La Ilustración en España y el Despotismo Ilustrado

Introducción: La Ilustración

La Ilustración fue un movimiento cultural e ideológico que se difundió en Europa durante el siglo XVIII. El pensamiento ilustrado partía de los logros de la revolución científica del siglo XVII y se basaba en el culto a la razón, considerándola capaz de explicar las leyes de la naturaleza y el funcionamiento de la sociedad. Se creía que la sociedad debía organizarse racionalmente, rechazando las creencias tradicionales. Las dos grandes consignas del siglo fueron el progreso y la felicidad.

La Ilustración Española

La Ilustración española se caracterizó, al igual que la europea, por el criticismo, la fe en la razón, la confianza en la ciencia y el afán didáctico. Se ha discutido si realmente hubo Ilustración en España, debido a que presentó algunas características propias y específicas. Los ilustrados fueron una minoría formada por miembros de la nobleza, la burguesía y algunos clérigos. Rechazaron la influencia de la Iglesia y de la aristocracia. La Ilustración española atravesó varias etapas:

  • Desde 1680, los novatores aspiraban a una renovación en el panorama intelectual y científico.
  • En la primera mitad del siglo destacan figuras como Fray Benito Jerónimo Feijoo, quien se centró en la crítica a los prejuicios y las supersticiones; Gregorio Mayáns y Siscar, iniciador de la historia de la literatura española; y el Padre Flórez, autor de una historia crítica de la Iglesia. En esta época se crearon las Reales Academias: Real Academia de la Lengua, de Historia…
  • Tras el impulso reformista del reinado de Fernando VI, con su ministro, el marqués de la Ensenada, la Ilustración llega a su apogeo con Carlos III y sus ministros.

El Despotismo Ilustrado

El despotismo ilustrado era el ideal político de la Ilustración y se basaba en dos principios fundamentales:

  • El poder absoluto de la monarquía, lo que no suponía una ruptura con la tradición política anterior.
  • El ideal del rey filósofo, asistido por las minorías ilustradas del país. Se creía que el rey, por su sabiduría, sabía lo que convenía a sus súbditos y estaba en condiciones de impulsar desde el poder la reforma racional de la sociedad en todos los aspectos necesarios para el progreso y la felicidad de su pueblo. La filosofía que inspiraba el despotismo ilustrado quedaba resumida en la frase “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Carlos III y sus Ministros

El reinado de Carlos III (1759-1788) se caracterizó por la aplicación de las reformas del despotismo ilustrado, aunque muchas no pasaron de proyectos.

  • Economía: Los escritos de Campomanes, Jovellanos… se basan en la fisiocracia y el liberalismo económico. Fruto de ese interés por los asuntos económicos fue la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la difusión de las “ciencias útiles” y el desarrollo económico. Se liberalizó el comercio con América en 1778, acabando con el monopolio de la Casa de Contratación. En el sector financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del futuro Banco de España, y se creó el papel moneda: los vales reales.
  • Agricultura: Entre los ilustrados españoles se extendió la conciencia de la necesidad de emprender reformas en la agricultura, que ocupaba a la mayoría de la población y que estaba muy atrasada. Para ello, se plantearon proyectos que criticaban las propiedades amortizadas. La oposición del clero y de la nobleza impidió la realización de las reformas. Los únicos proyectos que se llevaron a cabo fueron la repoblación de Sierra Morena impulsada por Olavide, la reducción de los derechos de la Mesta, y algunas infraestructuras de transporte y regadío.
  • Industria: Los ministros ilustrados aprobaron medidas para fomentar el desarrollo de la industria. Se rompió el monopolio de los gremios y se establecieron las Manufacturas Reales o Reales Fábricas, con apoyo del Estado.
  • Infraestructuras: Se mejoraron las vías de comunicación y se suprimieron las aduanas interiores.
  • Educación y Ciencia: El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de enseñanza superior. El desarrollo de las ciencias experimentales fue importante. En Madrid se establecieron el Jardín Botánico, el Gabinete de Historia Natural y el Observatorio Astronómico.
  • Urbanismo y Arte: Destacan las reformas urbanísticas en Madrid, con la apertura de avenidas como el Paseo del Prado, y fuentes monumentales como Cibeles o Neptuno. El arte neoclásico desplazó al Barroco, con arquitectos como Sabatini o Juan de Villanueva.
  • Cultura: Se desarrolló la literatura didáctica y crítica: el ensayo, la fábula moralizante, y el teatro de Moratín, con su célebre comedia El sí de las niñas. Se desarrolló la prensa periódica, que divulgaba las novedades científicas y culturales, como El Censor, en Madrid o el Diario Pinciano, en Valladolid.

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