La Restauración Borbónica en España (1875-1902)
Se denomina Restauración al periodo que abarca el breve reinado de Alfonso XII, la regencia de María Cristina y el reinado de Alfonso XIII.
El Sistema Político de la Restauración
El sistema político de la Restauración se basó en la Constitución de 1876. Los constitucionalistas se dividían en dos grandes familias: la corriente liberal progresista y la doctrinaria. La Constitución refleja el pensamiento liberal conservador y doctrinario, con una soberanía compartida entre el rey y las Cortes, y la concepción tradicional de una monarquía hereditaria.
El monarca ejercía el poder ejecutivo, tenía derecho de iniciativa legislativa y disponía del derecho de veto sobre las leyes aprobadas. Las Cortes se dividían en la Cámara Alta (Senado) y la Cámara Baja. El Senado ejercía como cámara de segunda lectura de las leyes, con el objetivo de moderar los posibles excesos legislativos de la Cámara Baja. Los representantes que elaboraban las leyes eran elegidos por sufragio directo.
El Sufragio Censitario y sus Limitaciones
El sufragio no se reguló inicialmente. La ley electoral de 1878 estableció un régimen de sufragio censitario que restringió el derecho de voto. Hubo que esperar hasta 1890 para el establecimiento del sufragio universal masculino. Sin embargo, su operatividad fue escasa, ya que el caciquismo siguió controlando el voto y la participación política, aunque incorporó algunos elementos de la constitución progresista.
Partidos Políticos, Bipartidismo y Turnismo
Solo gobernaron partidos políticos leales a la corona, llamados partidos dinásticos, ambos liberales y apenas diferenciados en ideología. Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto del Pardo para afianzar la monarquía.
- El Partido Conservador, formado por representantes de la burguesía latifundista y financiera de ideología liberal, evolucionó hasta cierto autoritarismo.
- El Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta estaba formado por un sector de los progresistas, los demócratas y los exrepublicanos moderados, y representaba a la burguesía industrial y comercial. Tras la muerte de Sagasta, se produjo una pugna entre diversos políticos para asumir la jefatura del partido.
El carácter del turnismo deriva de la alternancia de los partidos dinásticos en el gobierno.
Fraude Electoral y Caciquismo
Los partidos se turnaban en el acceso al gobierno sin recurrir a los pronunciamientos militares. Para garantizar el turno, se recurría al fraude electoral, desvirtuando el carácter democrático del sistema canovista. Los mecanismos de fraude electoral se iniciaban en el gobierno con la elaboración del encasillado, que se transmitía a través de los gobernadores.
El rey encargaba la formación de un nuevo gobierno al partido liberal o conservador. Desde el ministerio se confeccionaba el encasillado o lista de diputados que debían salir elegidos y ganadores. Se recurría a la manipulación fraudulenta de las elecciones, pudiendo incluir a personas fallecidas o excluir a otras.
El cacique disponía del poder para coaccionar a los votantes, ya sea comprando votos o solucionando pleitos judiciales. También podía librar del servicio militar. Se cambiaban las urnas con las papeletas o incluso se manipulaban las actas de los resultados, lo que permitía el fraude electoral.
El régimen de la Restauración se asentó sobre la estabilidad política y el mantenimiento del orden social, cuyas clases dominantes participaron en el sistema político, dejando sin representación a las burguesías medias y las capas populares.
La Oposición Política a la Restauración
La corrupción y el fraude indicaban la falta de legitimidad política y democrática del sistema. Los intelectuales y los partidos políticos criticaban el caciquismo. La oposición, formada por los republicanos, carlistas, regionalistas y nacionalistas, quedó excluida de la Restauración.
Republicanismo
Los republicanos, contrarios a la monarquía y a favor de un reformismo, se erigieron en la oposición parlamentaria. Los partidos republicanos eran: la Unión Republicana, el Partido Radical Republicano, el Blanquismo y el Partido Reformista.
Carlismo
El movimiento carlista se dividió en dos corrientes: integristas y jaimistas. Defendían al pretendiente Jaime de Borbón y tenían un programa ideológico basado en la tradición católica.
Nacionalismos y Regionalismos
Como reacción, surgieron poderosas fuerzas políticas regionalistas y nacionalistas ignoradas por el gobierno central. El nacionalismo, de origen cultural, se desarrolló en Europa durante el siglo XIX y pretendía conseguir que las naciones separadas se unificaran en un solo Estado o que se convirtieran en Estados nacionales.
Nacionalismo Catalán
El movimiento cultural se centraba en la recuperación de la lengua catalana. El desarrollo económico industrial impulsó la evolución del catalanismo. Valentí Almirall creó el Centre Català con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública. Los principios del catalanismo eran la recuperación de las instituciones tradicionales, la lengua catalana como la oficial en Cataluña y una autonomía para establecer y cobrar impuestos. El partido de la burguesía catalana defendía un programa político basado en el liberalismo conservador y se convirtió en la fuerza política dominante en Cataluña.
Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco fue una reacción defensora de la lengua, la cultura y la sociedad vasca frente a los cambios sociales que provocaba la industrialización. La sociedad vasca tradicional estaba en peligro de desaparición por la renovación industrial. La solución que planteaban era la independencia del País Vasco.
El Movimiento Obrero
Las duras condiciones laborales intensificaron los conflictos sociales en forma de continuas huelgas y violentas protestas contra la explotación burguesa. Las medidas fueron insuficientes, como la creación del Instituto Nacional y la imposición por ley de la jornada máxima de ocho horas.
Movimiento Obrero Socialista
Durante la Restauración, el movimiento obrero se dividió en dos corrientes: el anarquismo y el marxismo. La difusión del pensamiento marxista impulsó a un grupo de internacionalistas favorables a la tesis marxista frente a la mayoría anarquista a crear la Nueva Federación Madrileña. De este núcleo nacerá el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Hubo atentados contra la monarquía y Barcelona se convirtió en el centro del terrorismo anarquista, con pistoleros anarquistas que atentaban contra empresarios y sicarios.
La Federación Regional Española difundió ideas anarquistas. Los anarquistas de la Federación de Trabajadores de la Región Española fueron expulsados de la Internacional y se adaptaron a la legalidad de la Restauración. Nació la Solidaridad Obrera, una federación de asociaciones obreras con carácter apolítico, y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), sindicato anarquista que fue hegemónico en Cataluña.
La Crisis de 1898
La crisis de 1898 se desencadenó por la guerra colonial de Cuba y Filipinas. La economía de Cuba se basaba en la producción de azúcar, café y tabaco. La guerra de Cuba se había iniciado con el Grito de Baire, la insurrección dirigida por el Partido Revolucionario Cubano. En la guerra de Filipinas, el líder del levantamiento fue fusilado por las autoridades españolas.
La Guerra Hispano-Norteamericana
Los intereses económicos y geoestratégicos de Estados Unidos sobre Cuba cambiaron el rumbo de la guerra y provocaron un conflicto armado con España. El incidente casus belli que provocó la guerra fue la explosión del Maine. Este buque de guerra norteamericano explotó y se hundió con la mayor parte de la tripulación en tierra. Se desconocían las causas, pero el gobierno norteamericano culpó al español y lanzó una agresiva campaña de prensa antiespañola que reclamaba la guerra y la anexión de Cuba.
La guerra apenas duró unos meses. España rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Cuba debía ser libre e independiente. Después, Estados Unidos declaró la guerra a España. La flota norteamericana destrozó a la española en menos de una hora de bombardeo en la batalla de Santiago. Los buques estadounidenses hundieron la flota española en pocas horas. Después de la rendición, se iniciaron las negociaciones que culminaron en el Tratado de París.
Consecuencias de la Crisis del 98
La crisis presentó a la sociedad la realidad de un país sin peso en el contexto internacional y sin imperio colonial. Se hizo evidente la corrupción del sistema político y la incompetencia de los políticos españoles. La generación literaria del 98 se vincula al desastre colonial. Los escritores tuvieron una visión pesimista de España.