1. La Restauración de la Monarquía Borbónica (1874-1875)
Tras el caos del reinado de Amadeo I y la I República, se inicia la restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII. El 1 de diciembre de 1874, Alfonso XII firma el Manifiesto de Sandhurst, garantizando una monarquía dialogante, democrática y constitucional, integrando los logros del Sexenio Democrático. En diciembre, los militares monárquicos Martínez Campos y Jovellar protagonizan el pronunciamiento de Sagunto. El gobierno de Serrano no opone resistencia y Cánovas del Castillo constituye un gobierno de regencia, comunicando a Alfonso XII su proclamación como Rey. El 15 de enero de 1875, Alfonso XII llega a España y ratifica la presidencia de Cánovas.
2. El Sistema Canovista y la Constitución de 1876
2.1. El Sistema Canovista
El sistema canovista, basado en la corriente conservadora liderada por Antonio Cánovas del Castillo, tenía dos premisas fundamentales:
- Consolidar la monarquía, recuperando su prestigio y presentando a Alfonso XII como un Rey-soldado.
- Elaborar una Constitución con leyes que favorecieran a todos los partidos, siempre que aceptaran la monarquía y la alternancia pacífica en el poder.
Este sistema se apoyaba en cuatro pilares:
- Soberanía compartida Rey-Cortes.
- Constitución interna o histórica, respetando las costumbres e historia de España.
- Constitución flexible y duradera, que recogiera diversas opiniones políticas y evitara cambios legislativos continuos.
- Turno de partidos, donde conservadores y liberales se alternarían pacíficamente en el poder.
El sistema canovista contó con el apoyo de las clases medias y urbanas, que veían en la monarquía la estabilidad, así como de las clases altas, la Iglesia y el ejército.
2.2. La Constitución de 1876
Tras las elecciones de enero de 1876 y la aprobación en marzo, la Constitución se promulga el 30 de junio. Más conservadora que la de 1869, pero más liberal que la de 1845, se convirtió en la más duradera y flexible de España. Sus rasgos principales son:
- Sufragio universal masculino.
- División de poderes: Rey (ejecutivo), Rey y Cortes (legislativo) y judicial independiente.
- Cortes bicamerales (Congreso y Senado).
- Amplias atribuciones legislativas y ejecutivas al Rey.
- Modelo centralista de Estado.
- Confesionalidad católica del Estado, tolerando otras religiones en el ámbito privado.
3. Funcionamiento del Sistema Canovista
3.1. Bipartidismo
El sistema se basaba en la alternancia de dos partidos dinásticos:
- Partido Conservador (Liberal-Conservador): Heredero del Partido Moderado y la Unión Liberal, defendía el orden social, la monarquía y la propiedad. Su líder fue Antonio Cánovas del Castillo.
- Partido Liberal (Liberal-Fusionista): Fusionaba progresistas, demócratas, unionistas y republicanos. Incorporaba logros del Sexenio como el sufragio universal masculino, libertad religiosa, de cátedra, de prensa y librecambismo. Su líder fue Práxedes Mateo Sagasta.
3.2. Turnismo
La alternancia pacífica en el poder seguía dos pasos:
- Ante una crisis del partido gobernante, el Rey nombraba al líder del otro partido como presidente del Gobierno. Contaba con el apoyo de la Corona, pero no de las Cortes.
- El Rey otorgaba al nuevo presidente el decreto de disolución de las Cortes. Se convocaban nuevas elecciones, manipuladas para favorecer al nuevo gobierno.
La representación parlamentaria se componía de una mayoría del partido en el poder, los jefes del otro partido y un número limitado de otros partidos.
3.3. Fraude Electoral
El éxito del turnismo se debía al fraude electoral. El gobierno manipulaba las elecciones mediante:
- Encasillado: Se negociaba con los caciques locales para manipular las elecciones.
- Pucherazo: Alteración de las actas o uso del voto de personas fallecidas.
3.4. Caciquismo
El caciquismo permitía la manipulación política. La oligarquía local (caciques) controlaba un área electoral, realizando favores a cambio de votos. Este fenómeno tuvo mayor impacto en el mundo rural, especialmente en Andalucía.