La Península Ibérica en la Edad Media: Al-Ándalus, los Reinos Cristianos y la Baja Edad Media

Al-Ándalus: Evolución Política

2.1.1 Emirato dependiente de Damasco (714 – 756)

  • Al-Ándalus se convierte en una provincia del Califato de Damasco.
  • Los musulmanes sufren dos grandes derrotas:
    • Batalla de Covadonga (722) contra los astures dirigidos por Don Pelayo.
    • Batalla de Poitiers (732) contra los francos.

2.1.2 Emirato Independiente de Córdoba (756-929)

  • Revolución abasí en Damasco donde los Omeya fueron asesinados.
  • Un príncipe superviviente se refugia en Al-Ándalus y se proclama emir bajo el nombre de Abderramán I.
  • Se independiza política, pero no religiosamente del Califato de Bagdad.
  • Etapa de gran inestabilidad política.

2.1.3 Califato de Córdoba (929-1031)

  • Abderramán III se independiza religiosamente, iniciándose así la época de mayor esplendor de Al-Ándalus en el ámbito económico, político, cultural y militar.
  • Tras la muerte del caudillo Almanzor (1002), la inestabilidad política regresa a Al-Ándalus.

2.1.4 Primeros Reinos de Taifas (1031-1090) e invasiones almorávides y almohades (1090-1212)

  • Tras la muerte de Almanzor, el califato sufre conflictos internos que conducen a su disgregación en reinos independientes.
  • Se caracterizan por su debilidad militar que se manifiesta en el pago de parias a los reinos cristianos a cambio de protección.
  • Ello facilitará el avance cristiano, que alcanzará un hito importante con la ocupación de Toledo por Alfonso VI en 1085.
  • En torno al 1090 se sucederán dos invasiones, primero de almorávides y posteriormente de almohades, estableciendo la capital en Sevilla.
  • La victoria en Alarcos (1195) ante los castellanos marcó el momento álgido de su dominio.
  • En 1212, tiene lugar la Batalla de las Navas de Tolosa, la más importante del avance cristiano. Los almohades son derrotados, quedando reducido el territorio al reino nazarí de Granada.
  • Este reducto musulmán consiguió mantener su independencia durante más de dos siglos gracias al pago de tributos a Castilla.

Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura. El Legado Judío en la Península Ibérica

2.2.1 Economía

  • Al-Ándalus prosperó económicamente con avances tecnológicos y comerciales.
  • La agricultura alcanzó gran desarrollo gracias a la introducción de nuevas técnicas de regadío (norias, acequias) y nuevos cultivos como el arroz o los cítricos en los valles del Ebro, Guadalquivir y Segura.
  • En las grandes ciudades como Córdoba o Toledo florecieron las actividades artesanales, con talleres de productos textiles, cerámica y artículos de lujo (seda, vidrio).
  • El comercio tuvo gran importancia, gracias a la situación geográfica de la península, que permitía controlar la llegada a Europa de productos procedentes de África (esclavos, oro, marfil…).

2.2.2 Sociedad

  • La sociedad de Al-Ándalus era muy compleja. La religión era el principal elemento diferenciador.
  • La minoría aristocrática árabe controlaba las tierras y los cargos políticos y militares.
  • La población campesina estaba compuesta por bereberes (musulmanes norteafricanos) y muladíes (hispano-visigodos convertidos al islam).
  • Judíos y mozárabes, que debían pagar impuestos especiales por no ser musulmanes.
  • Los esclavos ocupaban el último escalón social.

2.2.3 Cultura

  • La cultura andalusí fue producto de la fusión de tradiciones orientales e hispanas.
  • Al-Ándalus actuó como puente entre la cultura musulmana de Oriente y la cristiana de Europa.
  • El árabe se impuso como lengua oficial. Con el árabe convivieron otras lenguas como el latín, romance, bereber y hebreo.
  • Córdoba se convirtió en un referente cultural en el que prosperaron las matemáticas, la astronomía, la botánica, la medicina, la historia, la geografía y la literatura.
  • En arquitectura: los ejemplos más notables son la mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.

2.2.4 El Legado Judío

  • Los judíos prosperaron en Al-Ándalus tras las persecuciones sufridas con los visigodos, que se repitieron bajo dominio cristiano en el siglo XIV.
  • Tanto bajo dominio musulmán como cristiano fueron siempre una minoría.
  • Vivían en las ciudades en barrios propios, conocidos como juderías, donde trabajaban en la medicina, artesanía y comercio.
  • Sus intelectuales eran políglotas, destacando como traductores de textos escritos en lenguas clásicas o hebreo al árabe y las lenguas romances.
  • Su principal figura fue el médico y filósofo, Maimónides.

Los Reinos Cristianos: Evolución de la Conquista de la Península y Organización Política

. En las áreas cantábricas y pirenaicas surgieron entre los siglos VIII y X los primeros reinos cristianos. Durante los cien primeros años de su historia, el reino Astur permaneció a la defensiva, protegido de los ataques musulmanes por las montañas intentando unificar el conglomerado de pueblos que lo forman: gallegos, astures, cántabros y vascones hasta la instalación de la capital del reino en León en 910. Castilla, era la frontera oriental del reino Astur-Leonés, escasamente poblada y expuesta a los ataques musulmanes por el sur y por el este. La población de estos territorios castellanos era a la vez campesina y guerrera. La necesidad de proteger este territorio obligó a la nobleza a levantar construcciones defensivas (castillos) para proteger a los campesinos y a sus tierras. El primer conde que proclamó la independencia de Castilla fue Fernán González, según las distintas crónicas en torno al 932. La unificación definitiva de Castilla y León se producirá en 1230. La Marca Hispánica y los Condados Catalanes fueron otro de los importantes núcleos cristianos. Por lo que se refiere a los Condados Catalanes bajo las figuras de los condes de Barcelona unificaron los territorios para romper definitivamente los vínculos con los francos. Los reinos de Aragón y Pamplona llevaron caminos parecidos en la separación de los carolingios. El de Pamplona surge en el 824 cuando Íñigo Arista fue reconocido rey de Pamplona. El de Aragón se establecería como reino ya en el 1035. Si bien la conquista cristiana duró ocho siglos, en ningún caso fueron de guerra continúa; ya que sumados todos los años que hubo conflictos bélicos no llegan ni a cien. Los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes tuvieron en su mayoría un matiz más político que religioso. Las etapas de la conquista para la mayoría de los investigadores fueron tres: 1ª. Alta Edad Media (siglo VIII-XI). La frontera se sitúa entre el río Duero y el río Tajo; y en el este en el Alto Ebro. 2ª. Plena Edad Media (siglo XI-XIII). Se empieza a ocupar el valle del Tajo y del Guadiana, y por el este se llega al río Turia de Valencia. 3ª. Baja Edad Media (siglo XIV-XV). Se ocupa todo el valle del Guadalquivir hasta el reino Nazarí de Granada. 2.4. MODELOS DE REPOBLACIÓN. ORGANIZACIÓN ESTAMENTAL EN LOS REINOS CRISTIANOS MEDIEVALES. Se conoce como repoblación el proceso de ocupación y colonización cristiana de las tierras arrebatadas a AlÁndalus y fueron los siguientes: • Presura: consistía en la ocupación de tierras sin dueño conocido, dando lugar a pequeñas y medianas propiedades. Se dio sobre todo en los siglos IX y X en el valle del Duero.• Concejil: consistía en la creación de concejos o núcleos de población que recibían un amplio alfoz. Se dio durante el siglo XI entre los valles del Duero y del Tajo.• Órdenes Militares: éstas dividían el territorio en encomiendas al frente de las cuales se situaba a un caballero de la Orden con el título de comendador. Se desarrolló principalmente en la primera mitad del siglo XIII en la submeseta sur, el bajo Aragón y el bajo Ebro.• Repartimiento: este método de repoblación consistía en el reparto (donadío) de los bienes obtenidos en una conquista entre quienes habían participado en ella. Se dio principalmente durante la segunda mitad del siglo XIII en el valle del Guadalquivir y el litoral valenciano. El feudalismo se implantó con prontitud en la zona peninsular que estuvo bajo la influencia franca (Marca Hispánica). Hacia el siglo XI, la necesidad de proteger el territorio llevó a los nobles a prescindir de la autoridad de los reyes y convirtieron su cargo en hereditario; así mismo, muchos campesinos, libres y propietarios de sus tierras, se convirtieron en siervos a cambio de protección. En los territorios peninsulares se produjo la consolidación de las relaciones feudales y de vasallaje y se crearon múltiples señoríos laicos y eclesiásticos. Distinguimos los señoríos territoriales y los jurisdiccionales. La sociedad medieval estaba articulada alrededor de tres estamentos: la nobleza y el clero, que constituían los grupos privilegiados, mientras que el estado llano estaba formado por campesinos y trabajadores de diferentes y una incipiente burguesía de las ciudades. Los privilegiados basaban su poder en la posesión de la tierra, estaban exentos de pagar impuestos y sometidos a leyes y tribunales especiales. Por último, el clero, poseía también grandes señoríos, cuyos ingresos se completaban con el obligado pago del diezmo. Los campesinos constituían la mayor parte de la población, pero su situación no era homogénea. En la mayor parte del Norte peninsular predominaban los campesinos libres y propietarios de pequeñas extensiones, mientras que en Cataluña estaban sujetos a servidumbre. En el Sur, se configuraron grandes señoríos nobiliarios y eclesiásticos trabajados por campesinos en régimen de servidumbre. 2.5. LA BAJA EDAD MEDIA EN LAS CORONAS DE CASTILLA Y DE ARAGÓN. Los reyes medievales organizaron una corte de consejeros que acabó convirtiéndose en el Consejo Real. También existía una Curia (tribunal de justicia), una Cancillería (administración, expedición de documentos, etc) y una Tesorería (finanzas). En la Alta Edad Media, el organismo más importante era la Curia Regia, consejo integrado por el alto clero y la nobleza, cuyo cometido era asesorar al rey. Desde 1188 en el Reino de León, los monarcas convocaron a la Curia junto con representantes de las ciudades más importantes, surgiendo así las Cortes que eran convocadas por el rey para votar impuestos extraordinarios y deliberar sobre leyes y asuntos del reino. En Castilla la autoridad de la monarquía se fortaleció en la Baja Edad Media y se fue imponiendo la doctrina del rey como soberano de súbditos con autoridad ilimitada. En la Corona de Castilla la monarquía tuvo un carácter más autoritario y menos feudal que en la Corona de Aragón. El rey disponía de poderes más amplios, como la facultad de declarar la guerra, dictar leyes e impartir justicia. La unificación de Castilla y León en 1230 quedó definitivamente asentada en el Ordenamiento de Alcalá en 1348: este ordenamiento introdujo una serie de transformaciones en el derecho castellano. Su finalidad era garantizar el cumplimiento de la justicia, ordenando la forma de unificar los reinos desde el punto de vista jurídico y avanzar en la centralización del poder real. El ordenamiento señala claramente que la facultad legislativa es exclusiva del monarca. Este proceso centralizador contó con la oposición de la nobleza y de los concejos municipales, al reforzar el poder real. Sólo las tierras vascas incorporadas a Castilla siguieron rigiéndose por sus normas habituales y sus fueros particulares.El reino de Aragón, sin embargo, estaba estructurada de diferente manera. La Corona de Aragón es la formación política nacida de la unión en 1137 entre el reino de Aragón y el condado de Barcelona, establecida mediante el matrimonio de Petronila, hija y heredera de Ramiro II, rey de Aragón, y de Ramón Berenguer, conde de Barcelona. La corona de Aragón era una Confederación de territorios, cada uno de ellos con leyes e instituciones propias, en los que la relación entre el rey y los súbditos se basó en el concepto de pacto entre el señor y sus vasallos. Así, los virreyes representaban a la autoridad, y las Cortes de cada territorio ejercían de contrapeso a la autoridad del rey. Con el tiempo surgirán unos organismos permanentes que vigilarán el respeto a los foros de cada territorio, conocidas como Diputación, o Diputación del General (Generalitat). La forma de gobernarse estos territorios era el pactismo, una especie de estado federal en el que cada reino mantenía unas formas propias de regirse. Se habla de pactismo porque esa forma de gobierno provenía supuestamente de un pacto del rey con sus súbditos. Las leyes debían aprobarse de común acuerdo entre los estamentos, y el rey se comprometía a respetar el derecho y las costumbres del territorio fijados en un código que en Cataluña recibía el nombre de Usatges. En Aragón, los Fueros (1247) recogieron normas tradicionales medievales, y en Valencia se promulgaron los Furs (1261).

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