La Restauración en España abarcó el periodo entre 1875 y 1931, marcado por el retorno de la monarquía con los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII, desde el fin de la Primera República hasta el inicio de la Segunda República. Este periodo se caracteriza también por el régimen político instaurado por Cánovas del Castillo, que perduró hasta la Dictadura de Miguel Primo de Rivera en 1929.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
El Sexenio Democrático (1868-1874) representó el fracaso del liberalismo democrático, con una marcada inestabilidad y radicalización política y social. Tras un golpe de Estado liderado por el general Pavía, se estableció una República Presidencialista con Serrano como presidente vitalicio durante 12 meses. Durante este periodo, el partido Alfonsino de Cánovas ganó adeptos.
El régimen de la Restauración
En diciembre de 1874, el príncipe Alfonso de Borbón, aconsejado por Cánovas, emitió el Manifiesto de Sandhurst, comprometiéndose a una monarquía dialogante, constitucional y democrática, aceptando muchos de los avances políticos logrados durante el Sexenio. Sin embargo, a finales dregeneracionistas, descontento militar, nacionalismos, agitaciones sociales y conflictos internos, llevando a la eventual caída del régimen.
Sistema político y electoral
El sistema político se basó en el Bipartidismo o Turno de Partidos, con el Partido Conservador liderado por Cánovas y el Partido Liberal dirigido por Sagasta. El cambio de gobierno se daba por el desgaste interno, y el partido de la oposición asumía el poder convocando elecciones, aunque se criticaba la falta de autenticidad en el proceso electoral.
El sistema electoral beneficiaba a la oligarquía mediante prácticas como el Encasillado, el caciquismo y el pucherazo. El encasillado dividía los distritos electorales según el partido que debía ganar en cada uno. Los caciques, influyentes en áreas rurales, aseguraban resultados favorables mediante presión, persuasión o compra de votos. El pucherazo implicaba manipulaciones en las urnas.
Constitución de 1876
La Constitución de 1876, conservadora pero flexible, estableció una Monarquía Constitucional Borbónica, con soberanía compartida entre el Rey y las Cortes. Las Cortes eran bicamerales, y se declaraba el Estado Confesional con la religión católica como oficial. El sufragio fue censitario inicialmente, evolucionando hacia el sufragio universal masculino en 1890.
La Crisis del Sistema Canovista
La Restauración atravesó dos etapas: la primera, hasta la muerte de Cánovas en 1897, caracterizada por la alternancia de Conservadores y Liberales. La segunda, a partir de 1898, experimentó la Crisis del Sistema Canovista, marcada por la pérdida de las colonias, críticas regeneracionistas, descontento militar, nacionalismos, agitaciones sociales y conflictos internos, llevando a la eventual caída del régimen.
La Semana Trágica de Barcelona en 1909
La Semana Trágica de Barcelona en 1909 fue resultado de tensiones provocadas por el conflicto en el protectorado de Marruecos, compartido entre España y Francia desde la Conferencia de Algeciras en 1906. La defensa de la zona, especialmente alrededor de Melilla, llevó al gobierno conservador de Antonio Maura a enviar reservistas, mayormente padres de familia de clases obreras. La legislación de reclutamiento permitía evitar el servicio militar mediante el pago de un canon, lo cual no era accesible para todos.
En 1921, la batalla de annual: en 1921, la batalla de annual, El general Silvestre lideró una ofensiva para conquistar la bahía de Alhucemas en Marruecos, sin conocer el tamaño del ejército rifeño. Abd el-Krim, líder rifeño, concentró 18,000 soldados contra los 5,000-3,000 españoles de Silvestre, con escasos suministros y balas para un día, sin acceso al agua. Ante la falta de refuerzos prometidos, Silvestre intentó retirarse, pero los rifeños los alcanzaron durante la retirada, aniquilando a 2500 españoles en 4 horas.
En conclusión, el Sistema Canovista o Sistema de la Restauración tuvo como objetivo acabar con la inestabilidad política
del Sexenio Revolucionario. Pero la estabilidad política se alcanzaría mediante un turno de partidos asentado en una falsa
democracia y en la falsedad electoral. Esto junto con la no aceptación en este turno de un tercer partido hizo que cada
vez más la España Real se alejara de la España oficial. El apoyo de Alfonso XIII a la Dictadura de Miguel Primo de Rivera
marcaría el fin del propio rey tras el fracaso de la dictadura y el inicio de la IIa República en 1931.