La Restauración Borbónica en España: Orígenes, Características y Sistema Canovista

En 1873, tras la caída del Régimen isabelino y la abdicación de Amadeo de Saboya, se instauró en España la Primera República. Inicialmente unitaria, buscaba convocar las Cortes Constituyentes para promulgar una nueva Constitución, pero no llegó a hacerlo, ya que los generales Pavía y Serrano dieron un golpe de Estado.

El 1 de diciembre de 1874, el futuro rey Alfonso XII hizo público el Manifiesto de Sandhurst, en el que se ponía a disposición de los españoles. Con este hecho, y tras el pronunciamiento de Sagunto dirigido por el general Martínez Campos, comenzó la Restauración moderada.

El Contexto y los Apoyos de la Restauración

Los conservadores recibieron con satisfacción la Restauración de los Borbones porque esperaban que devolviera la estabilidad política y pusiera fin a todo intento de revolución democrática y social en España. La Restauración es la época política que busca reinstaurar en España la monarquía en la figura de Alfonso XII. Este sistema fue apoyado por la Iglesia, el ejército y parte del pueblo, pero fue rechazado por los antiguos y nuevos partidos políticos.

Entre los partidos tradicionales se encontraban los carlistas y los republicanos, mientras que entre los nuevos partidos destacaban los partidos obreros y los nacionalismos.

El Sistema Canovista: Claves y Funcionamiento

El nuevo régimen político fue diseñado por Cánovas del Castillo con el objetivo de superar los problemas de la monarquía de Isabel II. El sistema canovista era una solución de compromiso de las élites sociales españolas destinado a eliminar todos los factores políticos desestabilizadores de la política del país: radicalismo político del Sexenio, auge y radicalización del movimiento obrero, enfrentamientos civiles y el intervencionismo del ejército en la política española. No se trataba de un sistema democrático, porque no reconocía el sufragio universal masculino.

Esta nueva etapa se fundamentaba en una Constitución moderada como marco jurídico y en la creación de un sistema bipartidista en el que los dos partidos, conservadores y liberales, se alternarían pacíficamente en el poder. Por lo tanto, las fuerzas conservadoras y progresistas pactaron un sistema de apariencia democrática, pero al margen del funcionamiento democrático. La alternancia pacífica de conservadores y progresistas se realizaba al margen de los resultados electorales y excluía al resto de fuerzas políticas.

Pilares del Sistema Político Restaurado

El sistema político restaurado se basaba en tres aspectos:

  • La Constitución de 1876.
  • El bipartidismo y el turnismo.
  • El caciquismo.

Los caciques eran personas influyentes que, valiéndose de su poder y autoridad, influían en el comportamiento de los electores. Tuvo su principal fortaleza en el mundo agrario. La misión del cacique, cuando había alguna convocatoria electoral, consistía en conseguir, mediante la manipulación, la coacción y la violencia, unos resultados electorales que confirmaran el resultado electoral previamente acordado en Madrid.

El Bipartidismo y el Turnismo

Cánovas concibió un sistema bipartidista en el que dos partidos se turnasen el gobierno sin tener que recurrir al apoyo del ejército. El fin de esto era garantizar la estabilidad institucional. Los dos partidos dominantes fueron el Partido Liberal-Conservador y el Partido Liberal-Fusionista. Se trataba de partidos de líderes políticos que contaban con periódicos, centros y comités distribuidos por el territorio español. Ambos partidos coincidían ideológicamente en la defensa de la monarquía, la Constitución y la propiedad privada, y también en la consolidación de un estado unitario y centralista.

Los conservadores proponían un sufragio censitario y la defensa de la Iglesia y del orden social. Los liberales defendían el sufragio universal masculino y estaban más inclinados a un reformismo social de carácter más progresista y laico.

La alternancia regular en el poder entre los partidos del turno quedaba garantizada porque el sistema electoral de la Restauración invertía los términos propios del sistema parlamentario. Cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía la confianza de las Cortes, el monarca llamaba al jefe del partido de la oposición a formar gobierno. Entonces, el nuevo jefe del Gobierno era siempre líder de la oposición y recibía el decreto para la disolución de las Cortes y la convocatoria de las nuevas elecciones, con el objetivo de conseguir el número de diputados suficiente para formar una mayoría parlamentaria que le permitiese gobernar.

La Constitución de 1876 y la Solución de Compromiso

Una característica del sistema canovista es la denominada solución de compromiso: para ello, progresistas y conservadores elaboran la Constitución de 1876, que recogerá algunas de las pretensiones de los progresistas del Sexenio Revolucionario. Esta constitución favoreció la estabilidad política. Tenía un carácter marcadamente conservador e inspirada en los valores históricos tradicionales de la monarquía, la religión y la propiedad, pero aun así se redactó con el objetivo de que gobernaran los dos partidos del turno de manera estable, sin tener que cambiarla cada vez que un nuevo partido accedía al poder.

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