Repoblación libre (presura). Siglos VIII-XI
Localización
Valle del Duero y zonas al sur de los Pirineos.
Causas
Eran áreas poco pobladas que los musulmanes habían abandonado.
Características
Los campesinos que se desplazaban desde el norte o los mozárabes que huían de Al-Ándalus recibían parcelas de tierra (alodios) y formaban aldeas o pequeñas villas.
Consecuencias
Se creó una sociedad donde abundaban los pequeños propietarios libres, aunque la necesidad de defender el territorio y cristianizarlo fortaleció a los nobles y a los monasterios, que recibieron grandes dominios y obligaron a muchos de estos campesinos libres a entregar sus propiedades y convertirse en siervos.
Repoblación concejil. Siglos XI-XII
Localización
Valles del Tajo y del Ebro.
Causas
Expansión de los reinos cristianos tras la disgregación del Califato de Córdoba, frenada por la llegada de los almorávides y los almohades. Los reinos cristianos incorporaron ciudades que habían quedado casi desiertas y que controlaban amplias regiones rurales (alfoz), como Toledo o Zaragoza.
Características
Se organizó de forma colectiva a través de concejos o municipios a los que los reyes otorgaban fueros y cartas de poblamiento para atraer colonos.
Consecuencias
Sociedad basada en la mediana propiedad. La caballería villana* se convirtió en el grupo social hegemónico.
En Aragón se permitió quedar en el campo a la población musulmana (mudéjares).
* Agricultores y ganaderos que no pertenecían a la nobleza, pero que podían costearse un equipamiento militar (para combatir a caballo o a pie); formaban una milicia para defender su territorio.
Encomiendas a Órdenes Militares. 1ª mitad siglo XIII
Localización
Interior de la Comunidad Valenciana y Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura.
Causas
Lenta expansión sobre tierras aptas para la ganadería ovina y con riesgo de incursiones musulmanas.
Características
Se entregaron grandes lotes de tierra a las Órdenes Militares que se habían creado en el siglo XII (Calatrava, Santiago, Alcántara) para garantizar la protección del territorio.
Consecuencias
Estructura latifundista con predominio de la actividad ganadera.
Repartimientos. Desde la 2ª mitad del siglo XIII hasta el final de la Reconquista
Localización
Extremadura, Andalucía / Valencia.
Causas
La rápida expansión territorial de este período puso en manos de los monarcas castellanos muchas tierras aptas para el cultivo cuya población musulmana había huido hacia Granada y el norte de África. En los territorios ocupados por la Corona de Aragón (Valencia, Baleares y Murcia) permaneció parte de la población musulmana (mudéjares).
Características
Los repartos de las tierras y las casas de la población musulmana que había abandonado el territorio se realizaron a través de los donadíos (grandes lotes entregados por los reyes a la nobleza, la Iglesia y las órdenes militares) y de los heredamientos (pequeñas o medianas propiedades cedidas a los colonos, que incluían, además, una casa). Así pues, en principio, convivían latifundios y pequeñas propiedades, pero a partir del siglo XIV se produjo un proceso de señorialización que dio lugar a una mayor concentración de la propiedad en grandes latifundios en manos de la nobleza o de la Iglesia.
Consecuencias
En Extremadura y en Andalucía (sobre todo en la parte occidental) se creó una estructura latifundista que iba a perdurar hasta la actualidad.
El legado cultural y económico de Al-Ándalus
El legado de Al-Ándalus es muy importante en España.
En el terreno económico hay que destacar su aportación a la agricultura, con la renovación de las técnicas de regadío que ya trajeron los romanos y con la introducción de nuevos cultivos, como los cítricos o la caña de azúcar, entre otros; pero también la actividad artesanal (orfebrería, trabajo del cuero, etc.) dejó su herencia y en Córdoba, en Toledo y en otras ciudades se siguen elaborando objetos similares a los que se producían en Al-Ándalus.
En el ámbito cultural hay que destacar el amplio patrimonio monumental que Al-Ándalus dejó en muchos de nuestros pueblos y ciudades, con la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada entre los más destacados, así como su influencia posterior en los estilos mudéjar (s. XIII-XVI) y neomudéjar (siglos XIX-XX). Además de esto, las aportaciones de la presencia musulmana a la cultura española son innumerables: por ejemplo, el castellano tiene más de 4.000 palabras de origen árabe, entre ellas muchos nombres; en la gastronomía y en la música la influencia de Al-Ándalus también sigue siendo relevante.