La Primera Guerra Mundial
El estancamiento en el frente occidental
Ante la ineficacia de sus tácticas iniciales, Alemania decidió emplear una nueva estrategia para avanzar en el territorio: la guerra de trincheras. Se abrieron trincheras desde Suiza hasta el Mar del Norte, dando lugar a una guerra brutal en la que cada palmo de terreno se cobraba numerosas vidas. Ambos bandos necesitaron aliados para continuar la lucha. Italia se unió a Francia y Gran Bretaña, mientras que Bulgaria, Turquía y Rumania se aliaron con Alemania.
La batalla de Verdún
Los alemanes continuaron sus ataques, pero los franceses resistieron en la batalla de Verdún, que supuso la muerte de miles de soldados alemanes. La victoria francesa, liderada por el general Pétain y con el apoyo de Gran Bretaña e Italia, marcó un punto de inflexión en la guerra.
El fin de la guerra
En 1917, los bolcheviques triunfaron en Rusia y, para poner fin a su participación en la guerra, firmaron la paz con Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk. La salida de Rusia del conflicto se vio compensada por la entrada de Estados Unidos, a raíz del hundimiento del transatlántico Lusitania por un submarino alemán, en el que murieron ciudadanos estadounidenses.
Las fuerzas británicas, francesas e italianas derrotaron a Austria y sus aliados. Austria y el Imperio Turco solicitaron el armisticio, poniendo fin a su participación en la guerra. Derrotados, los alemanes también pidieron el armisticio y la paz, temiendo posibles revueltas internas. El káiser Guillermo II abdicó y Alemania se proclamó república.
El Tratado de Versalles
El Tratado de Versalles fue firmado por los países vencedores de la Primera Guerra Mundial: Italia (representada por Vittorio Emanuele Orlando), Estados Unidos (Woodrow Wilson), Francia (Georges Clemenceau) y Gran Bretaña (David Lloyd George).
Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, abogó por una paz sin venganza, plasmando su visión en los 14 puntos de Wilson, un documento que proponía un trato justo para Alemania a pesar de la guerra.
El Tratado de Versalles declaró a Alemania culpable de la guerra y le impuso el pago de las reparaciones por los daños causados. Además, se le privó de su ejército y armamento, se le obligó a devolver los territorios conquistados y a renunciar a sus colonias. Los alemanes consideraron el tratado humillante, lo que generó un profundo sentimiento de venganza.
El nuevo mapa de Europa
- El Imperio Turco se redujo considerablemente, quedando limitado al territorio de la actual Turquía.
- Austria se convirtió en una república y Hungría en un estado independiente.
- Se crearon la Gran Polonia y la Gran Rumanía.
Consecuencias de la guerra
La Primera Guerra Mundial dejó un saldo devastador: millones de soldados muertos, enormes pérdidas materiales y una gran inflación económica.
La Revolución Rusa
El fin del zarismo
Rusia, bajo el gobierno del zar Nicolás II, era un imperio autocrático. Los mencheviques, un grupo moderado, defendían los intereses de la burguesía, mientras que los bolcheviques, un grupo radical liderado por Lenin, representaban las necesidades de los obreros. La caída del zarismo dio paso a un gobierno provisional, una república democrática.
La Revolución de Octubre
La Revolución de Octubre de 1917 estuvo fuertemente influenciada por los bolcheviques, que habían creado una milicia armada, la Guardia Roja. El Congreso de los Soviets de Rusia, presidido por Lenin y con la participación de Trotsky y Stalin, decretó las primeras medidas revolucionarias: la expropiación de tierras para su reparto entre los campesinos, el control de las fábricas por parte de los comités obreros y la firma de la paz con Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk.
La dictadura del proletariado
En las elecciones a la Asamblea Constituyente, los bolcheviques solo obtuvieron el 25% de los escaños. Temiendo la oposición de los otros partidos, Lenin disolvió la Asamblea y puso fin al pluralismo político en la Rusia soviética.
Se desató una guerra civil entre el Ejército Blanco, que representaba a los contrarrevolucionarios, y el Ejército Rojo, liderado por los bolcheviques. Los bolcheviques, que ahora se llamaban comunistas, ganaron la guerra. Sin embargo, el conflicto provocó una gran escasez de alimentos y una fuerte represión política.
La URSS
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) agrupó a diferentes repúblicas soviéticas bajo un mismo gobierno. Sus principales instituciones eran el Soviet Supremo, el Presidium y el Consejo de Comisarios del Pueblo.
La Constitución de la URSS otorgó el poder al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), cuya máxima autoridad era el Comité Central, dirigido por un Secretario General. Este sistema político dio lugar a una dictadura del proletariado, en la que el Estado y el partido se identificaban.
La URSS bajo Stalin
Tras la muerte de Lenin, se desató una lucha por el poder entre Trotsky y Stalin. Trotsky defendía la idea de exportar la revolución a otros países, mientras que Stalin proponía consolidar el socialismo en un solo país, que serviría como modelo para futuras revoluciones.
Stalin, que controlaba el PCUS, se impuso a sus rivales mediante métodos brutales. Trotsky fue exiliado y posteriormente asesinado en México. Stalin ejerció el poder de forma dictatorial, imponiendo un culto a su personalidad, sembrando el terror en el país e instaurando el Gulag, una red de campos de prisioneros para los opositores a su régimen.
El socialismo en un solo país
Stalin creía que el futuro del socialismo dependía de su éxito en la URSS. Su objetivo era transformar el país en una potencia industrial mediante:
- Una economía planificada y dirigida por el Estado.
- La colectivización de la economía y la prohibición de la propiedad privada. Fábricas, tierras, bancos… todo pertenecía al Estado.
- El desarrollo de la industria pesada, la producción de energía y la construcción de infraestructuras.
Si bien una gran parte de las necesidades de la población quedaron desatendidas, estas medidas provocaron un gran crecimiento económico. En una década, la URSS se convirtió en una de las grandes potencias mundiales.