La Historia de España: De la Regencia de María Cristina a la Guerra Civil

Alfonso XIII y la Regencia de María Cristina

Alfonso XIII, hijo de Alfonso XII e Isabel II, falleció a los 27 años a causa de tuberculosis. Esta afirmación contiene un error histórico, ya que Alfonso XIII era hijo de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena. Alfonso XIII heredó el trono tras la muerte de su padre, pero al ser un bebé, la regencia recayó en su madre, María Cristina de Habsburgo-Lorena. Durante este periodo, España sufrió el desastre del 98, que significó la pérdida de sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Al alcanzar la mayoría de edad, Alfonso XIII se encontró con un panorama político inestable, con la pugna por el poder entre Antonio Maura y José Canalejas.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, instauró una dictadura militar en 1923 tras un golpe de estado con la aprobación del rey Alfonso XIII. Este periodo, conocido como la dictadura de Primo de Rivera, se caracterizó por la suspensión de la Constitución de 1876 y la supresión de los partidos políticos. A pesar de su carácter autoritario, la dictadura gozó de cierta prosperidad económica durante los felices años 20, impulsada por la finalización de la Guerra de Marruecos, la inversión en obras públicas y la creación de empresas importantes como Telefónica y CAMPSA. Sin embargo, a partir de 1927, la dictadura comenzó a recibir fuertes críticas y presiones, lo que llevó a Primo de Rivera a presentar su dimisión al rey en enero de 1930.

La Segunda República (1931-1939)

Proclamación de la República y el Bienio Reformista (1931-1933)

Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII intentó restaurar la monarquía constitucional, pero el creciente apoyo al republicanismo llevó a la convocatoria de elecciones municipales el 12 de abril de 1931. El triunfo de los partidos republicanos en las principales ciudades provocó la proclamación de la Segunda República y el exilio de Alfonso XIII. Se formó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora, que convocó elecciones a Cortes Constituyentes. La Constitución de 1931 estableció una república democrática, laica y descentralizada, que reconocía amplios derechos y libertades. Durante el Bienio Reformista (1931-1933), con Manuel Azaña como presidente del gobierno, se llevaron a cabo importantes reformas: aprobación de estatutos de autonomía (siendo el primero el de Cataluña), reforma militar, reformas laborales (jornada de ocho horas, salario mínimo, seguro de accidentes), educación laica y gratuita, matrimonio civil y divorcio. Sin embargo, la República se enfrentó a numerosos problemas: la crisis económica derivada del crack del 29, la oposición de la derecha y la Iglesia, y el intento de golpe de estado del general Sanjurjo en 1932.

El Bienio Conservador (1933-1936)

Las elecciones de 1933 dieron la victoria a la derecha, representada por la coalición entre el Partido Radical de Alejandro Lerroux y la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil-Robles. Durante el Bienio Conservador (1933-1936) se paralizaron las reformas del periodo anterior y se produjeron retrocesos en materia social y autonómica. La tensión política y social se incrementó, con huelgas generales y enfrentamientos violentos. En octubre de 1934, la Revolución de Asturias, protagonizada por mineros y obreros, fue duramente reprimida por el gobierno. En Cataluña, la proclamación del Estado Catalán dentro de la República Federal Española por parte del presidente de la Generalitat, Lluís Companys, también fracasó y sus líderes fueron encarcelados.

El Frente Popular y el Estallido de la Guerra Civil (1936-1939)

En las elecciones de febrero de 1936, la izquierda se presentó unida en el Frente Popular, que obtuvo una ajustada victoria. El nuevo gobierno, presidido por Manuel Azaña, restableció la autonomía catalana y amnistió a los presos políticos. Sin embargo, la polarización política y social era extrema, con enfrentamientos violentos entre grupos de izquierda y derecha. El 12 de julio de 1936, el teniente de la Guardia de Asalto José Castillo fue asesinado por falangistas. En represalia, el 13 de julio, el líder monárquico José Calvo Sotelo fue asesinado por miembros de las fuerzas de seguridad. Estos asesinatos fueron el detonante del alzamiento militar del 17 y 18 de julio de 1936, liderado por el general Francisco Franco, que desencadenó la Guerra Civil Española.

La Guerra Civil Española (1936-1939)

Balance de Fuerzas

Bando Republicano: Contaba con el apoyo del gobierno legítimo, los sindicatos (UGT, CNT) y partidos de izquierda (PSOE, PCE, ERC, etc.). Controlaba los recursos financieros del país, incluyendo el oro del Banco de España, conocido como el»oro de Moscú» por su envío a la URSS a cambio de ayuda militar. Su ejército, inicialmente compuesto por unos 130.000 soldados, era menos profesional y experimentado que el bando sublevado. Recibió el apoyo de las Brigadas Internacionales, voluntarios extranjeros que lucharon contra el fascismo. Bando Nacional: Estaba formado por el ejército sublevado, la Falange, los carlistas y sectores conservadores. Contaba con unos 145.000 soldados mejor entrenados y con mayor experiencia militar, liderados por generales como Franco, Mola y Sanjurjo. Recibió apoyo militar de la Alemania nazi (Legión Cóndor) y la Italia fascista (Corpo Truppe Volontarie).

Fases de la Guerra

Fase 1: Ofensiva Nacional y Defensa de Madrid (Julio de 1936 – Marzo de 1937)

El bando nacional, tras el éxito del alzamiento en algunas zonas de España, inició una ofensiva hacia Madrid. La capital se convirtió en un símbolo de la resistencia republicana, con la formación de la Junta de Defensa de Madrid, liderada por el general Miaja. La Batalla de Madrid (noviembre de 1936 – marzo de 1937) supuso un fracaso para los nacionales, que no lograron tomar la ciudad. Durante esta fase, el bando nacional conquistó Sevilla, Toledo (tras el asedio del Alcázar de Toledo) y otras ciudades importantes.

Fase 2: Campaña del Norte (Abril de 1937 – Octubre de 1937)

Tras el fracaso en Madrid, Franco dirigió su ofensiva hacia el norte, con el objetivo de conquistar el País Vasco y Asturias, zonas industriales con importantes recursos. En abril de 1937, la Legión Cóndor alemana bombardeó la ciudad de Guernica, un hecho que causó una gran conmoción internacional. El bando nacional conquistó Bilbao, Santander y Asturias, haciéndose con el control de la industria pesada y los recursos mineros del norte.

Fase 3: Batalla del Ebro y División de la Zona Republicana (Julio de 1938 – Noviembre de 1938)

El gobierno republicano se trasladó a Barcelona. Franco lanzó una ofensiva para conquistar Cataluña y el Valle del Ebro, con el objetivo de dividir la zona republicana. La Batalla del Ebro (julio-noviembre de 1938) fue una de las más largas y sangrientas de la guerra. La derrota republicana supuso la pérdida de Cataluña y la división de la zona republicana en dos.

Fase 4: Ofensiva Final y Fin de la Guerra (Diciembre de 1938 – Abril de 1939)

Tras la caída de Cataluña, la suerte de la República estaba echada. El gobierno republicano, dividido entre los partidarios de la resistencia a ultranza (liderados por Juan Negrín) y los que buscaban una paz negociada (liderados por el coronel Segismundo Casado), se vio incapaz de frenar el avance final del ejército franquista. El 28 de marzo de 1939, las tropas nacionales entraron en Madrid sin encontrar resistencia. El 1 de abril de 1939, Franco declaró oficialmente el fin de la Guerra Civil, dando comienzo a una dictadura que se prolongaría hasta 1975.

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