Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Principales Etapas de la Reconquista
Periodo decisivo en la historia peninsular en el que se gestan las particularidades culturales, lingüísticas, institucionales e históricas de los reinos cristianos peninsulares. El proceso de Reconquista se inicia en el siglo X con la expansión por zonas riojanas y con el control del valle del Duero tras la victoria cristiana en Simancas. En el siglo XI, con la debilidad andalusí, comenzó la definitiva expansión.
Etapas de la Reconquista
Siglo XI – Primera Mitad del Siglo XII
- Castilla consolida la parte meridional del valle del Duero, ocupa el valle del Tajo y toma Toledo en 1085. La entrada de los almorávides frenará temporalmente el avance cristiano en Sagrajas.
- Aragón ocupa Huesca y Barbastro. En los treinta años siguientes ocupa el valle del Ebro hasta Tortosa, la cuenca del Jalón y del Jiloca y toma Zaragoza en 1118.
- En 1137, el matrimonio entre el conde de Barcelona y la heredera de Aragón supuso el nacimiento de la Corona de Aragón, que continuó su expansión con la toma de Tortosa.
- Portugal conquista Lisboa en 1147.
- En 1151, Castilla y Aragón firmaron el tratado de Tudilén. Castilla se anexiona Cuenca y Aragón Teruel. El sistema Ibérico delimitó las zonas de influencia: Castilla al oeste y Aragón al este del sistema Ibérico. Así, los tratados entre los reinos definirán los ámbitos culturales e históricos a la vez que delimitarán las zonas de proyección exterior de Castilla y Portugal (Atlántico) y de Aragón (Mediterráneo).
1151 – 1212
- Castilla ocupa el alto Guadiana-La Mancha.
- Aragón ocupa los cursos altos del Turia y del Júcar.
- Portugal ocupa Beja.
- En 1179, Castilla y Aragón firmaron el tratado de Cazorla y Castilla se atribuyó Murcia.
- La derrota castellana en Alarcos frente a los almohades hizo que los reinos cristianos se unieran contra ellos con la mediación del Papa. El triunfo cristiano en la batalla de las Navas de Tolosa les permitió la consolidación del territorio castellano y el control del paso hacia Andalucía.
- El tratado de Coimbra entre Castilla y Portugal delimitó las fronteras de los reinos.
1220 – 1264
- En 1230 se unen definitivamente Castilla y León, lo que permitirá al reino castellano-leonés la expansión por Extremadura y el valle bajo del Guadalquivir.
- Castilla ocupa Badajoz (1228), Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248), Cádiz (1265) y en 1294 toma Tarifa; y Murcia entre 1243 y 1246.
- Aragón ocupa Valencia (1238) y Baleares (1229-1235 Mallorca e Ibiza, 1286 Menorca) con las primeras marinas de guerra.
- Portugal conquista el bajo Guadiana, el Algarve y el Alentejo y ocupa Faro en 1249.
- El tratado de Almizra de 1244 consigue que se superen las rencillas territoriales en torno a Murcia y establece fronteras definitivas entre Castilla y Aragón.
- Aragón y Portugal han llegado al límite de su expansión.
- Castilla reconoce el reino de Granada como vasallo en 1246.
- En 1340, con el triunfo en la batalla del Salado, obtiene el control del estrecho de Gibraltar.
Los Reinos Cristianos en la Edad Media: La Repoblación
Reino de Castilla
En la parte norte del valle del Duero, las repoblaciones tuvieron lugar durante los siglos IX y X. El territorio se pobló con mozárabes del sur y con montañeses del norte, que ocuparon una tierra de nadie. Este procedimiento, presura o aprisio, es decir, ocupación de las tierras que inicialmente pertenecían al rey, tuvo su origen en la iniciativa real y, más adelante, en el impulso de los monasterios. Los campesinos ocupaban la tierra, formaban comunidades de hombres libres organizados en aldeas y con autoridades propias. En los núcleos urbanos se utilizarán las cartas de población. Desde el siglo X, los nobles y los grandes monasterios comenzaron a apropiarse de las tierras y a someter a los campesinos, debilitando la autoridad del rey.
La repoblación entre los ríos Duero y Tajo tuvo lugar en los siglos XI-XII y se organizó a través de los grandes concejos, para impulsar la concentración de la población en ciudades bien defendidas, con un territorio extenso (el alfoz) y privilegios y libertades muy amplios. Estas ventajas se recogían en un documento otorgado por el rey, llamado Fuero o carta de población. El fuero de Sepúlveda, otorgado por Alfonso VI en 1076, es un ejemplo. El grupo dominante eran los caballeros villanos, encargados de su defensa. Estos caballeros se convirtieron en una especie de aristocracia urbana que dominaba la vida de las ciudades. Por debajo se encontraban los artesanos y campesinos, los que pagaban impuestos y formaban milicias para la guerra con los musulmanes. En Toledo y su comarca se utilizó el pacto de rendición que obligaba a la población islámica a abandonar la ciudad, garantizándoles sus propiedades y permitiéndoles permanecer en las zonas rurales.
Al sur del Tajo, el protagonismo correspondió a las Órdenes Militares (OO.MM). Las OO.MM recibieron de los reyes de Castilla y de León una gran cantidad de señoríos en el norte de Extremadura y en las tierras de la Mancha. En torno a los castillos en los que se instalaron se fue aglutinando la población, que recibía protección a cambio de trabajar sus tierras en régimen feudal.
En el siglo XIII, la repoblación de los valles del Guadiana y del Guadalquivir se realizó mediante repartimientos: las propiedades se distribuían en lotes de tamaño grande (donadíos) o menor (heredamientos). Los primeros se adjudicaban a la alta nobleza y a los obispados; los segundos a la nobleza de segundo orden y a los caballeros de las ciudades y de la corte. En las zonas próximas al reino de Granada fueron las OO.MM quienes recibieron la mayor parte de sus tierras.
Corona de Aragón
En los siglos VIII y IX, las comunidades de la montaña se limitaron a extenderse hacia el sur. Poco a poco fueron colonizando tierras y formando comunidades de aldea libres. En Cataluña, las repoblaciones fueron similares a las del valle del Duero. Se repoblaron extensas tierras del interior con campesinos libres, propietarios de tierras libres o alodios. A partir del siglo X, las formas feudales irán incrementándose, reduciendo a los campesinos a la servidumbre.
En el valle del Ebro, la repoblación tuvo lugar a partir de la primera mitad del siglo XII. El desalojo del poder musulmán se realizó por pactos de capitulación. Las ciudades fueron ocupadas por mozárabes, mercaderes del norte y francos, dedicados al comercio o actividades artesanales.
En Valencia y Baleares se utilizó el repartimiento. Valencia, mediante pactos de capitulación. Las tierras del interior fueron entregadas a la nobleza aragonesa en régimen feudal, en la costa y las ciudades los repobladores fueron sobre todo catalanes.