1. La Restauración Borbónica (1875-1902)
1.1 Contexto histórico (1874-1876)
En 1874, Alfonso XII fue proclamado rey con el objetivo de defender el orden social y la propiedad privada. Se aprobó la Constitución de 1876, que establecía la soberanía compartida y un sistema bipartidista. El poder se turnaba entre conservadores y progresistas mediante elecciones manipuladas a través del caciquismo y, a partir de 1890, con el sufragio universal masculino.
Este régimen logró la rendición de los carlistas entre 1875 y 1876. En 1878, se firmaron los conciertos económicos con el País Vasco y la Paz de Zanjón, que puso fin a la Guerra de los Diez Años en Cuba.
Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, conservadores y liberales pactaron un turno pacífico de partidos que se mantuvo hasta finales de siglo.
2. Oposición a la Restauración
La Restauración Borbónica se enfrentó a diversos sectores contrarios:
- Republicanismo: Rechazaban la monarquía, defendían a las clases populares, la educación y la laicidad. Con el sufragio universal, lograron algunos éxitos en las ciudades, aumentando su apoyo en el siglo XX.
- Carlismo: Con fuerza en las provincias forales, perdieron apoyo de la Iglesia y sufrieron divisiones internas. Manteniendo apoyo en el ejército, protagonizaron varias insurrecciones fallidas. En el siglo XX, se unificaron en el Partido Tradicionalista, obteniendo representación en el Congreso.
- Nacionalismos: Defendían la autonomía de las diferentes comunidades. Destacaron el valencianismo, el catalanismo (con la Liga Regionalista) y el nacionalismo vasco, que rechazaban las imposiciones externas y buscaban su soberanía.
- Movimiento obrero: Liderado por el PSOE de Pablo Iglesias y la revista “El Socialista”, se expandió lentamente a partir de 1890. Su alianza con los republicanos les permitió obtener diputados en 1910. En el siglo XX, la convocatoria de huelgas generales y la deriva anarquista radicalizaron el movimiento, provocando un debate interno y la escisión del Partido Comunista de España.
3. La Guerra de Cuba (1898)
Tras el fracaso en la compra de Cuba, el presidente estadounidense McKinley buscó pretextos para declarar la guerra a España. La explosión del acorazado Maine en La Habana sirvió como excusa. La guerra fue breve y desigual, con las tropas españolas en inferioridad numérica. En agosto de 1898, España capituló en Manila. En el Tratado de París, España reconoció la independencia de Cuba y cedió Filipinas, Puerto Rico y Guam a Estados Unidos.
4. Crisis y fin de la Restauración (1902-1931)
Los primeros años del siglo XX estuvieron marcados por intentos modernizadores fallidos. La crisis del sistema se agravó con la Semana Trágica de 1909, una huelga general que derivó en disturbios y represión. El asesinato del líder liberal Canalejas en 1912 agudizó la crisis política.
La crisis de 1917, provocada por el descontento social y la Primera Guerra Mundial, generó el pistolerismo en Cataluña y revueltas campesinas en el sur. El desastre de Annual en Marruecos en 1921, con la derrota del ejército español, desencadenó una crisis política que culminó con el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, instaurando una dictadura.
5. La Dictadura de Franco (1939-1975)
5.1 Franquismo (1939-1945)
Tras la Guerra Civil, Francisco Franco instauró una dictadura con las siguientes características:
- Concentración de poderes en Franco.
- Autoritarismo.
- Centralismo.
- Represión de los vencidos.
- Control de los medios de comunicación.
Las actitudes sociales frente al régimen fueron:
- Apoyo: Provenía de las élites franquistas, clases altas y sectores populares católicos.
- Pasividad: Mayoritaria, especialmente entre quienes temían la revolución social.
- Rechazo: Principalmente en las clases populares que habían apoyado la República.
5.1.1 Represión y legislación
La dictadura se basó en la represión sistemática y una legislación autoritaria que eliminaba derechos y libertades. Se promulgaron leyes fundamentales que configuraban un estado totalitario inspirado en el fascismo italiano y el nazismo alemán.
5.1.2 Segunda Guerra Mundial
España se declaró neutral en la Segunda Guerra Mundial, aunque con simpatía por las potencias del Eje. Tras la derrota del Eje, el régimen franquista sufrió un aislamiento internacional.
5.1.3 Autarquía
La política económica se basó en la autarquía, buscando la autosuficiencia económica mediante el proteccionismo, la intervención estatal y el control de precios. Esta política provocó escasez, racionamiento y pobreza.
5.2 Franquismo (1945-1959)
5.2.1 Aislamiento e institucionalización
Tras la Segunda Guerra Mundial, España quedó aislada internacionalmente. Se promulgaron nuevas leyes fundamentales que configuraban una “democracia orgánica” corporativa y autoritaria.
5.2.2 Apertura al exterior
Con el inicio de la Guerra Fría, España inició una apertura al exterior buscando el apoyo de Estados Unidos. Se firmó el Concordato con la Santa Sede en 1953, reforzando el carácter católico del Estado.
5.2.3 Estabilización económica
A partir de la década de 1950, se implementó un plan de estabilización económica que abandonó la autarquía y sentó las bases para el posterior desarrollo económico.
6. Conclusión
La Restauración Borbónica (1875-1931) y la Dictadura de Franco (1939-1975) marcaron la historia de España durante el siglo XX. La primera, un sistema político basado en el bipartidismo y el caciquismo, se enfrentó a la oposición de diversos sectores sociales. La segunda, un régimen autoritario y represivo, sumió a España en décadas de oscurantismo. Ambos periodos, con sus luces y sombras, sentaron las bases para la posterior transición a la democracia.