Causas del Atraso de la Industria Durante el Siglo XIX
La industria española en el siglo XIX se caracterizó por el estancamiento y un desfase importante en relación con el crecimiento que experimentaron otros países europeos. Las causas fueron las siguientes:
- Geografía montañosa: Las comunicaciones eran difíciles.
- Escasez de fuentes de energía y materias primas: Su dispersión geográfica dificultaba su explotación.
- Falta de capitales: Los pocos capitales disponibles se invertían en deuda pública, tierras desamortizadas y especulación bursátil. Solo en Cataluña y el Norte la burguesía invertía en industria.
- Política proteccionista: Favorecía el inmovilismo al garantizar los mercados nacionales frente a la competencia exterior.
- Pérdida de las colonias: Privó al país de mercados y materias primas, afectando especialmente a la industria textil catalana.
Situación de la Industria Española a Finales del Siglo XIX
En la década de 1880, la siderurgia vasca se impuso sobre las demás industrias. Factores como la calidad del mineral de hierro, el capital acumulado, la legislación liberal, la construcción del ferrocarril Somorrostro-muelles de Ortuella, la iniciativa empresarial y la decisión gubernamental de hacer pedidos a empresas españolas contribuyeron a su éxito. La tendencia a la concentración industrial culminó en 1902 con la creación de Altos Hornos de Vizcaya.
La industria siderúrgica estuvo estrechamente ligada a la construcción naval y a la industria metalúrgica de construcción de material ferroviario. En Sestao y Bilbao se establecieron las principales compañías navieras.
La industria textil catalana mejoró gracias al desarrollo de los transportes y al aumento de la demanda. La mejora de las comunicaciones, especialmente de carreteras y ferrocarriles, también incidió en el desarrollo industrial.
El inicio de la energía eléctrica en 1882 supuso un avance, aunque tardó en generalizarse.
Una crisis económica internacional a partir de 1890, debido al proteccionismo, afectó a la industria. La recuperación llegó en las primeras décadas del siglo XX con la aparición de nuevas industrias y el desarrollo de las anteriores.
Incidencias de la Ley del Ferrocarril de 1855
La Ley de Ferrocarriles (1855) ofreció incentivos a los inversores y propició la construcción de la red ferroviaria española (1856-1866). Facilitó la formación de sociedades anónimas ferroviarias, previó subvenciones estatales y facilitó la importación de material ferroviario.
La inversión de capitales, tanto españoles como extranjeros, fue decisiva. La creación de la red ferroviaria se caracterizó por la aportación de grandes capitales, la tutela y subvención permanente del Estado y la presencia hegemónica de capitales extranjeros.
Entre 1856-1866 entraron en funcionamiento 4.500 kilómetros de vía, alcanzando un total de 5.000 en 1866. Las principales compañías eran de capital francés, aunque también las había de capital español.
La construcción precipitada y los errores de planificación, como la disposición radial centrada en Madrid, provocaron la crisis de 1866. La construcción ferroviaria se paralizó durante diez años.
A partir de 1875, la construcción de vías de ferrocarril retornó con fuerza, pasando de 6.124 kilómetros en 1875 a 13.168 en 1900. Dos compañías, MZA y Norte de España, controlaban dos tercios de la red ferroviaria española.
La construcción de la red ferroviaria facilitó el intercambio de mercancías y el desplazamiento de personas, articulando lentamente un mercado español integrado. Sin embargo, el mercado español era débil y rígido, incapaz de generar un crecimiento significativo del consumo.
Papel de la Vieja Aristocracia, la Burguesía y las Clases Medias Durante el Siglo XIX
Vieja Aristocracia:
- Arraigada en la tradición y el linaje.
- Luchó por preservar sus privilegios y mantener el orden social establecido.
- Continuó siendo una élite influyente en la cultura y la aristocracia rural.
Burguesía:
- Emergió como una fuerza impulsora clave.
- Lideró la industrialización y el comercio.
- Buscó participación política y reformas.
Clases Medias:
- Compuestas por profesionales, comerciantes y pequeños empresarios.
- Ascenso reflejó la urbanización y el cambio en las oportunidades educativas.
- Contribuyeron al tejido social urbano y abogaron por la educación, la movilidad social y la participación cívica.
En resumen, la vieja aristocracia defendió la tradición, la burguesía lideró la revolución industrial y persiguió el poder político, mientras que las clases medias representaron una fuerza emergente en la vida urbana, influyendo en cambios sociales y económicos.