implementó la perestroika, un plan de reformas económicas. En 1990, se celebraron las primeras elecciones libres en la URSS, y Boris Yeltsin fue elegido presidente de la República Federal Rusa.
En política exterior, la URSS dialogó con EE. UU. para negociar conflictos y declaró que no interferiría en los asuntos internos de otros países. Un movimiento reformista en Polonia, que culminó con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, marcó el fin de la Guerra Fría.
Las reformas de Gorbachov provocaron resistencia dentro del PCUS, que temía perder el poder. En agosto de 1991, se produjo un golpe de estado militar en Moscú, pero Yeltsin lo detuvo. Las reformas se aceleraron, Yeltsin disolvió el PCUS y la URSS se disolvió en 15 repúblicas independientes. Gorbachov renunció a su cargo. La transición hacia el capitalismo provocó una subida de precios, un aumento del desempleo y la pobreza en gran parte de la población.
8. Datos
- Mijaíl Gorbachov: Secretario General del partido comunista de la URSS.
- Mao Zedong: Líder de la República Popular China.
- Fidel Castro: Líder de Cuba.
- Ernesto»Ch» Guevara: Ayudante de Fidel Castro.
- Stalin: Jefe del partido comunista de la URSS y del gobierno ruso.
- John F. Kennedy: Presidente de EE. UU.