La Restauración Borbónica y la Crisis del Sistema Político Español (1875-1939)

LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1875-1931)

La restauración borbónica de 1875 se basó en la abdicación de Isabel II en favor de su hijo Alfonso XII de Borbón. Esta abdicación fue posible gracias a un doble proceso: por un lado, la actuación política de Antonio Cánovas del Castillo, que consiguió el apoyo del ejército y la burguesía para el futuro rey; y por otro, el pronunciamiento militar de Martínez Campos, que proclamó rey a Alfonso XII de Borbón el 29 de diciembre de 1874.

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, el trono pasó a María Cristina, que ejerció la regencia durante la minoría de edad de su hijo Alfonso XIII.

El sistema político de la Restauración se basó en dos pilares fundamentales:

  1. La Constitución de 1876

    Una constitución moderada y flexible con una amplia declaración de derechos. Compartía la soberanía entre el rey y las Cortes, y el sufragio podía ser universal o restringido dependiendo del partido gobernante en cada momento.

  2. El Turnismo

    El turnismo consistía en la alternancia de poder entre dos partidos: el Partido Conservador (heredero de los moderados, liderado por Cánovas del Castillo y apoyado por la clase alta) y el Partido Liberal (heredero de los progresistas, liderado por Práxedes Mateo Sagasta y apoyado por la burguesía y la clase media urbana). Cuando el gobierno se desgastaba, el rey ordenaba formar uno nuevo al jefe de la oposición, el cual manipulaba las elecciones mediante trucos como:

    • El pucherazo (manipulación de votos)
    • El lázaro (suplantación de votantes fallecidos)
    • El cunero (empadronamiento irregular de votantes)
    • El caciquismo (influencia de personas poderosas)

PROBLEMAS POLÍTICOS

Problemas Internos

  • Oposición al Turnismo

    El Partido Republicano, el carlismo y el socialismo no aceptaron la Constitución de 1876. El Partido Republicano se dividió en varias tendencias, todas ellas a favor de un modelo de Estado republicano. El Partido Carlista inició una nueva guerra contra Alfonso XII, pero fue derrotado por el ejército. El PSOE (Partido Socialista Obrero Español) fue fundado por Pablo Iglesias en 1879.

  • El Movimiento Obrero

    El movimiento obrero cobró fuerza tras el reconocimiento de derechos de la Constitución de 1876 y la promulgación de la Ley de Asociaciones de 1887. El socialismo se difundió a través de la UGT (Unión General de Trabajadores), fundada en 1888. El anarquismo fundó en 1881 la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) y se difundió sobre todo entre obreros catalanes y campesinos andaluces.

  • Regionalismos y Nacionalismos

    Surgieron como reacción a la política centralista de la Restauración.

    • El nacionalismo catalán quería el catalán como lengua oficial, la existencia de tribunales catalanes y la autonomía de Cataluña. En 1922, Enric Prat de la Riba proclamó sus propuestas en las Bases de Manresa.
    • El nacionalismo vasco, cuyo impulsor fue Sabino Arana, fundó en 1897 el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
    • El nacionalismo gallego buscaba la solución a los problemas económicos y sociales.

CRISIS DEL 98

La pérdida de las últimas colonias españolas, iniciada en Cuba (1895) con el “Grito de Baire” y Filipinas (1896), tuvo como causas el descontento económico y el rechazo español a concederles cierta independencia. El desarrollo de la crisis contó con el apoyo de Estados Unidos, materializado en el hundimiento del Maine en abril de 1898. La guerra se desarrolló en el Pacífico y en el Atlántico, y las flotas españolas fueron derrotadas por las estadounidenses. España tuvo que firmar el Tratado de París, en el que reconocía la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

Las consecuencias de la crisis fueron la muerte de 50.000 personas, una profunda crisis moral e ideológica y el nacimiento del Regeneracionismo (movimiento intelectual y político que pretendía acabar con la corrupción y solucionar los graves problemas del país).

ALFONSO XIII

En 1902, Alfonso XIII accedió al trono en un ambiente político caracterizado por la crisis del sistema canovista, la influencia regeneracionista y la desaparición de Cánovas en 1897 y Sagasta en 1903. Su reinado se divide en dos etapas:

  1. Mantenimiento del Turno de Partidos (1902-1917)

    La alternancia bipartidista entre el Partido Conservador y el Partido Liberal se mantuvo hasta 1917. Ambos partidos intentaron, sin éxito, una política regeneracionista para acabar con el caciquismo e implantar nuevas mejoras sociales. Su principal problema fue la Guerra de Marruecos. Con el Tratado de Algeciras en 1906, Marruecos se dividió en dos protectorados. La ocupación española de uno de ellos provocó una guerra en 1909 que obligó a movilizar a los reservistas, lo que originó violentos disturbios en Barcelona conocidos como la Semana Trágica. La dura represión del gobierno de Antonio Maura llevó a los liberales a romper el pacto de turno.

  2. Crisis del Sistema Canovista (1917-1923)

    En 1917 se produjo una crisis con una triple dimensión:

    • Militar: El ejército reclamó la subida de salarios y el ascenso por antigüedad en lugar de por méritos.
    • Política: Una asamblea de parlamentarios catalanes exigió un Estado descentralizado con autonomías.
    • Social: El 13 de agosto, los partidos y sindicatos de izquierda convocaron una huelga general para protestar por la subida de precios y derrocar al gobierno.

    Solucionada la crisis, entre 1919 y 1923 el deterioro político obligó a formar gobiernos de concentración (formados por personas de distintos partidos). Estos gobiernos apenas duraron en el poder, ya que tuvieron que hacer frente a problemas tanto internos (aumento de los conflictos sociales por la crisis económica, la Primera Guerra Mundial y la influencia de la Revolución Rusa) como externos (el Desastre de Annual en la Guerra de Marruecos en 1921, una derrota militar que causó 10.000 muertos).

    En esta situación, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923 e impuso una dictadura con el apoyo del rey.

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)

La dictadura de Primo de Rivera pasó por dos etapas:

  1. El Directorio Militar (1923-1925)

    En esta primera etapa, Primo de Rivera suspendió la Constitución, disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos, reprimió el movimiento obrero y derrotó a los marroquíes.

  2. El Directorio Civil (1925-1930)

    La segunda etapa se inició con la victoria militar en Marruecos y la prosperidad económica de los Felices Años 20, que ayudaron a Primo de Rivera a mantenerse en el poder hasta 1930.

En enero de 1930, Primo de Rivera dimitió debido a la crisis económica de 1929. Alfonso XIII intentó volver al sistema parlamentario con los gobiernos de Dámaso Berenguer y, más tarde, el del almirante Aznar. Pero el desprestigio del rey por su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera hizo que en las elecciones municipales de 1931 triunfaran los republicanos. En estas circunstancias, el rey abandonó el país y el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República.

LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)

Con la Segunda República se formó un Gobierno Provisional de republicanos, socialistas y nacionalistas que convocó elecciones en junio de 1931. En ellas resultaron victoriosos los partidos de izquierda, que redactaron una nueva Constitución:

La Constitución de 1931

La Constitución de 1931 contenía una amplia declaración de derechos, establecía la soberanía popular, la división de poderes, el sufragio universal masculino y femenino, la autonomía regional (reflejada en estatutos de autonomía) y la separación Iglesia-Estado. Todas estas leyes definían a España como una “república de trabajadores”.

La Segunda República pasó por tres etapas importantes:

  1. El Bienio Reformista (1931-1933)

    Niceto Alcalá-Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña jefe del Gobierno de coalición. Este gobierno llevó a cabo una política reformista para solucionar los problemas de la sociedad:

    • Reformas políticas: Se descentralizó la política aprobando un Estatuto de Autonomía para Cataluña, el País Vasco y Galicia.
    • Reformas del ejército: Se redujo el número de oficiales, se garantizó su lealtad a la República y se les bajó el sueldo a quienes no la juraran.
    • Reformas económicas: En 1932 se llevó a cabo una reforma agraria que expropió, con indemnización, los latifundios mal explotados para cederlos a campesinos (individuales o en cooperativa).
    • Reformas religiosas: Se limitó la influencia de la Iglesia autorizando el matrimonio civil y el divorcio, se eliminó el pago a los sacerdotes y se prohibió la enseñanza religiosa.
    • Reformas culturales: Se impulsó la educación pública, se crearon 10.000 escuelas y se incrementó el número de maestros.

    Estas reformas provocaron movilizaciones de la derecha, que las consideraba radicales, y de la izquierda, que pensaba que no eran suficientes. Ante esta situación, Azaña dimitió y se convocaron nuevas elecciones en noviembre de 1933.

  2. El Bienio Conservador (1933-1936)

    Las elecciones de 1933 dieron el triunfo a la derecha. El nuevo gobierno lo formó el Partido Radical, presidido por Alejandro Lerroux, que contó con el apoyo de otros partidos de derechas como la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). El gobierno paralizó la mayoría de las reformas anteriores, lo que incrementó las huelgas y movilizaciones de la izquierda. La CEDA exigió entrar en el gobierno, lo que provocó la Revolución de Octubre de 1934. Esta revolución se intensificó en Asturias (los mineros protagonizaron una gran revolución social y sitiaron Oviedo durante dos semanas, siendo reprimidos por el gobierno y el ejército) y Barcelona (el gobierno autónomo proclamó la República Catalana dentro de la española; tras ser sofocado el movimiento, se suspendió el Estatuto de Autonomía y se disolvió la Generalitat). El descontento de la izquierda ante la represión (con encarcelamientos), los problemas económicos y los escándalos de corrupción obligaron a convocar elecciones en febrero de 1936.

  3. El Frente Popular (febrero-julio de 1936)

    En las elecciones de febrero de 1936 ganó la izquierda. El nuevo gobierno, presidido por Manuel Azaña y luego por Santiago Casares Quiroga, decretó una amnistía para los presos políticos de la Revolución de 1934 y reanudó las reformas interrumpidas anteriormente. Tras estas actuaciones, en la izquierda ganó peso el sector radical del PSOE. En la derecha se fundó la Falange Española (ultraderechista), liderada por José Antonio Primo de Rivera, que quería implantar un régimen fascista. La violencia política se manifestó en la Primavera Trágica de 1936 (oleada de atentados entre falangistas, comunistas y anarquistas). Por otra parte, los sectores del ejército más conservadores conspiraban contra el gobierno, dando un golpe de Estado dirigido por Emilio Mola para acabar con la República.

LA GUERRA CIVIL (1936-1939)

La Sublevación Militar

El golpe de Estado se inició en Melilla, Tetuán y Ceuta el 17 de julio de 1936. Al día siguiente se extendió por toda España, que quedó dividida en dos zonas:

  • Zona sublevada: Apoyada por los militares conservadores, propietarios agrarios, alta burguesía, monárquicos, carlistas y católicos.
  • Zona republicana: Apoyada por militares progresistas, campesinos sin tierra, pequeña burguesía, republicanos y partidos de izquierda.

En el exterior se intentó impedir la ayuda extranjera (para evitar otra guerra mundial) mediante el Comité de No Intervención. Sin embargo, no se pudo evitar que los sublevados recibieran ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista, ni que los republicanos la recibieran de la URSS y las Brigadas Internacionales (voluntarios de diversos países).

Etapas de la Guerra

El objetivo inicial de los sublevados era tomar Madrid, para lo cual enviaron un ejército desde Navarra dirigido por Emilio Mola y otro desde África liderado por Francisco Franco. Sin embargo, la resistencia de los republicanos y la derrota en las batallas del Jarama (1937) y Guadalajara (1937) les obligaron a cambiar de planes. La guerra se desplazó hacia la cornisa cantábrica, donde hubo serios combates y bombardeos, como el de Guernica por la aviación alemana el 26 de abril de 1937.

Más tarde, la guerra se trasladó al Mediterráneo. Para intentar dividir en dos la zona republicana, estos lanzaron la ofensiva del Ebro en 1938, que causó muchas bajas en ambos bandos. Los sublevados vencieron, tomaron Cataluña en 1939 y entraron en Madrid. La guerra finalizó el 1 de abril de 1939.

Revolución Republicana y Nacional

En la zona republicana hubo una revolución social, se desató un fuerte anticlericalismo y se aprobó un Estatuto de Autonomía Vasco. El gobierno recayó hasta 1937 en Francisco Largo Caballero y luego en Juan Negrín, debilitándose por la división interna (especialmente con los anarquistas).

En la zona nacional, controlada por los sublevados, se anularon las reformas republicanas. El general Francisco Franco concentró el poder civil y militar, y unificó todas las fuerzas que lo apoyaban en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

Consecuencias de la Guerra

Las consecuencias de la Guerra Civil fueron devastadoras:

  • 380.000 muertos
  • 350.000 exiliados políticos
  • Devastación de campos, industrias, transportes, edificios e infraestructuras
  • Triunfo social de los grupos conservadores y de la Iglesia
  • Empobrecimiento cultural

Terminada la guerra, Francisco Franco, el Generalísimo, impuso un sistema político dictatorial.

político dictatorial.

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