La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias: De la Revolución Rusa al Nazismo

1. La Revolución Rusa

A comienzos del siglo XX, en Rusia pervivía un régimen autocrático. El zar controlaba el poder apoyado por la burocracia, el ejército y la Iglesia ortodoxa. Se mantenía un régimen casi feudal en las zonas rurales. La tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes y la mayoría de la población era campesina, sometida a unas condiciones de vida miserables.

El desarrollo industrial propició un aumento del proletariado, pero el crecimiento de la burguesía fue débil. El marxismo ruso se había escindido entre mencheviques, que deseaban establecer alianzas con los burgueses, y bolcheviques, partidarios de la revolución obrera.

La Primera Guerra Mundial agravó los problemas de Rusia; los desastres militares y la miseria facilitaron la Revolución de Febrero de 1917: cayó el zarismo y se instauró una república dirigida por un gobierno provisional.

El nuevo gobierno seguía en la guerra y no pudo hacer frente a la sublevación de los soviets que, bajo control bolchevique, prometían pan y paz. En octubre de 1917 se produjo una nueva revolución, impulsada por los bolcheviques con el apoyo de los soviets. Se proclamó un gobierno obrero y se establecieron las primeras medidas revolucionarias. Además, Rusia firmó la paz con Alemania a cambio de territorios.

Entre 1918 y 1921 se desarrolló una guerra civil entre el nuevo gobierno y los sectores zaristas y burgueses. Los bolcheviques se impusieron, y el Partido Comunista se hizo con el monopolio del poder.

En 1922 se creó la URSS, organizada de forma federal y con un parlamento (Soviet Supremo), pero bajo el control totalitario del PCUS, dado que los demás partidos políticos fueron prohibidos.

2. La URSS de Stalin

A la muerte de Lenin, Stalin alcanzó el poder: impuso una dictadura personal (estalinismo) y ejerció una dura represión, que afectó al conjunto de la población, incluso al mismo Partido Comunista. El liderazgo de Stalin quedó reforzado por el culto a la personalidad del dictador.

El modelo económico de la URSS se sustentaba sobre tres grandes pilares:

  • Una economía planificada y dirigida por el Estado, que elaboraba planes quinquenales de producción.
  • La colectivización de la propiedad (tierras, fábricas, bancos, transportes…).
  • Un modelo productivo basado en la industria pesada, la producción de energía y la construcción de infraestructuras.

3. Los “felices años veinte”

La Primera Guerra Mundial benefició a EE.UU. Durante ese período vendió una gran cantidad de productos a los aliados y sufrió reducidas pérdidas humanas. Al finalizar la guerra, se convirtió en la primera potencia mundial.

La década de 1920 fue de una gran prosperidad para EE.UU.: la transformación del proceso de producción, gracias a las nuevas fuentes de energía, las nuevas industrias, etc., y la mejora del nivel de vida comportaron la aparición de la sociedad de consumo.

El consumismo, como base del modo de vida americano, pasó a ser un sueño para millones de emigrantes de todo el mundo.

La economía de los países europeos, en cambio, estaba en retroceso, especialmente la de Alemania, que no podía pagar las reparaciones de guerra. La situación empezó a mejorar gracias al Plan Dawes y a los Acuerdos de Locarno.

4. La crisis de 1929 y la Gran Depresión

Los orígenes de la crisis fueron la sobreproducción y la especulación bursátil, que provocó un ciclo de desconfianza entre los inversores. En la Bolsa de Nueva York se inició una oleada de venta de acciones que generó que su precio cayera en picado.

El crac de la Bolsa obligó a los bancos a cerrar por falta de fondos. Así, también disminuyó el consumo y la producción, y aumentó el paro. Desde Estados Unidos, la crisis se extendió al resto del mundo.

En 1932, el presidente Roosevelt presentó el New Deal, un programa que defendía la intervención del Estado para reactivar la economía.

5. El fascismo italiano

Las consecuencias demográficas y económicas de la Primera Guerra Mundial en Italia fueron desastrosas, y los tratados de paz significaron un desengaño nacional, lo cual provocó que fuera ganando adeptos el irredentismo (incorporación al Estado de un territorio que se considera propio).

En 1921, los Fasci de combate creados por Mussolini se convirtieron en el Partido Nacional Fascista: prometían un Estado fuerte, expansionista y que garantizase el orden social y la propiedad privada.

El fascismo contó con el apoyo de la pequeña burguesía, los grandes propietarios y con la tolerancia de la Iglesia y el monarca.

En 1922, en un contexto de huelgas propiciadas por la izquierda, Mussolini organizó la Marcha sobre Roma y consiguió ser nombrado jefe de gobierno por el rey.

A partir de 1924, Mussolini estableció un régimen autoritario: se otorgaba prioridad al Estado y se establecía un gobierno de las élites, los partidos políticos se ilegalizaron y el Estado ejerció un fuerte control económico y social.

6. La instauración del nazismo en Alemania

Finalizada la guerra, Alemania se organizó de forma democrática en la denominada República de Weimar.

El Tratado de Versalles había impuesto unas condiciones muy duras a una Alemania en plena posguerra. Había miseria, paro y descontento social, que se tradujo en movimientos de carácter revolucionario (espartaquistas) y la formación de grupos de extrema derecha.

En 1920, Hitler se unió al Partido Nacionalsocialista y en el libro Mi Lucha (Mein Kampf) estableció su ideario antidemócrata, antibolchevique, antisemita y partidario de un gran imperio alemán (Reich).

En Alemania, el malestar social derivado de la crisis de 1929 facilitó el éxito de las propuestas de los partidos extremistas.

En 1932 el Partido Nazi consiguió 12 millones de votos, y Hitler fue nombrado canciller de Alemania. En 1934, se proclamó Führer y canciller del III Reich.

7. El III Reich alemán

A partir de 1934, el Partido Nacionalsocialista transformó Alemania en una dictadura:

  • Se suprimió todo vestigio democrático.
  • Se persiguió a la oposición (Estado policial, campos de concentración).
  • Se depuró la administración pública.
  • El poder judicial se sometió al partido.

La sociedad estaba controlada por el nazismo, lo cual significaba:

  • La superioridad de la raza aria y la difusión de la ideología nacionalsocialista.
  • La adoctrinación de la juventud (Juventudes Hitlerianas).
  • La marginación de la mujer.

Se instauró una economía autárquica, un ambicioso plan de obras públicas, y se reforzó la industria bélica para apoyar los proyectos expansionistas de Hitler.

nsionistas de Hitler.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *