La Restauración Borbónica en España: Un Sistema Político en Detalle
Este sistema no era democrático, ya que no reconocía el sufragio universal, sino un sufragio censitario en el que solo podía votar el 5% de la población española. Se fundamentaba en la Constitución de 1876, cuya interpretación variaba según el partido en el poder. Se trataba de un sistema bipartidista entre conservadores y liberales, con un turno pacífico para alternarse en el poder y evitar revueltas o golpes de estado. La soberanía era compartida entre el rey y las Cortes. Las clases populares no tenían representación política, aunque existían otros partidos como los republicanos, los católicos, los socialistas y los nacionalistas (catalanes, vascos y gallegos), que se presentaban a las elecciones pero obtenían pocos votos.
Características de la Constitución de 1876
La Constitución de 1876 presentaba un carácter conservador con flexibilidad dependiendo del partido en el gobierno:
- Control de la libertad de reunión, expresión y de prensa (conservadores).
- Amplia declaración de derechos y libertades (liberales).
- Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey, quien escogía al jefe de gobierno.
- Voto censitario limitado a quienes pagaban impuestos y poseían más riqueza.
- Confesionalidad del Estado: Reconocimiento del catolicismo como la religión oficial, otorgando a la Iglesia un papel destacado en la educación.
- Carácter centralista para la unidad del país.
Funcionamiento del Turno Dinástico
El turno dinástico se basaba en partidos notables con sus órganos de prensa, influencias y apoyos. Estos partidos coincidían en la defensa de la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y el Estado unitario y centralista. Era un sistema opuesto a la democracia. Cuando el gobierno se desgastaba, sugería al rey el nombramiento de un nuevo jefe de gobierno, que siempre era el líder de la oposición. El nuevo presidente convocaba elecciones para obtener una mayoría parlamentaria.
El Caciquismo y la Manipulación Electoral
El caciquismo controlaba los votos coaccionando a la población o falsificando los resultados. Se utilizaban recuentos falsos y el «pucherazo» para las falsificaciones. La manipulación de los votos se realizaba a través de los «lázaros» (votos de muertos que resucitaban para votar) y la colocación de urnas en lugares inaccesibles. Se influía en los feligreses para que votaran a determinados candidatos. La práctica del «encasillado» consistía en que desde Madrid se decidía el candidato de cada diputado.
Este sistema conseguía una alternancia de poder artificial pero pacífica, evitando que un partido monopolizara el país e impidiendo que los partidos aliados pudieran llegar a gobernar entre 1876 y 1898.
Etapas de la Restauración
Reinado de Alfonso XII (1875-1885)
Se caracterizó por la no interferencia del monarca en la actividad política, lo que conllevó una estabilidad gubernamental. Predominó el mandato del Partido Conservador, que llevó a cabo la pacificación militar y la redacción de la Constitución de 1876. Su gobierno se caracterizó por la aprobación de medidas restrictivas y la centralización administrativa del país.
Restricciones Impuestas
- Libertad de cátedra.
- Libertad de expresión, limitada por la Ley de 1879 (que establecía la censura).
- Derecho de voto, restringido por la Ley Electoral de 1878 que establecía el sufragio censitario.
- Dura actuación contra la oposición política.
Centralización Administrativa
- Escasa autonomía del poder local.
- Uniformización legal.
- Redacción del Código Civil.
Gobierno Liberal (1881-1883)
Los liberales subieron al poder y comenzó a funcionar el sistema del turno. Restablecieron la libertad de cátedra y de expresión. Se creó una comisión de reformas sociales con la intención de conocer la realidad de las clases trabajadoras. Se asignaron acuerdos librecambistas con el Reino Unido.
Regencia de María Cristina (1885-1902)
María Cristina asumió la regencia con el apoyo de los partidos dinásticos, asegurando la continuidad de la monarquía. El Pacto del Pardo comprometía a mantener la monarquía, respetar los turnos políticos y conservar las medidas legislativas aprobadas.
Durante este período de liberalización del régimen, se desarrollaron reformas importantes:
- Aprobación del Código Civil.
- Aprobación del Código de Comercio, que protegía el nuevo capitalismo y defendía los intereses del latifundismo agrario.
- Aprobación de la Ley de Asociaciones.
- Abolición de la esclavitud.
- Aprobación de la Ley de Sufragio Universal Masculino.
Sin embargo, se mostraron contrarios a la autonomía de Cuba y al reconocimiento de los regionalismos.
Oposición al Sistema
La Oposición Republicana
La oposición republicana supuso una amenaza seria contra la Restauración. Se dividieron en dos opciones:
- La insurreccional: liderada por Ruiz Zorrilla.
- Los partidarios de la lucha política y electoral: los posibilistas que colaboraban con la monarquía, los federalistas de Pi i Margall y los federalistas que evolucionaron hacia el nacionalismo, como Valentí Almirall.
El Carlismo
El carlismo evolucionó hacia el ultra-catolicismo y el foralismo.
Los Nacionalismos
Uno de los hechos más importantes de la época fue el surgimiento de movimientos de carácter nacionalista en Cataluña, País Vasco y Galicia, frente al Estado unitario que se había ido imponiendo con el liberalismo. La preocupación cultural (recuperación lingüística, cultural e histórica) iniciada a mediados del siglo XIX, logró articularse a través de manifestaciones como los Juegos Florales y, poco a poco, se articularon las bases de un movimiento político.