La Ofensiva Final de 1917-1918
La ofensiva final de 1917-1918 durante la Primera Guerra Mundial fue una serie de ataques coordinados lanzados por las potencias aliadas contra las fuerzas del Imperio Alemán y sus aliados. Comenzó con la ruptura del frente alemán en la Batalla de Amiens en agosto de 1918, donde las fuerzas británicas, canadienses y australianas, apoyadas por tanques y una intensa preparación de artillería, lograron una importante victoria.
Esta ofensiva final se caracterizó por el uso de nuevas tácticas, como el «ataque móvil», que combinaba infantería, artillería, tanques y aviación para romper las líneas enemigas y avanzar rápidamente. Las fuerzas aliadas llevaron a cabo una serie de avances exitosos a lo largo del frente occidental, recuperando territorio previamente perdido y obligando al ejército alemán a retirarse.
La ofensiva culminó en noviembre de 1918 con la firma del Armisticio que puso fin a las hostilidades en el frente occidental. Esta serie de ataques marcó el inicio del colapso del Imperio Alemán y contribuyó significativamente a la conclusión de la guerra.
Consecuencias de la Guerra
Pérdidas Humanas y Demográficas
Las pérdidas en vidas humanas se estiman en más de ocho millones de muertos y más de veinte millones de heridos y mutilados, a los que hay que añadir la masa de veinte millones de heridos indirectamente por el conflicto. Además, las privaciones alimenticias y las carencias sanitarias facilitaron la propagación de la epidemia de gripe de 1918, que provocó la muerte de 22 millones de personas en todo el mundo.
Estas pérdidas demográficas conllevaron además un descenso de la natalidad en las generaciones posteriores y, con ello, una disminución de la población activa y del número de potenciales consumidores.
Consecuencias Económicas
La guerra tuvo numerosas consecuencias en el terreno económico, especialmente en los países europeos que participaron en el conflicto. Sus efectos se notaron en todo el sistema productivo, con la destrucción de los medios de producción (industrias, zonas cultivadas) y de los transportes (ferrocarril, carreteras). Esta situación fue notablemente grave en los frentes situados en las regiones agrícolas e industriales del norte de Francia y de Italia, y en las regiones occidentales de Rusia.
En cuanto a los costes financieros, se calcula que ascendieron, al finalizar el conflicto, a una cifra de entre 260.000 y 380.000 millones de dólares de la época.
Para financiar la guerra, los gobiernos incrementaron de forma espectacular su deuda pública interna y pidieron préstamos bancarios en el exterior, principalmente a Estados Unidos, al que los países aliados adeudaron unos 12.000 millones de dólares.
Consecuencias Sociales
La guerra repercutió de modo desigual en los distintos grupos sociales. Se ha señalado que la posguerra estuvo marcada por la oposición entre los «nuevos ricos» y los «nuevos pobres». Estos «nuevos ricos» (banqueros, comerciantes, grandes propietarios) amasaron inmensas fortunas gracias a la demanda de la guerra, mientras que el resto de la población se había empobrecido. Clases medias, campesinos y asalariados sufrieron los efectos negativos del aumento de los precios, del descenso de la capacidad adquisitiva y del aumento del paro. Este deterioro del nivel de vida acrecentó el descontento y las tensiones sociales entre los obreros y las clases medias. Más traumática fue la reinserción en la vida civil de excombatientes sin trabajo y resentidos que, en ocasiones, fueron la punta de lanza de movimientos ultranacionalistas y antidemocráticos.
El Papel de la Mujer y la Lucha por la Emancipación
Durante la guerra, las mujeres ocuparon puestos de trabajo hasta entonces reservados a los hombres. Al final de la guerra, el 35% de la mano de obra industrial en Reino Unido y Alemania era femenina. La masiva presencia de la mujer en el mundo del trabajo constituyó un importante acicate para que, una vez acabado el conflicto, se reanudase la lucha organizada por lograr la emancipación femenina. La discriminación de la mujer se extendía a todas las esferas de la vida. En la época posterior a la guerra, el logro más importante para las mujeres fue el reconocimiento del derecho de voto.