La Restauración Borbónica en España (1874-1902)
Reinado de Alfonso XII (1874-1885)
En 1874, el general Pavía dio un golpe de estado contra la I República debido a la crisis económica y el desorden político. La Tercera Guerra Carlista y la Guerra de Cuba debilitaron al régimen militar del general Serrano. Cánovas del Castillo consiguió la adhesión de las élites, la clase media y el ejército para la restauración de la monarquía borbónica en la figura del hijo de Isabel II, Alfonso XII.
En 1874, el futuro Alfonso XII firmaba el Manifiesto de Sandhurst, donde se defendía el régimen político que se pretendía restaurar: una monarquía liberal que incorporara los derechos individuales básicos (libertad, propiedad e igualdad jurídica), una España unida y una España tradicional. Este manifiesto, redactado por Cánovas del Castillo, proponía la restauración borbónica de manera pacífica, pero el general Martínez Campos proclamó a Alfonso XII como rey de España, y el gobierno de Serrano no opuso resistencia.
Las medidas iniciales de Cánovas del Castillo tenían el carácter conservador del nuevo régimen. Su objetivo era conseguir la estabilidad política y se propuso:
- La pacificación de España, que puso fin a la Tercera Guerra Carlista.
- El fin de la guerra en Cuba. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, donde se prometía abolir la esclavitud.
- La integración política con la incorporación de liberales y demócratas del Sexenio Democrático.
- El alejamiento del ejército de la vida pública.
- La elaboración de un nuevo ordenamiento jurídico-político: la Constitución de 1876.
Guerras Coloniales
La Restauración intentó mantener el imperio de ultramar, pero en el siglo XIX España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas. La opinión pública se dividió ante las guerras coloniales: los partidos dinásticos las apoyaban, mientras que los anarquistas, nacionalistas y socialistas las rechazaban. El apoyo público se fue reduciendo por el alto coste humano y la redención de quintas, que permitía a los ricos evitar el servicio de armas.
La Guerra de Cuba
La Primera Guerra de Cuba terminó con el Convenio de Zanjón. El retraso en aplicar las medidas prometidas provocó un levantamiento en 1895, liderado por José Martí, que contó con el apoyo de la población negra y mulata.
El Sistema Canovista
Cánovas del Castillo fue el creador del régimen de la Restauración. Después de ser promulgada la Constitución de 1876, los liberales se integraron en el nuevo régimen y Cánovas ideó el turno de partidos para acceder al poder sin el pronunciamiento militar. Las dos formaciones que se alternaban en el gobierno eran:
- El Partido Conservador de Cánovas del Castillo, que contaba con el apoyo de la clase alta.
- El Partido Liberal de Sagasta, que contaba con el apoyo de la clase media y algunos sectores obreros, pero su peso político fue insignificante debido a su división interna.
El movimiento obrero se encontraba dividido en dos tendencias: la marxista, con el PSOE, y la anarquista. Durante este periodo no hubo representantes obreros en las Cortes.
Regionalismo y Nacionalismo
Los movimientos nacionalistas periféricos surgieron como respuesta a la centralización política y la uniformidad cultural impulsada por la Restauración. Los nacionalistas se apoyaron en las clases medias y populares; después, las burguesías los utilizarían para obtener ventajas económicas.
El Catalanismo
Fue un movimiento autonomista y democrático. El instrumento para hacer efectivo el turno de partidos era el falseamiento del proceso electoral. La Restauración era un sistema político oligárquico donde los resultados electorales no obedecían a la voluntad popular, sino a los intereses de los políticos.
La Regencia de María Cristina (1885-1902)
En 1885, el sistema constitucional sufrió una clara adulteración: el rey Alfonso XII enfermó, haciendo temer por el sistema canovista. Carlistas y republicanos vieron la oportunidad de impulsar sus reclamaciones. Cánovas y Sagasta acordaron el llamado Pacto del Pardo, donde ambos se comprometían a respetar el turno de partidos y conservar las medidas legislativas.
Tras la muerte de Alfonso XII en 1886, Cánovas dimitió y la regente María Cristina nombró presidente del Consejo de Ministros a Sagasta. Durante los cinco años de gobierno de Sagasta, los liberales elaboraron una importante labor reformista: leyes de libertad de cátedra, prensa, asociación y sufragio universal masculino.
La vuelta de los conservadores al poder en 1890 supuso el retorno a una política económica proteccionista que satisfizo los intereses de los industriales catalanes y vascos, y de la burguesía agrícola castellana.
El general Weyler contaba con 200.000 soldados enviados por el gobierno español para emplear una dura represión: las reconcentraciones. El triunfo final de los rebeldes cubanos en 1898 se produjo gracias a la intervención de Estados Unidos, que destruyó la armada española.
En Filipinas, en 1896 se produjo una insurrección. La respuesta española fue la represión. Los insurrectos consiguieron la independencia gracias a la intervención de Estados Unidos.
España firmó la Paz de París en 1898, donde reconocía la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, a la vez que entregaba Hawái a Estados Unidos. Los filipinos rechazaron el acuerdo e iniciaron una nueva insurrección contra Estados Unidos.
Las causas de la pérdida del imperio español de ultramar fueron la tardía adopción de medidas autonomistas, la falta de apoyos internacionales y la intervención militar de Estados Unidos a favor de los independentistas.
Constitución de 1876
Era una constitución de carácter integrador, sin propuestas excluyentes para la sociedad, la más duradera de la historia de España. Destaca:
- Declaración de derechos individuales: propiedad, libertad de expresión y una fórmula de consenso en la cuestión religiosa.
- Reforzamiento del poder del monarca: a través de la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, con el poder de convocar y disolver las Cortes.
- Bicameralismo: Congreso elegido por sufragio y Senado, compuesto por miembros no electivos (senadores por derecho propio) y electivos (miembros del Estado o dueños de grandes fortunas).
- Centralismo: se acentuó al quedar bajo control del gobierno los ayuntamientos y diputaciones, y al suprimir los fueros vascos.
El Nacionalismo Vasco
Su fundador fue Sabino Arana, creador del PNV. Surgió en defensa de la etnia vasca, que se consideraba en peligro por la industrialización.
Oposición al Sistema
El régimen de la Restauración, basado en la alternancia de los grandes partidos, marginó a sectores políticos y sociales. Las fuerzas de oposición al régimen nunca fueron una alternativa sólida al encontrarse en conflicto entre sí.
- Carlismo: a pesar de ser derrotado en la Tercera Guerra Carlista no desapareció, pero se convirtió en un movimiento marginal.
- Republicanismo: el proyecto republicano mantuvo su influencia.
- Nacimiento del Regeneracionismo: corriente de opinión a favor de la regeneración de España.
- Aparición del antiamericanismo: se hacía responsable a Estados Unidos del desastre del 98.
En cuanto a la economía, la pérdida de las colonias supuso la pérdida de materias primas baratas y el auge del proteccionismo económico como salvaguarda de los intereses de la industria textil catalana.
En cuanto a la política, los nuevos líderes de los partidos dinásticos terminaron asumiendo propuestas regeneracionistas. La pérdida de las colonias provocó la pérdida del peso internacional de España, el desgaste de la imagen del ejército y el comienzo del colonialismo en el norte de África.