La Ilustración: La Razón como Motor del Cambio
La Ilustración fue un movimiento filosófico, literario y científico que se originó en Francia y se extendió por Europa y América a lo largo del siglo XVIII. Este movimiento sentó las bases ideológicas de movimientos cruciales como la independencia de América y la Revolución Francesa.
Precedentes de la Ilustración
Los precedentes de estos movimientos los encontramos en algunos intelectuales ingleses como Isaac Newton y John Locke:
- Isaac Newton: Estableció las bases del método científico.
- John Locke: Tras participar en la Revolución Inglesa, criticó el absolutismo monárquico y propuso una forma de Estado que evitara la concentración de poder en unas solas manos.
La Razón en el Siglo XVIII
Partiendo de estas ideas, en el siglo XVIII, una nueva generación de intelectuales franceses se basaron en el uso de la razón. Consideraban la razón como la única forma de llegar a la verdad, el progreso y, por lo tanto, a la felicidad.
Ideas Clave de la Ilustración
Las principales ideas de la Ilustración que influyeron en la transformación de la estructura sociopolítica en el siglo XIX fueron:
- La creencia en que el ser humano posee unos derechos naturales basados en la igualdad y la libertad.
- La oposición al absolutismo y la certeza de que el poder de los gobernantes no provenía de Dios, sino que residía en el conjunto de los ciudadanos, del cual emanaba la soberanía nacional. Por este motivo, el gobernante debía cumplir la voluntad de la mayoría de la población. El Estado se basaba en la división de poderes.
El Despotismo Ilustrado: Reformismo desde el Absolutismo
El despotismo ilustrado fue un fenómeno complejo. Sin renunciar al uso del poder absoluto, estos monarcas utilizaron el lema»todo para el pueblo, pero sin el puebl». El objetivo de los monarcas ilustrados era adaptar la monarquía y realizar cambios en la forma de gobernar, pero sin pretensión de acabar con el absolutismo.
La idea era introducir reformas que fueran de interés para la mejora administrativa y económica, y dejar de lado otras más profundas que cuestionasen el régimen absolutista. Algunas medidas fueron la modernización de la agricultura, la creación de instituciones científicas y económicas, etc. El despotismo ilustrado tuvo resultados inesperados para los que lo defendieron como una forma de cambiar el sistema sin renunciar al absolutismo.
La Revolución Industrial: Auge y Transformación Económica
Expansión de la Industrialización
Desde finales del siglo XVIII, la industrialización se extendió por Europa de manera lenta, si bien Gran Bretaña mantuvo el liderazgo económico a lo largo de todo el siglo XIX. Los países europeos copiaron los métodos de producción y contrataron trabajadores británicos para que enseñaran el manejo de la nueva maquinaria. Sin embargo, la industrialización en estos países acabó siguiendo modelos diferenciados del británico.
Impacto Demográfico y Económico
Como resultado de este proceso, la población y la economía crecieron de forma notable; Europa pasó de 146 millones de habitantes en 1750 a 275 millones en 1850. La producción y el comercio alcanzaron un gran desarrollo, y se construyó una extensa red de ferrocarriles. Este dinamismo económico y social no afectó a toda Europa por igual.
Los países del noroeste fueron los que se desarrollaron más rápidamente, a diferencia de los países mediterráneos. Así, en 1850, Francia, Gran Bretaña, Bélgica y algunas regiones alemanas, checas y austríacas destacaban como zonas industrializadas y muy pobladas.
El Caso de Bélgica
Bélgica se constituyó como Estado independiente en 1830. Este hecho facilitó la toma de medidas políticas que permitieron el enorme desarrollo de la industria del país. Fue el primer país de Europa en industrializarse y siguió un proceso parecido al de Gran Bretaña. Diversos factores facilitaron el desarrollo económico: la riqueza en carbón, ya que disponía de importantes cuencas hulleras; una agricultura rica y avanzada. El comercio exterior se cuadriplicó y fue considerable la inversión de capitales en el extranjero.
La Gran Depresión: Crisis del Capitalismo Industrial
Causas de la Crisis
El desencadenante de la crisis fue la superproducción y la deflación. La agricultura dio la alarma en primer lugar. Al incremento de la producción agraria se sumó la competencia de los productos de Estados Unidos o Australia, que llegaban a los mercados a precios más bajos y con relativa facilidad. Los precios agrarios descendieron hasta un 30% y con ellos el poder adquisitivo de los agricultores. Sin embargo, la producción no descendió, por lo que una parte cada vez más importante empezó a no tener salida en el mercado. De esta forma, la crisis se extendió al sector industrial, donde se sucedieron las quiebras y aumentaron los índices de paro.
El Capitalismo Financiero
A raíz de la Gran Depresión, la ciencia económica, que se estableció como disciplina académica en la segunda mitad del siglo XIX, puso de relieve que:
- Las fluctuaciones eran inherentes al sistema capitalista.
- Las pequeñas empresas de capital familiar no podían asumir fácilmente la salida de la crisis.
Así pues, se configuraron nuevas vías para superar la crisis que definieron la segunda etapa del capitalismo financiero hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. Son: la concentración empresarial, la búsqueda de nuevos mercados y la organización de la producción y el trabajo.