La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
Introducción
La Primera Guerra Mundial, que comenzó en 1914 y terminó cuatro años después en 1918 con la victoria de la Triple Entente, fue un conflicto global sin precedentes que transformó el orden mundial.
Causas de la Primera Guerra Mundial
Diversos factores contribuyeron al estallido de la guerra, entre ellos:
1. Factores Económicos
El desarrollo de la Segunda Revolución Industrial a finales del siglo XIX y principios del XX provocó un cambio radical en el panorama económico mundial. La aparición de nuevos sectores productivos, el uso de nuevas fuentes de energía y la creciente globalización económica permitieron el surgimiento de nuevas potencias industriales, como Estados Unidos y Japón, que competían con las ya existentes: Gran Bretaña, Alemania y Francia.
2. Imperialismo
A principios del siglo XX, Gran Bretaña y Francia eran los países con más colonias. Alemania, a pesar de haberse convertido en una gran potencia económica, tenía un poder imperialista mucho menor, por lo que pretendía conquistar nuevos territorios. Francia y Gran Bretaña intentaron impedir esta estrategia. El nacimiento de nuevas potencias mundiales, como Estados Unidos y Japón, complicó aún más la situación internacional, ya que estos países también tenían sus propios planes de colonización. Entre 1904 y 1911 se produjeron dos incidentes importantes que influyeron en el comienzo de la Gran Guerra: las crisis de Marruecos, un país en el que Francia tenía pretensiones coloniales y que Alemania usó para conseguir sus aspiraciones imperialistas.
3. Nacionalismo
Durante el siglo XIX y principios del XX se produjeron importantes cambios en el mapa político internacional, propiciados por ideologias nacionalistas y llevados a cabo con carácter bélico. En estos conflictos intervinieron otros países con intereses en dichas regiones. En el siglo XIX, gracias a la reunificación de territorios, surgieron estados como Italia y Alemania, mientras que otros se disgregaban, como el Imperio Otomano. Otros estados luchaban por recuperar regiones que les habían pertenecido. Esta situación se vio agravada por el afán colonialista de las grandes potencias mundiales, lo que provocó alianzas militares y una gran urgencia en la producción de armamento.
4. Alianzas
A finales del siglo XIX, Alemania era la potencia dominante en Europa. Bismarck, su canciller, puso en práctica una política de aislamiento a Francia. Su sucesor, Guillermo II, radicalizó esta política intentando rivalizar también con Gran Bretaña. Esta situación tensó aún más las relaciones entre las potencias mundiales y propició la formación de alianzas político-militares. Las más importantes y rivales fueron la Triple Alianza y la Triple Entente.
- Triple Alianza (1882): Formada inicialmente por Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia. Al empezar la guerra se unieron otros países como Turquía y Bulgaria. Italia acabó pasándose al bando contrario por incumplimiento de los compromisos pactados, declarándose neutral al principio de la contienda.
- Triple Entente (1907): Formada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Más tarde se unió Serbia. Durante la guerra se incorporaron Japón, Bélgica, Italia, Rumanía, Portugal, Estados Unidos, Grecia y China.
El 28 de julio de 1914, Austria declaró la guerra a Serbia, lo que provocó la intervención de sus aliados en el conflicto.
5. Carrera Armamentística
El ambiente de tensión provocó que los estados aumentasen sus gastos militares y su producción armamentística, aprovechando las innovaciones tecnológicas de la Segunda Revolución Industrial. A esta época se la denomina como la «paz armada», un periodo en el que no hay conflicto bélico, pero en el que los países se preparan para uno.