La Restauración Borbónica en España: Claves y Crisis

1. El Sistema Político de la Restauración

El artífice del sistema político de la Restauración fue Cánovas del Castillo. Se buscaba restaurar la monarquía Borbónica y un sistema representativo doctrinario (soberanía compartida, sufragio censitario). La Restauración comenzó con el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto (1874), entregando el poder a Cánovas, quien logró la abdicación de Isabel II en favor de su hijo Alfonso XII.

La Restauración no fue democrática, sino liberal, basada en la defensa de la propiedad y el orden social. Se apoyó en un bipartidismo estable con el respaldo de la burguesía y el ejército. El Manifiesto de Sandhurst (1874) definió la ideología del régimen: monarquismo y liberalismo conservador.

Principios del sistema:

  • Legitimidad histórica de la monarquía.
  • Soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
  • Monarquía constitucional integradora.
  • Sentimiento patriótico, liberal y católico.

El rey actuaba como árbitro en la vida política, garantizando la alternancia de los dos partidos dinásticos:

  • Partido Conservador (antes liberal-conservador), liderado por Cánovas.
  • Partido Liberal (antes liberal-fusionista), liderado por Sagasta.

Ambos partidos eran de notables, con escasas diferencias ideológicas. La alternancia se lograba mediante un sistema electoral corrupto, con caciques y pucherazos, asegurando resultados predeterminados.

La política de Cánovas logró la pacificación tras la guerra carlista (1876) y la abolición de los fueros, estableciendo el concierto económico vasco. La guerra en Cuba (1868-1878) concluyó con la Paz de Zanjón, sin resolver los problemas de fondo.

2. La Constitución de 1876

Estableció la soberanía compartida y una declaración de derechos limitada. Se reconoció la tolerancia religiosa, con predominio del catolicismo. Las Cortes eran bicamerales, con un Senado conservador. La monarquía era superior a la Constitución, con el rey como jefe del ejército y con poder ejecutivo y legislativo.

3. Oposiciones al Sistema: Carlismo y Republicanismo

Los republicanos buscaban la democracia y reformas sociales. Sufrieron represión y divisiones internas (Castelar, Ruiz Zorrilla, Salmerón, Pi y Margall). Tras el sufragio universal masculino (1890), lograron representación en zonas urbanas.

El carlismo, tras la derrota de 1876, se centró en el catolicismo integrista con Cándido Nocedal. Se dividieron entre integristas y tradicionalistas (Vázquez de Mella).

4. Las Guerras Coloniales y la Crisis de 1898

Cuba, productora de azúcar y tabaco, era un mercado clave. La resistencia cubana, apoyada por EE.UU., llevó a la insurrección de 1895 (Grito de Baire) liderada por José Martí. La intervención de EE.UU. tras el incidente del Maine desencadenó la guerra hispano-estadounidense.

El Tratado de París (1898) significó la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. El desastre generó pérdidas humanas, materiales y un profundo desprestigio militar. La crisis política llevó al fin de la generación de líderes de la Restauración y al surgimiento de nuevas figuras como Maura y Canalejas.

En Filipinas, la insurrección liderada por José Rizal fue reprimida, culminando con la pérdida de la colonia.

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