La Guerra Hispano-Cubana-Estadounidense: La Pérdida del Imperio Español

Antecedentes de la Guerra

Tras la Paz de Zanjón, la situación en Cuba se deterioró progresivamente:

  1. Crisis Económica y Social: La abolición de la esclavitud arruinó a los pequeños propietarios, quienes perdieron su mano de obra. Esto generó descontento tanto entre los antiguos esclavos, que se enfrentaron a bajos salarios o desempleo, como entre los propietarios.
  2. Descontento Criolla: El incumplimiento de la promesa de autonomía y la imposición de un férreo proteccionismo por parte de España, que perjudicaba el comercio con Estados Unidos, alimentaron el sentimiento independentista entre los criollos, liderados por intelectuales como José Martí.

Situación en Filipinas

Similarmente, en Filipinas, el desarrollo tras la apertura del Canal de Suez propició el surgimiento de una clase criolla que aspiraba a la independencia, inspirada por líderes como José Rizal y Emilio Aguinaldo, quien fundó la sociedad secreta Katipunán.

El Grito de Baire y el Inicio de la Guerra

En Cuba, el descontento conjunto de criollos y clases bajas culminó en el Grito de Baire en febrero de 1895, liderado por figuras como Máximo Gómez, Calixto García, Antonio Maceo y José Martí, cuya muerte lo convirtió en un mártir de la independencia. La insurrección se extendió rápidamente.

La Intervención de Martínez Campos

El general Martínez Campos, enviado por España, intentó una guerra convencional, pero subestimó la fuerza de la resistencia. Su estrategia fracasó y pidió ser relevado.

La Estrategia de Weyler y la Intervención Estadounidense

Ante la disyuntiva de abandonar o reprimir, España, influenciada por la opinión pública, optó por la represión. El general Weyler implementó una política de concentración de la población civil y división de la isla mediante trochas. A pesar de los avances iniciales, la guerra se prolongó.

El Maine y la Presión Estadounidense

La llegada al poder de McKinley en Estados Unidos marcó un cambio de postura. La prensa, azuzada por intereses económicos, influyó en la opinión pública a favor de la intervención. La explosión del Maine en la bahía de La Habana precipitó los acontecimientos. La investigación estadounidense atribuyó la explosión a una mina, lo que aumentó la presión para la guerra.

El Ultimátum y el Desastre del 98

Estados Unidos ofreció comprar Cuba, pero España se negó. Ante la falta de aliados internacionales, España recibió un ultimátum exigiendo la independencia de Cuba. La negativa española llevó a la declaración de guerra el 25 de abril de 1898.

Derrota Española y Firma de la Paz

La guerra fue breve y desigual. España sufrió derrotas en Filipinas y Cuba, donde la flota de Cervera fue destruida en la batalla de Santiago de Cuba. El 26 de julio, España pidió la paz. El Tratado de París, firmado en diciembre de 1898, supuso la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, marcando el fin del imperio colonial español.

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